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🗓️ 1 December 2025
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Todos y cada uno de nosotros, en determinadas etapas de la vida, tendremos que aprender a esperar, porque las cosas sucederán conforme al horario de Dios y no al nuestro. A veces nos cuesta creer que Dios está obrando cuando la sombra del valle nos impide ver Sus manos. Sin embargo, eso no significa que no esté actuando; al contrario, como un buen pastor con su rebaño, Él nos guía desde atrás. Esperar implica aferrarnos a Dios de manera confiada, disciplinada, expectante y, sobre todo, activa. El Señor espera que siempre demos el siguiente paso, un pie detrás del otro; aun cuando no podamos ver hacia dónde conduce el camino.
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| 0:00.0 | Yo no sé si tú sucedió que hablas con alguien acerca de un tipo de automóvil de una marca y luego ves ese vehículo donde quiera que vayas. Ottenbarazas y notas que aparecen cientos de embarazadas a la vez |
| 0:21.7 | y dice, pero nos embarazamos tú la misma noche, parece. |
| 0:25.5 | O descubrimos una banda musical nueva y después la empezamos a escuchar en todas partes a partir de nuestro descubrimiento. También sucede con algún tema de conversación, que después de hablar acerca de un tema en particular, de pronto parece que todo el mundo está hablando el mismo. Entonces, los psicólogos llaman a este fenómeno la ilusión de la frecuencia, la ilusión de la frecuencia, que es un ceggo cognitivo en el que a tomar, al tomar conciencia de algo, desarrollamos una atención selektiva hacia eso y empezamos a notarlo con más frecuencia, a menudo. Esto se debe a que nuestras mentes reciben a diario un bombardeo de constante información,? ¿Qué pasa? ¿Qué pasa? torno. Entonces palabras simples, una vez que nuestro cerebro se interesa por algo, lo empezamos a notar a nuestro alrededor. Lo que una vez estaba por debajo de nuestro radar, ahora aparelice, en todas partes porque despertó nuestro interés. Pero en realidad eso siempre estuvo ahí. No es que te compraste un zapato rojo y dices, ¡Wow! Todos me copian, no lo habías notado antes. No nos habíamos dado cuenta. Bueno, te prometo que el mensaje de hoy va a despertar ese singular y extraño fenómeno puesto que al finalizarnos vamos a dar cuenta que todo sentimos lo mismo. Y a lo mejor estábamos viviendo algo similar porque se va a crear un nuevo filtro, un nuevo césgo con respecto a lo que te voy a transmitir. Estamos listos entonces para que eso ocurra, ¿sí? Bueno, entonces pasamos a lo medular del tema. A mí siempre me fascinó hebreos 11, lo que los muchísimos maestros titulan el salón de la fama de la fe. Para animarnos a hacer fieles, el escritor a los hebreos nos da un ejemplo, opone ejemplo tras ejemplo de cómo vivieron diferentes héroes de la fe. los antiguos que alcanzaron buen testimonio literal, ¿no? Y la lista incluye algunos de los personajes que obviamente esperamos que aparecieron ahí, no eran Isab, Hackeop, José Moisés. También hay algunos en esa lista que nos sorprende ver, sor Enoc, Sara, Rahab, La Ramera, incluso Gedeon, Barak, San son, Jef T, Samuel, y no es porquitales méritos, pero ni Enoc, por ejemplo, ni ninguno de los jueces, son por lo general considerados héroes o ejemplos de la fe. Pero ahí están los tipos, ahí están, junto con Abraham y Moisés, aparecen en el salón, tienen su estrella en el paseo de la fama. ¿Qué tenía su fe que los hizo dignos de mención o dignos de aparecer una lista? Porque no están nominados, están premiados. En el deporte profesional, una tel una atleta accede al salón de la fama, según sus logros, según sus campeonatos, sus jugadas extraordinarias, y hasta la duración de su carrera. Ahora, ¿qué criterio usa la Biblia para sus propios erguis? Bueno, algunos demostraron gran poder, fueron fuertes en la guerra, lograron grandes cosas. Otros sufrieron de manera extraordinaria. Algunos fueron asesinados, otros estaban desamparados. Pero no fue eso lo que les dio un lugar en el salón. Eta no es la característica en común. El denominador común lo encontramos al final del capítulo donde dice, y todos estos, aunque alcanzaron buen testimonio mediante la fe, no recibieron lo prometido. ¡Wow! Creyendo que Dios alguna cosa les iba a dar en el futuro, pero no es que ellos lo alcanzaron, no, sino que lo creyeron, se murieron creyéndolo, ¿no? Y Dios se perfeccionó en esa espera, o sea no recibieron lo prometido, fueron decepcionados, las promesas de Dios no se cumplieron en su vida, en otras palabras tuvieron que vivir una fe sin resultados. Es más, la palabra niña de conforme a la fe murieron todos estos, sin haber recibido lo prometido, sólo mirándolo de lejos, creciéndolo, saludándolo, confesando que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra. Entonces en resumen estos ceroeses de la fe fueron incluidos en la lista no porque recibieron lo que esperaban, sino que, usualmente, por lo antagonico, todo lo contrario, sino porque no lo recibieron. Se aferraron a ellos. La vida no resultó tal como le imaginaron, no recibieron la liberación, no vieron la bendición, pero aún así se mantuvieron firmes, tuvieron fe y eso hizo que calificaran para estar en el salón de la fe, un el salón de la fama de los héroes de la fe. Murieron nada más y nada menos que esperando palabras que todos tenemos en común. Acá se va a despertar la ilusión de la frecuencia, este sesgo cognitivo, todos estamos esperando algo. De hecho, no hay nadie aquí que diga, yo ya no estoy esperando nada ni a nadie, todos esperamos algo. Ya sea un año mejor que mañana maneja el nuevo día, que las cosas mejoren, este es el gran tema que insisto genera la ilusión |
