Hoy quiero comenzar con una pequeña y vieja historia que por cierto ya conté pero viene a cuento, viene la línea del relato. Un hombre se presenta ante las puertas del cielo, acaba de llegar, recién arribadito y un ángel, Anfitreón le pregunta ¿y siiste algún mérito para entrar? Obvio, dice el tipo. Yo recuerdo, mira, te cuento uno, recuerda, dice que iba en mi auto y veo que una banda de motociclistas estaba molestando a una muchacha joven. Así que me bajé de mi auto inmediatamente, les dije que las dejaran en paz y ahí no más me dijeron que no me metiera,

que siguiera mi camino porque me iba a ir mal.

Yo me dije a mí no me importa, me acerqué al líder de los motocicletas, le dio una buena bofetada, con una patada tirésomosocicleta, le agarré las reguelas que le colgaba el analiz, la ranque, leje, dejala en paz, o te la vas a ver conmigo.

El angel quedó impresionado y le dijo eso, esa audacia, viejo.

Y cuando ocurrió, dice le dijo, eso es saudacia, viejo. Y ¿cuándo ocurrió? Dice, recién hace un par de minutos atrás. ¡Ah! Entonces, hay una enorme diferencia entre audacia y estupidez, ¿sí? La línea de, no te mirás ygas estúpideses, suele ser muy fina y a veces nos puede llevar toda una vida el poder identificarla. Entonces, discernir la diferencia entre la audacia e insisto, la estúpides es uno de los más grandes desafíos de autoexploración que un ser humano puede enfrentar. Porque a veces uno quiere hacer cosas, después se repiente toda la vida. Y en un tono mas serio hay personas que están pagando una pena en la cárcel por 30 segundos de estúpides, por un problema en el tránsito que lo viven reviviendo una y otra vez. Dice, si voliera a vivir, hubiese seguido del arrego.

Hay gente que se ha bajado de un auto, de un camión, con un palo, porque simplemente le tocaron la bocina, porque se le cruzaron, o gente que parió los estribos por 15 segundos y en un momento de furia, arruinó su vida tal como la conocida. Eso no es audacia, eso no es mostrar lo que uno es. eso simplemente estúpides en su máxima expresión, estúpides glorificadas.

La audacia, sin embargo, es un comportamiento que viene directo de la valentía, que viene directo de la del corazón, que surge a través de la integridad, pero no es un comportamiento subjetivo, absurdo, ciflado, irracional, extraño y lógico. La verdadera audacia es simplemente el comportamiento que nace de la creencia. La audacia nace de las convicciones de nuestras convicciones más profundas. Porque aquello que creemos, como decimos siempre, determina cómo nos comportamos en la vida, como nuestro carácter. Si creemos que todo el mundo nos va a criticar, vamos a comportarnos toda la vida con cautila, tratando de agradar a todos. Y el que trata de agradar a todos nunca llega ninguna parte, porque nunca vamos a poder agradar a todos. Dios no puede agradar a todos. Mientras que hace yo ver en algunas partes del mundo hay gente maldiciendo por la inundación y gente de campo agradeciendo por el riego en sus cosechas. Así que no podemos agradar a todos. Si creemos que vamos a fallar, nunca vamos a hacer nada tampoco, porque no queremos rejgar nuestra zona de confort, de comodidad, no obstante si creemos que Dios no se está llamando, dando una asignación que es la que es la que es la que es la que es la que es la que es la que es la que es la

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que es la que es la que es la que es la que es la que es la que es la que es la que es la que es la que es la que es la que es la que es la que es la proviene inerentemente de esa creencia.

¿Por qué?

¿Por qué existe?

La audacia es un comportamiento que nace de nuestras convicciones muy profundas.

Eso nos hace ser audaces. Como una mamá que defiende a sus hijos, a pesar de que están inferioridad de condiciones, pero ve que sus hijos corren peligro, sale y los defiende, como la mamá gallina, como la mamá leona, lo que sea, sale y saca una fuerza sornatural, que ni sabe, o un valor que ni sabe que tenía, porque sus creencias, sus convicciones,

¡ah! como la mamaleona, lo que sea, y sale y saca una fuerza sornatural, que ni sabe, o un valor que ni sabe que tenía, porque sus creencias, sus convicciones, hace que saudacia salga a la luz. La palabra griega que se traduce como audacia es parecia, que significa garantía, valor, confianza, actuar sin miedo, actuar sin temor.

Yo creo que este tipo de valentía,

la vemos a través de las diferentes descripciones

de los infortunios que tuvo que vivir

el primer grupo de crejentes del libro de los hechos.

Porque nosotros no tenemos que usar mucho la valentía

para decir yo creo en Dios, o tengo convicciones. Pero en los relatos de los hechos, que fue escrito especialmente por Lucas, médico de profesión, él capturó alguno de los aspectos más destacados de la primera comunidad de personas que creían en Jesús. Y uno de los principales temas del libro de los hechos es la audacia que tenían estos tipos. Cuando digo tipo, no hablo de género, hablo de mujeres y barones, la audacia que tenía esta gente. Cada vez que yo leo el libro de los hechos, yo me pregunto ¿por qué no tenemos este tipo de milagros en el mundo de hoy? ¿Qué nos está faltando? Porque es como un síndrome de covardía, de miedo, de primero pedir varias garantías? Yo veo el libro de los hechos, y ve estas personas que se enfrentaban al imperio, el gobierno de facto, se enfrentaban a gobernadores, que eran despotas dictatoriales. Yo te cuento una historia que tiene que ver con esta línea del relato. A mí siempre me llamó la atención en el libro de hecho, sin sísto, el brillo, la interpidez y las agallas de Pedro. Pedro, creo que tenía San Grispan. Yo no tengo base para esto, pero yo creo que tenía algo de San Grispan.ro, el que primero niega a Jesús y después dice que lo va a seguir hasta la muerte, después lo niega, etcétera. Pero Pedro es uno de esos dos edicípulos originales de Jesús con los cuales, con el cual siempre nos podemos identificar. Y a mí me fascina la historia en la que el tipo, ya lleno de Dios, ya había pasado la traición,

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