Estás escuchando el podcast que te enseña a ser más feliz por el placer de vivir. Es el momento de nuestro encuentro, en por el placer de vivir, no sabes el gusto que me da poder compartir, contigo unos cuantos minutos. Contemas que te puedan ayudar a disfrutar más la vida. A veces con ese fan que tenemos de ayudar a alguien para que salga de su estado de ánimo, de tristeza, de melancolía, de dolor? Usamos el positivismo tóxico, el optimismo tóxico. Estoy seguro que todos lo hemos hecho alguna vez. Ánimo, hombre, no pasa nada. ¡Ey, tánimo! Al mal tiempo, buena cara. ¡Ey, ey, ey, ey! Y los hovas.. Asi cuenta que me pones un cuesta después de ahí, bueno, donde... Hace ahí gente que caí regordo con el afán de que tú andes bien cuando tienes derecho a no estar bien. Porque es un derecho que todos tenemos. ¿Cómo detectar el positivismo tóxico? ¿Cómo detectar cuando quieres animar a alguien de manera incorrecta, porque creo que estoy convencido de que nacimos para vivir altas y bajas en esta aventura llamada vida. Todos tenemos buenos momentos y maros momentos y nadie tiene el derecho a venirme a sacar un estado en el cual desafortunadamente estoy, me encuentro, entonces tengo que meditar, tengo que aprender porque hasta del dolor se aprende y mucho, hasta de la tristeza se aprende y mucho. Quien eres, eres sinónimo, o eres producto, de todo lo bueno y no tan bueno vivido. De eso vamos a hablar el día de hoy, te prometo que va a ser un tema interesante y que que después de escucharlo vamos a evitar caer en positivismo tóxico, porque lo único

que haces es querer encapsular una emoción que tarde o temprano se va a manifestar de otra manera o con agresividad extrema o con una depresión o peor también con una enfermedad. Tú decides a veces usas el positivo y hipotóxico contigo mismo te sientes obligado a andar de buen humor todo el día te sientes obligado a que todo mundo vea tu mejor versión y a encapsula la emoción positivismo tóxico es decirle alguien que esté enfermo te vas a curar claro que te vas a curar a ver no sería mejor decirle hoy estoy contigo en estos, deseo que tengas mucha fe, deseo que se enfermedad, termine pronto, que se haga pronto y que se quites enfermedad. Una cosa es el deseo que tiene y otra cosa es la afirmación que haces. Por un lado, dice, en es que se lo digo, se lo digo para que se la crea. Pues sí, pues sí, pero a veces no siempre son las palabras adecuadas o correctas.

No vas a ver que no es COVID, vas a ver que no es, vas a salir negativo. Cuando te han resultado en dos horas, a ver, cierra tus ojos y dino tengo COVID, no te salí positivo. ¿Qué les dio? A ver qué idea. Ah, nada más suspejos.

Bueno y bueno, pero vas a terminar muy pronto, a ver.

A ver, ¿echa le gana?

La psiquica, echa le gana.

Soy el palo. la vida. Ah, nada más suspido. Bueno y bueno, pero vas a terminar muy pronto a ver.

A ver, ¿echa le gana? La psíquica, echa le ganas. Soy la palma de la psíquica. Chale ganas. Y a temp contagio con la palma deita, pa' que la palma deita, porque dice eso. Claro que no. Este, yo creo que es muy, muy peligroso ser optimista, ingenuo. ver todo color de rosa no siempre, acuérdense que en la vida hay cosas buenas de cosas no tan buenas

de desear que suceda lo mejor si, pero afirmar que va a suceder lo mejor, cuidado, a ver no es lo mismo el fracaso al dolor, tener dolores normal, sufrir es normal es parte de esta aventura llamada vida, no todo va a salir nos bien, no toda la gente va a responder correctamente, no usemos el positivo hipotóxico como estrategia para animar a quien sufre, pensar que algo va a suceder simplemente porque lo deseas con mucha fuerza, pues sí eso es la fe, pero la fe más fuerte es aquella, para mí es, aquí estoy, lo que venga voy a tener la fuerza suficiente para enfrentarlo y si creo en Dios lo pongo en manos de mi Dios, pero también soy realista y sé lo que estoy viviendo y sé que tengo que quitar cierta alimentación y sé que tengo que cuidarme más. Para los días buenos, o para los días no tan buenos, lo que necesitas es una voz de aliento. Puedes seguir escuchando el podcast de Por el Placer de Vivir. Estás escuchando el podcast que te enseña a ser más feliz por el Placer de Vivir. El tema del día de hoy, optimismo tóxico, opositivismo tóxico, como le quieras decir, cuidado con eso. La máster en transformación Liliana Martínez, olguín tiene mucho que decir de eso porque ella se dedica a ayudar a que la gente saque su mejor versión, pero no lo haces así, ¿verdad? ¿Esto puede? ¿Es ánimo, ánimo? ¿Tú puedes? ¿Así no lo haces verdad, Liliana?

