Querida, querido, regalamos un momentito.

Pero yo sé que en tu corazón, en este momento habito una pesada carga.

Una carga que te he llevado el extremo de contemplar, renunciar a la preciosa vida que se te ha otorgado.

Yo también he estado ahí, pero en esto es curo a mismo de desesperanza en el que te encuentras, te suplico lo siguiente.

Extiende tus manos al cielo, te parece absurdo cierto, pero el eterno te está viendo.

Ese tiene el poder de restaurar, de revitalizar, incluso a los más desesperados y otorgarles una nueva vida.

Y aunque tú no lo encuentras sentido en la vida que tienes, el único sendero que te parece valido en este segundo es irte de ella, regalamos unos segundos más.

Porque mira, tú puedes decirle en este momento, mira, yo te entrego todo este dolor.

Y a pesar de que este dolor es gigante, yo quiero que sepas que no has llegado al final de tu camino.

Yo entiendo que estás sumergido en un abismo, que no puedes ni creer, ni ver con esperanza.

Esto te puede parecer hasta ofensivo, pero toca tu corazón en este momento, puntos malos sobre tu corazón.

Vamos, Áslo, tu sientes que la te, cada latido es un toque certero de su amor infinito.

Porque Cristo con un solo soplo puede enar todos los vacíos, puede renovar tu esperanza, si tú le entregas tu vida.

Vamos, deja que sus ángeles te calmen, que te llenen de su consolación, que el Espíritu Santo te guarde, y te protege en estos momentos de desesperación.

Si hará los ojos, deja que mi señor te susurre palabras deliento te amo, para que puedas entender y escuchar el recordatorio de crezamada, de crezamado, mucho más allá de toda comprensión.

Vamos, abren los ojos, y abren los ojos del Espíritu, vas a ver muestras y signos claros de su presencia, si le invitas en este momento reinar sobre tu vida.

Usa este video, para darte, un espacio de paz, para recordarla, belleza y el valor de tu vida.

Y a pesar de las dudas y nudos que ahora catormentan, vas a salir de ellos. Tonte en un lugar neutro.

Mira, cada vida es una obra maestra en sus manos, su compasión no tiene límites, pesada de todos nuestros errores, él puede recibir tus llantos, y los puede transformar en un futuro prometedor.

Es el único que tiene la capacidad. Yo te abrazo en este momento para reconfortarte, para decirte que si hay una salida y no porque tú no la veas, significa que no existe.

Tú puedes ascender desde el derrúmenel que te encuentras, vas a trascender después de todo esto que te ha pasado.

Sé que estás siendo podado, todo esta tormenta no llegó para acabar contigo.

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