¡Buenos días!

Gracias por estar aquí en despertando podcast.

Iniciamos este día presentes y conscientes.

Hoy te quiero invitar a reflexionar sobre tus mañanas.

¿Qué pienses en cómo se ven normalmente,

pero sobre todo, como te sientes cuando te despiertas?

Normalmente nos despertamos con prisa y no nos damos ni un segundo para respirar y conectar con nosotros.

Es importante que nos demos el tiempo de entender que si nos sentimos bien o mal en cada momento, es por algo. Nuestro cuerpo no elige el bienestar y el malestar nada más porque sí.

Esa es la manera en la que nos da pista sobre qué debemos seguir haciendo y

qué podríamos cambiar. Así que piensa un segundo en cómo te sentiste hoy a labrir los ojos.

¿Qué tal estabas ayer?

Toma conciencia de todas las emociones y sensaciones físicas que te visitan en estos momentos.

Ahora intenta ponerles nombre.

Desafortunadamente, muchas personas al hacer esto

se dan cuenta de que no empiezan sus días con Pásica Alma, sino todo lo contrario.

La mañana es uno de los momentos más comunes en los que la ansiedad se hace presente.

Y la razón principal por la que esto sucede es porque nuestro cuerpo y nuestra mente están

intentando anticipar todo lo que va a suceder en el día y nos quieren ayudar a prepararnos para hacerle frente a cualquier

situación. Esto es aún más común en los días donde tenemos muchos pendientes y nos sentimos abrumadas

o abrumados cuando estamos pasando por momentos difíciles, cuando tenemos un reto grande en frente, o cuando nos estamos exigiendo demasiado

a nosotros mismos. Cuando nos despertamos con esa sensación de angustia, con pensamientos

pesimistas, o con algunos otros síntomas físicos como tachicardia, respiración alterada y un nudo en la boca en el estómago.

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