| 6:45.4 | de la frecuencia, que todos tenemos que esperar. Gracias a los teléfonos inteligentes, gracias a la acceso a Internet en cualquier parte, en cuestión de segundo, a los servicios de entrega domicilio en el mismo día que el lindo, que es decir, esto me lo trae en esta misma tarde, bueno, en una obra. Malavilloso! para los que esperamos 40 años que siguen teléfono |
| 7:08.3 | esperar ahora se hace más difícil... Es decir, esto me lo trae en esta misma tarde, bueno, una obra, maravilloso. Para los que esperamos 40 años que sigue un teléfono, |
| 7:08.0 | esperar ahora se hace más difícil que nunca, |
| 7:10.6 | porque hay un montón de métodos expeditivos |
| 7:13.8 | que nos hacen la vida más práctica. |
| 7:16.0 | Hay un maravilloso libro llamado Geografía del Tiempo, |
| 7:20.6 | cuya autor sugiere que se cree una nueva unidad de tiempo, |
| 7:25.6 | denominada la voz y segundo, o el voz y segundo. |
| 7:30.0 | Dice, es el tiempo comprendido en el momento en el que cambia la luz del semáforo y el conductor de trasnuestro, hace sonar su bocina. el bosí segundo. Cuando se cambia, se va a afrogar el trácespe, |
| 7:41.4 | imediatamente, para que está mirando el celular o los que estamos |
| 7:44.6 | hablando cosas importantes y nos toquen la bocina, el bosí segundo. |
| 7:49.8 | Hagan la... La otra se espiene, imediatamente, para que están mirando el celular o los que estamos hablando cosas importantes |
| 7:46.8 | y nos toquen la bocina, el bocisegundo. Hagan la prueba cuando sacan de acá, que ense un segundo en el semáforo, cuando se ponen verde, a ver si no aparece el bocisegundo. ¿Cuál es? El de atrás. Parte de la maduración de todo cristiano, Consisten a aprender a esperar, bendiós, |
| 8:04.7 | y a que se cumplan sus promesas, aunque a veces no se cumple, |
| 8:08.2 | de este lado del sol. La espera de una persona soltera, soñando que Dios le haya reservado a su pareja ideal, la espera de una pareja sin hijos que ansiosamente quiere iniciar una familia, la espera de alguien que quiere tener un empleo mejor, mejor remunerado, donde se lo validen un tanto mejor de lo que se lo valía ahora, se lo valida ahora, la espera de una persona deprimida, alelando aunque sea una sola mañana, el que no se levante con deseos de morir y que tenga ganas de vivir y que el sol le den nuevas energías, la espera de un niño que se siente torpe y lento y que anhela al día en que va a ser seleccionado por su líder de equipo y no va a dejar, no va a ser dejado para el último. La espera del inmigrante, por ese día en que no se ha discriminado por su estatus legal, por su idioma, por su color de piel. La espera de una anciana solo, en un asilo que aguarda la muerte o la visita de los nietos e hijos que lo olvidaron. Todos y cada uno de nosotros en ciertas cojunturas de nuestras vidas tendremos que aprender a esperar. No os toca esperar, para todo. En algunas temporadas, de hecho, es lo único y todo lo que podemos esperar. Dios dijo en Abacúc, dos, tres, aunque la visión tardará, aún por un tiempo más se apresura hacia el fin, y no mentira. Aunque tardare, esperalo, que sin duda vendrá, no tardará, pero la orden es, esperalo. Lo único que podemos hacer activamente es esperar. Es igual que una mamá que siente que su bebé ya van a ser. Ella sabe que este puede ser el último pujo y van a ser. Cuando llega ese momento, no puede hacer nada por adelantarlo ni por atrasarlo. Y se llanase, se llanase. Algunos maridos se han llevado la sorpresa de que llanase y salió el muchacho. Las cosas van a suceder de acuerdo al horario de Dios, al uso horario de Dios. Hasta ese momento lo que hay que hacer es esperar. Los nueve meses quizás capaz de siete, ocho en el peor de los casos cuando se apresura el nacimiento, pero si no hay que esperar los nueve meses. Ahora, es posible que todos hoy estemos en la espera de algo. De hecho creímos que Dios nos dijo que algo iba a suceder, está llegando esta altura del año, decimos, estoy pensando que a lo mejor no va a suceder nada, otro año más. Por eso frustrante cuando leemos los almos, el Salmo 37, 34, y descubrimos que Dios mismo le dice a su pueblo pueblo guarda silencio ante el Señor. Esto en versión Hispana es cierra la gestante Dios. Espera en el compaciencia. Paziencia, cantamos aquí junto con Nando. Espera en el Señor y vive según su voluntad que el texaltará para querer de la tierra. Hay un momento que Dios dice, espera, pero el silencio. Porque cuando uno espera hablando y quejándose, la espera aparece que se hace más larga, parece que la desesperanza nos empieza a ganar la fe. Tan sólo en el antiguo testamento se le ordena 43 veces al pueblo que esperen en el señor, 43 veces. |
| 11:28.6 | Esperen, esperen en el señor. |
| 11:31.3 | Dios se encuentra con Abraham cuando tiene 75 años y le dice que va a ser padre, ancestro |
| 11:37.8 | de una gran nación. |
| 11:39.4 | ¿Cuánto tardó de encomplirse esa promesa? 24 años. |
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