Esto es un abril de la noche. Antes de comenzar, los nombres mencionados en esta historia fueron modificados para resguardar la privacidad de las entrevistas. Esto rambulante soy Daniel Alarcón. El 6 de octubre de 2023, Ana, de 19 años, estaba en su casa a las afueras de Ciudad de México. Eran pasadas las 8 de la noche y estaba a punto de bajar a escinar con sus papás cuando recibió una llamada. A mí me pareció como muy extraño porque esta mirada en particular no suele marcarme. Ese día, Ana no había ido a clases, entonces pensó que podría atatarse de algo urgente y decidió contestar. Del otro lado de la línea, su amiga sonaba alterada. Me dijo como de marcaba de marcar una de las chicas y me dijo que Diego, acompañado en nuestro de los leclantes de la carrera, estaba tomando unos fotos y sacando fotos de nuestras redes luciales para alterarlas con inclinción artificial y puedes desnudarlas por completo. Ana le estaba costando seguir lo que estaba diciendo su amiga. Como que las dos palabras que se me quedaron grabadas, pues tú desnudáis y se está distribuiendo por la escuela ¿no? No entendía además por qué Diego. O sea, si lo conocía desde el primer semestre de la universidad, Hamos estudiado en mercadotecnia y compartían

Salón, pero no eran amigos cercanos. No pasaba más que un trato cordial. Ella nunca le había mandado fotos de ningún tipo. Su amiga le contó que una compañera de la universidad descubrió las imágenes en el iPad de Diego en el Salón de Clases. Le dije, pero cómo se explica y todo mi mejor la verdad que yo tampoco estoy entendiendo bien,

hasta acabar de la arcuenta y pues ahorita están viendo que hacer,

creo que están en la dirección

y al parecer como que quieren ir a denunciar.

Ana empezó a sentir frío.

Es ese frío que viene del miedo y la ansiedad extrema.

Su amiga le dijo que la iba a agregar a un grupo de WhatsApp donde estaban otras chicas

afectadas.

Allí podrían resolver todas sus dudas.

Ana colgó y empezó a temblar, tenía demasiadas preguntas. ¿Cómo que es vueltos mi anteriores lugar? ¿Cómo que les está compartiendo? ¿Qué las vio? ¿Qué me reconoció? ¿Qué van a pensar mis papás? ¿Cómo les voy a decir? De inmediato le llegó una notificación de que le habían incluido en el chat. Allera caótico está en tiempo real. Ana ha decidido escribirle a su novio. Necesitaba hablar con alguien que pudiera tranquilizarla. Te contó todo lo que estaba pasando, él se sorprendió con la noticia y también se molestó muchísimo. Conozía Diego porque solían encontrarse en fiestas o reuniones amigos. Mientras tanto reció un mensaje privado de Irma, la chica que encontró las imágenes editas en el iPad de Diego, lo que le mandó es algo que Ana nunca olvidara. Y hay como que Colaxe muy juego porque era como peor de lo que hubiera más nado. Era una foto que reconoció al toque. La había subido hace un tiempo a Instagram. Era ella tomándose una selfie frente a un espejo era su cara si pero no su cuerpo. un cuerpo pues totalmente alterado sexualizado y una forma muy vulgar de representar un cuerpo de una mujer le comenzó a doler la cabeza el estómago se le formó un nudo en la garganta se marió no podía respirar. Entonces. Entonces ahí sí, de plano como que me material duelo porque dije que es esto y si yo me sentí haber contado a penada y destruida de ver mi imagen, la solidad de pensar de que alguien más ya también les estaba viendo pues fue como peor o al bien. Había otras fotos también, se las había tomado en distintas fechas y las había publicado sus redes sociales. Algunas eran modificaciones de capturas de historias que solo se pueden ver por 24 horas. La más antigua era de 2022 más o menos. Y como que empecé así, con el arretentimiento de no, ¿cómo por qué subí el tajoto? Y por qué a ella? Imagino lo horror.

