Buenos días, gracias por estar aquí en despertando podcast.

Iniciamos este día presentes y conscientes. Hay un mito que vale la pena desmentir. Toda la vida, hemos

catalogado a las emociones como positivas y como negativas, o como buenas y malas.

Pero hoy te voy a proponer una nueva forma de distinguirlas para que sea mucho más fácil

relacionarte con ellas.

Si pensamos en las emociones que normalmente catalogamos como buenas, podríamos pensar

en la alegría, en el entusiasmo o en la gratitud. Por otro lado, las emociones que consideramos

negativas podrían ser el enojo, el miedo o la tristeza.

¿Y qué es lo que hace diferente estos dos grupos de emociones. Lo que los hace diferentes es

la manera en la que nos hace sentir. Puede darnos una experiencia increíble o hacer

absolutamente todo lo contrario. Es por eso que el día de hoy te voy a proponer que las distinguas, como emociones placenteras

y emociones no placenteras, ya que cuando consideramos ciertas emociones como negativas,

hacemos hasta lo imposible por evitarlas en lugar de aprender a relacionarnos de forma saludable

con ellas.

La clave aquí es entender que cada emoción tiene un propósito en nuestra vida y aunque no

lo creas, no es únicamente a hacerte pasar un malrato.

Pongamos algunos ejemplos.

A lo mejor podrías pensar que el enojo es únicamente para causarte molestias a ti y a tus relaciones.

Pero la verdad es que el objetivo que tienes emoción

es ayudarte a reconocer que hay algo que está sucediendo en tu vida.

Algo con lo que no estás de acuerdo y te invita a poner limites claros.

Si dejaramos de ver el enojo como el enemigo y nos dedicáramos realmente escucharlo. Podríamos hacer los cambios necesarios en nuestra vida para poder volver a un estado de paz.

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