Una vieja película del año 1975 se titula los caballeros de la Mesa Quadrada y sus locos seguidores, que es en pocas palabras, es una parodia en la que casi al, el rey Arturo y sus caballeros de la mesa cuadrada,

como Diana dice la comedia, llegan al castillo

que estaban buscando durante todo el filme.

Entre el castillo y ellos, hay un abismo sin fondo

y hay un único puente que les permite el acceso.

Entonces, si dan las respuestas correctas, a las preguntas de un viejo guardian que vigila al puente, se les permitirá cruzar. Si no, serán arrojados a la mismo. Y creo que lamentablemente es la manera en que muchos cristianos y no cristianos hemos pensado acerca de la salvación. Cuando morimos, finalmente llegamos a las puertas del castillo, o eso es lo que pensamos en el inconsciente colectivo. Como si fuese la entrada al castillo de Disneyland, y si sabemos las respuestas correctas, Dios nos permitirá cruzar el puente, y si no, nos vamos a caer al abismo. Algo como que vas a salir un ángel o San Pedro, como dicen algunos en esa mitología

de que San Pedro va a estar en la puerta

y va a decir 10 preguntas, ¿eh? Si contestas bien siete, entreas al cielo y mediatamente. Menos de siete te queda flotando en el limbo, cuidando a tu sólgra por el resto de tu vida. Con menos de cuatro, directo a la misma, a la infierno. Así que empecemos. Entonces, me imaginaba eso que decía bueno,

múltiples choice, múltiples option.

Coloca una cruz en la respuesta correcta. el mismo al infierno, así que empecemos. Entonces, me imaginaba eso, que decía bueno, múltiples choices, múltiples opción.

Coloca una cruz en la respuesta correcta, no una til de una cruz, porque estamos en el cielo. Primera pregunta, en qué bautismo crees, en cuál, por cuál te bautizaste en el nombre de la treinidad, o te bautizaste solo en el nombre de Jesús, ¿Qué moría? A ver, ¿qué dijo el pastor cuando te metió bajo la agua?

¿Por qué eso determinante para entrar y cruzar el puente o no?

En tu iglesia leaste solo en el nombre de Jesús. ¿Me morías? A ver, ¿qué dijo el pastor cuando te metió bajo el agua?

Porque eso determinante para entrar y cruzar el puente o no. En tu Iglesia le hablaban en lenguas o creían que eso era para el tiempo de los hechos de los apóstoles. A ver, las mujeres usaban faldas o pantalones. Oh! Y en caso de haber marcado con unas cruz faldas, Hay otra pregunta, ¿a qué los todillos?

Por encima de la rodiza o apenas casi un cinturón.

¡Epa! Y encima nos vamos a poder copiarnos con que está la derecha ni con el que está a la izquierda, porque a la derecha lo mejor tenemos un bautista y a la izquierda una ventista. Y el que está delante resulta que es católico y que está tras esa anglicano. Así que todos vamos a responder distintos.

Yo sé que esto va a incomodar la doctrina de muchos, pero en el cielo lo dijo, a ver, no va a ver exámenes doctrinales, no lo va a ver. El nostro querido fundador, el pastor Juan Carlos Ortiz, posiblemente, él decía, cuando seguimos a las puertas del cielo, que habrá un ángel con un esteto escopio y el ángel nos va a oscultar el corazón así,

que va a decir, tu corazón tiene vida, pasa cidadel. Habrá un ángel con un esteto escopio. Y el ángel nos va a oscultar el corazón así,

que va a decir, tu corazón tiene vida, pasa la eternidad. Habrá el tuyo, no la te estás muerto mi viejo, pavajo, ¿no? Entonces la salvación en palabra siempre es tener vida. Primera de Juán 3, 14 afirma, nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida, porque amamos, porque amamos, en esto

conocerán que sois midisípulos que os améis unos a los otros. O sea, el símbolo que tenemos vida es que amamos, que podemos amar. Ahora, yo no estoy en contra, obviamente, de la teología ni de la doctrina. Lo que quiero implicar es que podemos tener la mejor teología, la mejor doctrina del mundo y sin embargo no tener vida, estar perdido, no poder amar, odiar todo el tiempo, estar lleno de resentimiento, primera de Juan, 512, afirma el que tiene al hijo tiene vida, o sea, sinerente, no es exclusivo, si está al hijo hay vida, si no está el hijo de Dios, no hay vida. Por más que tengamos doctrina, por más que nos congregamos, por eso no dice el que tiene la doctrina correcta, sino el que tiene la persona correcta, el que tiene el hijo tiene vida. En palabras más simples todavía, algunos piensan que si creen las cosas correctas, se les permitirá ingresar al cielo cuando mueran.

Como que el boleto de adnisión al cielo fuera la ortodoxia, o sea,

el pensamiento correcto.

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