Yo prefiero el teacuerdas al te imaginas en la vida y tú dejenme, me explico, son miles, los que

siguen dando porcentado el presente, son miles que están distraídos por la ilusión de que siempre

hay un luego para hacer lo que quieren hacer, para decir lo que tienen que decir, para soñar,

para hacer lo que sueñan, él ahora, obviamente, pues es el único momento que realmente tú y yo poseemos

para influir, para cambiar, para disfrutar y sobre todo para experimentar la vida en su máxima

expresión. Y presten atención porque no se trata este vídeo de que ignores el futuro o el

pasado, sino que tú y yo tenemos que encontrar un equilibrio donde podamos aprender de nuestras

experiencias pasadas, sin dejar que estas experiencias nos definan y así poder planificar para el futuro

sin que el futuro pues consuma nuestro presente. El pasado con todas sus lecciones siempre tiene que

ser un trampolín, nunca un ancla, porque cada error, cada éxito, cada alegría, cada pena, pues nos

ha traído a este punto en el que estamos, a este presente, y supuestamente nos ha traído aquí,

pues brindándonos la sabiduría para poder tomar decisiones mucho más informadas y de esta manera

vivir con una comprensión más profunda en nosotros mismos, pero una vez que hemos extraído las

lecciones del pasado, tenemos que dejar que ese pasado ahí se siente para que, para que tú y yo

podamos avanzar con ligeresa, con libertad, y del mismo modo tenemos que hacerlo con el futuro,

porque el futuro tiene que ser una brújula, no una cadena, está bien soñar, planificar porque

estas son actividades que siempre van a enriquecer nuestra existencia, nos da dirección, propósito,

sin embargo, el verdadero arte recién lleva a cabo esas visiones en el presente, dando pasos

concretos hacia nuestros objetivos cada día, en lugar de vivir postergando indefinidamente, pues

esperando el momento perfecto, que obviamente no va a llegar, la única forma de ganar tiempo es

haciendo las cosas hoy, haciendo las cosas a su tiempo, es en el ahora en donde la vida se muestra

con toda su complejidad y belleza, cada decisión que tomamos, cada palabra que pronunciamos, cada gesto

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