Así no lo ha, no, claro que no, porque así mi función, como ve. Ni función. A la mejor le funciona algunos, me refiero del verbo, del verbo, la actitud. Hay gente que sí, sí, sí, sí, se crece de levanta en los brazos, ahora vamos a gritar, ahora yo digo que tú eres un poderoso, hay gente que lo

así le va bien pero hay gente que lo lo hace le va bien pero que crees son como momentáneos, me explico tienes que estar constantemente arriba las manos, de arriba las manos cuando el cerebro lo puede hacer naturalmente por si solo, ahora eso es mi impresión, a ver dime cómo cuál es la recomendación en este tema del optimismo tóxico o el positivo tóxico, Liana. Mira, el optimismo, pues, y para llegar al optimismo positivo, hay que entender y aceptar y fluir en la vida con todos sus matices esas. O sea, la vida está llena de a veces baches, dificultades y enfrentarlos con positivo, es ver lo positivo de eso que me está pasando. Que es muy diferente al optimismo tóxico que es hacer de cuenta que no pasó nada, estar en una historia constante. Eso es la gente que cree que es felicidad y eso no lo es. Es imposible que tu cerebro te mantenga como cascabel. Eso también es una deficiencia mental, me explico. La vida se tiene que transitar con todos sus insavores y si tener la capacidad de ver lo mejor en cada situación, pero no estar esperando una constante euforia, te voy a decir porque es esa, porque la gente que no esté eufica, siempre que está algo mal con ello. Exactamente, se siente esta culpable. Meco. Hasta culpable. Hasta culpable cuando la felicidad no es euforia, la felicidad no es estar todo el día apacados de la riza, esos son momentos alegres, momentos divertidos. Entonces, aguas con eso, porque las personas empiezan a forzar a hacer optimistas cuando no se dan naturalmente en el cerebro y eso es una evasión y eso es miedo al sufrimiento que pues a nadie nos gusta pero es un terror a sufrirme explico entonces van almacenando todas las emociones y al ratito les reíntayas en en una enfermedad en una adicción, en una neuropia y en una depresión fuertísima. Entonces hay que tener mucho cuidado, el cerebro esar por sí solo sabe cómo mantenernos felices y optimistas, pero no es ese optimismo falso que vemos en Facebook cuando pasamos todas las fotos de todos alegres. Es un momento. Entonces, ojo con estarnos por santo. Tengo que estar feliz, tengo que hay momentos en que no tenemos que estar felices, me explico. Y tengo derecho a estar triste y tengo derecho a que hoy tengo una de chillari, de llorar, y de terme de abajo de las sábanas. Esto tenemos todo derecho, Liliana Martínez. Todos el derecho, pero además, hacía la vida, es a no podemos luchar con la sincronía de la vida, el ritmo de la vida, hay momentos de estar hasta arriba, de felicidad, hay momentos de estar hacia abajo. Entonces, uno es no compararnos con los demás, es a dar, porque veo yo a mi amiga que está atacada la risa en Instagram, en Facebook Facebook en TikTok y yo digo que pasa conmigo porque no estoy bien y a lo mejor lo que me hace falta es darme cuenta que estoy bien que mi familia Tazana que tengo a lo mejor que comer me explicó y estoy pretendiendo tener la felicidad de los demás cuando a veces es una ilusión. Una tremenda ilusión que causa daño, Liliana Martínez.

Y entonces también nos volvemos estos optimistas tóxicos que caemos mal, que fingimos una alegria desbordante y aparente. A poco tu no has tenido amigos que hiciste allá abajo. Ay, bajas. Tengo ahorita dos. pero ya las que yo creo que no sé si porque creen que yo soy así porque yo no soy así llena te quiero ser bien sincero contigo

tengo momentos muy A ver, yo creo que no sé si porque creen que yo soy así, porque yo no soy así, Liana. Te quiero ser bien sincero contigo. Tengo momentos buenos, momentos no tan buenos y los acepto y habrás mi dolor también. Pero creer que todo va a ser color de rosa oye que se imaginan. Exacto. Es que tú y yo por ejemplo, Cesar y Joel y todo aquí, pues somos personas contentas, me explicó, y estar contentas es agarrar la vida con lo que viene, y en nuestros trabajos nos demanda estar sonriendo y eso, pero todos pasamos por momentos muy difíciles en la vida, y pues le entramos también a eso. Entonces, aguas con estar fingiendo una felicidad, que no es porque explote dentro de nosotros y se convierten de presión, si es apelope ligeroso que es, no? Querer crear un fumo de fantasía, el mundo no es esa fantasía alegre, el mundo tiene matices y hay que aprender como dijiste tu abrazar esos momentos cuando los matices quizá no están tan coloridos. Tú dijiste un día a Aliliana que sufrir no es sinónimo de fracasso.

Exacto. Las personas si a peig personas se sep que piensan que si sufre eres un fracasado. Es rorgar, rafa. Es peligroso eso, ¿no? O cuando usamos la frase, solo se vive una vez a ver, no, no, no, no, se ve, a ver tener mucho cuidado. No alegre, alegre, solo se vive una vez, se vive una vez con todo, con todo y sus matices como bien dijo Liliana Martínez,

donde te encuentre el público Liliana. En Arroba, Liliana Martínez LM en mis redes, así es, Arroba, Liliana Martínez LM, Facebook, Instagram. Tengo derecho a sufrir y así es la vida y la vida se toma como bien. Y bendito Dios que se fue porque mira qué bien te ha ido, verdad, Golosa.

Así es más feliz y rosa, gante que no. Camino. Asociega esa lujuria, por favor. Te quiero... Te quiero, Liliana. Una pasada. Es que aparte somos muy amigos, Liliana y yo por eso nos llevamos haciendo, hay una pensar mal que se sorpresa. y nos leímos pero también lloramos juntos.

Ah, así si lloramos juntos, lloramos juntos,

lloramos juntos dos veces, tú sabes.

Te quiero, y no debo rachos.

Ah no. vamos haciendo ahí a pensar mal que se lo hagas. Y nos veimos pero también lloramos juntos. Ah, así si lloramos juntos. Yo he hablado junto dos veces. Tú sabes. Te quiero,

Liliad. Y no de borracho. Ah no, porque no toma nada a la mujer, no. Son la terrenalaste. Nos vemos, Lilián, hasta pronto. Por la brazo. No, brazo. El problema no es lo que te pasa, es cómo reaccionas a lo que te pasa.

Ánimo, hasta la próxima.

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