Pongámonos en su lugar. Ver una foto que uno subió un día porque quería mostrar en su perfil lo que llevaba a puesto. Algo tan cotidiano, tan superfluo. Algo que hacen tantas personas. Y de repente ver otra foto, una similar, ser capaz de reconocer el lugar, las cosas alrededor. Recultar un momento exacto en que la tomaste, reconocer todo excepto tu cuerpo, todo tan familiar pero a la vez tan falso. Y aún así sentirse completamente vulnerable, invadido, expuesto. Ana le costó retomar la calma pero en un punto tomó una decisión. Dijete o cancer algo ya, ya tengo que ver que voy a hacer porque que no me voy a volver loca de solo quedarme aquí sentada. Y así empezó una búsqueda por encontrar respuestas y justicia. La periodista Célene Mazón nos sigue contando. Después del shock deberes a imagen suya, Ana trató de recuperar la compostura y retomó la conversación con su novio. Le contó lo que acababa de ver.

Y él me dijo, ¿távez que eres un delito y si tienes que denunciar y está malo, o sea, la verdad es que no no creas que él lo está haciendo como un juego como una tontería, o sea, es algo mal y está habilitando tus derechos, ¿no? Además de la rabia que sentía contra Diego, a la sintió vergüenza y miedo.

Yo le dije es que lo que me da miedo es que no me crean mis papás

o hay generas de más personas, ¿no? Y luego cómo voy a dejar a los escuelos aquí. ¿Qué pasa después, no? Su novio la reconfortó. Le dijo que eso era lo que menos debía preocuparle. Que ella no había hecho nada malo. Ana logró calmarse un poco y le contó que en el grupo de WhatsApp las

chicas estaban hablando sobre denunciar a Diego, pero que no estaba segura. Su novio le sugirió que primero le contara sus papás. Si ellos no le apoyaban, pe la compañería. Ana decidió bajar a la cocina. Su mamá y su papá ya estaban sentados en Ando. Esa su mamá, Emma. Inmediatamente supe que algo le estaba pasando mi hija.

Porque su rostro era otro.

Algo tenía que decir y no sabía como decirlo. O sea, no era su carita siempre ves como cuando va a pedir un permiso, como cuando nos va a contar algo emocionante, su cara era otra. Con mucho esfuerzo, analizó con todo, estaba pálida. Aé mal, le costaba entender completamente lo que su hija le estaba contando. No sabía mucho sobre inteligencia artificial y cómo funcionaba la tecnología detrás, pero en ningún momento, dudo eso palabra. Dejo muy claro desde el principio que las fotos eran meditadas. Sabes como si tu vida pena de decirlo porque no sabía cómo iban a reaccionar sus papás al decirles que había fotos de ella con un cuerpo desnuda? Su mamá como mujer entendió perfecto cómo se estaba sintiendo. Porque yo lo sentí también. Sentí el mismo coraje, la misma indignación. Si hubiera estado yo en esa misma situación, como le explico al mundo a mis papás a quienes ya lo mieron, que no es mi cuerpo. Es un sentimiento increíble porque sabes que no es tu cuerpo, pero sientes de arreguenza de que alguien lo esté viendo. Su papá no dijo mucho, pero era evidente que también estaba indignado y molesto. Así que

le preguntaron a su hija, luego único que pudieron verbalizar. ¿Qué quieres hacer?

Ana les dijo que había compañeras encaminó a la fiscalía para denunciar a Diego, y que

aunque no estaba segura si allí iba a hacerlo, sí quería ir a apoyarlas. Sus papás aceptaron,

agarraron las llaves del auto y salieron. En el camino, Emma le preguntaba a Ana cómo se sentía, recordaba que no estaba sola, que le apoyaban en todo, pero a Ana casi ni podía hablar, Emma por su parte no sabía que se podía hacer en este caso. ¿Cómo haces cómo la protege de este tipo de... de situaciones no hay mozo? o sea, la cuidad de que no le pasen a la transporte porque la llevas.

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