Esto rambulante soy Daniel Alarcón. Era agosto de 2020, plena pandemia. Melani Rifo de

20 años estaba con su mamá en su casa en Chial, una ciudad en el centro sur de Chile.

Mientras tomaban el T.E. como todas las tardes, la televisión estaba prendida en el fondo.

Pasaban las noticias y se escuchaba lo de siempre en esa época, contagios, virus, cuarentena, cepas, hasta que salió una alerta del Instituto de Salud

Pública de Chile que no tenía nada que ver con la COVID-19.

El 24 de agosto pasado, el Instituto de Salud Pública emitió una alerta sanitaria para el

retiro del mercado de las actividades anticoceptivas a NULET CD, por errores en la disposición de los comprimidos dentro de los embases.

Anulet Cede.

Cuando Melan y escuchó ese nombre, sintió un hueco en el estómago.

Era los anticonceptivos que estaba tomando,

decías un mes y medio.

Los mismos en los que había confiado

para no quedar embarazada de su novio.

La alerta hablaba de un lote en específico

que había presentado esas fallas, así que Melonín se fue corriendo su cuarto. Y yo fui a revisar mi milote de pastillas y no correspondía. Una livió, pero igual que doenciosa, pues ya tenía dos semanas de retraso.

Igual no empieza a especular otras cosas.

Como, ah, entonces puede ser que como soy irregular,

todas las pastillas quizás no me arribulan por completo, y como que empecé a verlo por ese lado.

Melaní tenía la costumbre de hacerse pruebas cada vez que notaba un retraso en su periodo,

y ahora, con esta noticia quería asegurarse de no estar embarazada.

Así que habló con su novio, Cristóbal Cabezas, y le dijo que de nuevo necesitaba hacerse un test, ya van seis meses juntos, él le acompañó

a comprarlo.

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