Me desperté, era una estrés de la mañana, tenía una sensación muy extraña, la certeza de que había alguien conmigo en la habitación, con la esquenita de la vista había algo parado junto a mi cama, una sombra, muy negra y con un sombrero alto, sentió en miedo que no se ni cómo describir, pero no se relozó a vos, solo me quedé ahí, viendo esa silueta de reojos sin moverme, esperando que se fuera. Muy buenas noches comunidad, espero encontrarles bien y del mejor humor para escuchar las siguientes

historias.

En este episodio hay relatos muy cercanos que podrían pasarnos en cualquier momento,

sobre todo si tenemos la desfortuna de asistir a una funeraria.

Pero también hay historias que nos hablan de encuentros con leyendas, historias que

nos harán saber que algunos mitos que se cuentan en sonas rurales son mucho más reales de lo que imaginamos. Te invito a escuchar con mucha atención y quedarte desde el final de este episodio porque vamos a regalar 10 libros autografiados de relatos de la noche. Quédate para que sepas cómo puedes llevar de uno de ellos. Apaga la luz y déjate llevar, ya estás escuchando relatos. De la moche. Soy cor que debo a escalientes y apenas tengo unos meses escuchando relatos. La verdad es que ya se volvió mi compañía en oficina porque me viento 10 horas a inmetido. Quiero contar algo que no me pasó mi directamente, le pasó a mamá. Y lo aclaros desde el principio porque en mi familia casi nunca hablamos de cosas para normales. Mi mamá es cero de esos temas. Nunca ha visto nada, nunca cuenta cosas raras, nada. Eso es más de la familia de mi esposa que sí son de los gitanos, el barrio de triana y traen historias para ventar para arriba, pero bueno, no es el momento de contar esas. Lo que voy a contar emisió el 24 de diciembre de 2024. Fue literalmente la noche buena más triste que hemos vivido, porque ese día en la tarde falleció a mi tío Bolochoy, para mí era como me abuelo. yo lo quería un montón y como era fecha festiva y estaban cerradas las oficinas al pantheon, el velorio duró dos días completos. Terminamos pasando la noche del 25 al 26 en la funeraria. Él no tuvo esposa ni hijos, así que estuvimos a hizos sobrinos y sobrinos nietos, nada más, tratando de acompañarlo y horar para que descansara. Como el 5 de la mañana yo ya no podía dormir, y me levanté el sillón para ir por

un café.

Ese sillón daba a una ventana que daba el patio central de la funeraria, en un segundo

piso.

Cuando me moví de experte sin querer a mi mamá, le pregunté si ya quería algo caliente

porque se afrió, pero me dijo que no, que quería seguir intentando dormir, así que se

volvió a acomodar y cerrar los ojos.

Y fue justo en ese ratito, en ese punto donde estás quedando dormido otra vez, cuando

ella escuchó algo que la hizo abrir los ojos de golpe. ¡Ame quiero morir! ¡No me quiero morir!

Dice que escucho un grito, pero un grito de verdad, desesperado, angustiado, como de alguien que estaba sufriendo muchísimo, que decía no me quiero morir, no me quiero morir así tal cual. Mi mamá brilos ocos todas gustaba y volteaba a ver a sus hermanas y primas y vio como todas despertaron igual, como si lo subieran jalados del sueño. Se miraban entre ellas pero nadie decía nada y antes de que pudieran reaccionar viencias escuchó otra vez igualito. Ah, y fue cuando todas se dieron cuenta de que no había sido un sueño. Una de ellas preguntó si también le habían escuchado. Otra dijo que había sido eso, pero nadie tenía una explicación. No se bien que ser. Solo empezaron a rezar. Fue lo único que les salió en ese momento. Lo más curioso es que ese día mi mamá no me dijo nada. No sé si por el cansacio porque no le gusta hablar de esas cosas. Me enteré meses después cuando fui a ver la conisposa para contarle algo raro que no se había pasado nosotros en la casa y entonces ella me dijo bueno si tú ya estás contando esto yo también te voy a contar algo. Tienes pues pues nos enteramos de que la sala donde estuvimos esa noche está arriba de lugar donde donde preparan los cuerpos de los difuntos antes de pasar los consos familiares, honestamente no se llama Romorgue, pero ustedes que creen comunidad, que al momento de morir el alma se desprende de inmediato del cuerpo, o quizás si no estás preparado, el alma se aferra quedarse un poco más de tiempo. desdeo felices fiestas, feliz y siempre. Y gracias por escuchar. Hola Oriel, hola el equipo de relatos de la Nuche y hola la comunidad más linda de internet. Espero poder escuchar este historio en el canal porque es algo que siento que pueda gustarles y además me gustaría verse alguien puede ayudarme. Mi nombre es Elgundo Sarlange. Tuve la oportunidad de compartirles una historia a través de la voz yurielas y a un tiempo. No sé si alguno se acuerda. Esa casa enrujada en la prida, el pueblito de Buenos Aires, Argentina. Tengo que admitir que tuve que alejarme de relatos por un tiempo por temas laborales,

el día no me alcanza para poder escucharlos, pero por suerte a poco pude cambiar mi trabajo

y ahora tengo uno que me permite disfrutar los relatos de personas de todos lados mientras

creortes a nieces en mi taller.

Pero no les escría para contarles eso, estraigo una historia más, vividen carne

propia junto a un familiar y un amigo, en el mismo pueblo que la historia anterior, acá en la brida, para lo de devagar el espacio a contar mi vivencia. Desde ese tiempo estoy viviendo el campo con nuestros abuelos, como ya se imaginaré, la tranquilidad y la paz que se siente por esta zona es algo que no se puede explicar con palabras, esta que hay en el mundo.

Y también, en el mundo, hay que ir a la casa.

Y también, hay que ir a la casa.

...