Hola, buenos días, gracias por estar aquí en despertando podcast. Iniciemos este día, presentes y conscientes. ¿Qué tienen contacto estas con tus emociones? Te pregunto esto porque es muy común que en lugar de aceptar y expresar nuestras emociones tendamos a reprimirlas. Nos aconsejan no mostrar nuestras emociones y fingir indiferencia.

Incluso... tendamos a reprimirlas. Nos aconsejan no mostrar nuestras emociones y fingir indiferencia, incluso en nuestras relaciones. Pero lo cierto es que al negar lo que sentimos, nos estamos negando a nosotros mismos una parte fundamental de nuestra humanidad. Por eso es que hoy te quiero hacer una invitación distinta. Hoy te quiero invitar a que dejes de esconder lo que sientes. Que valida es cada emoción que llegue a ti. Que te permita sentir y procesar. Hoy te invito a estar en paz con lo que sientes y con hacerse lo saber al mundo. Primero quiero que pienses en una cosa. Una de las principales razones por las que creemos que debemos esconder nuestras emociones, es por miedo a vernos como seres débiles. Creemos que no sentir nada es lo que nos hace fuertZ. Cuando en realidad, no hay nada más valiente que dejarnos sentir. Y aún más, expresar eso que sentimos. EXPRECER TOS EMOCIÓN ES NO TE HACED DE VIL. TODO LO CONTRARIO. ES UN AMOESTRA DE VALENTÍA Y DE CONFÍANCE en ti. Cuando comparte sus emociones con otras personas, estás permitiendo que te conozcan de verdad y que se sientan más cerca de ti. Y esto aplica a todo tipo de emociones. Cuando compartimos nuestros miedos o tristezas con alguien más, les estamos dejando ver esa parte frágil de nosotros y acompañarnos en ese proceso doloroso. Pero cuando nos permitimos compartir nuestro amor y alegría con otras personas, también les estamos abriendo las puertas en nuestro corazón. de tenerle miedo a la vulnerabilidad. ¿Por qué es ella la que nos permite conectar genuinamente con quienes nos rodean? Cuando nos mostramos vulnerables, nos estamos abriendo a la empatía, al apoyo, a la compasión. Todo el mundo tiene momentos difíciles en la vida. Y si somos capaces de compartirlos, podremos recibir la ayuda que necesitamos y sentirnos acompañadas y acompañados en el camino. Date la oportunidad de conocer a tus emociones y permíteles guiarte. No las ignores, no las reprimas, no las escondas. Escúchalas, observalas y aceptalas. Respira profundo y pone una mano en tu corazón. ¿Qué te está diciendo? ¿Qué estás sintiendo en este momento? cualquier emoción que esté ahí es igual de válida e importante. No hay emociones buenas o malas. Todas ellas son una parte natural de nuestra experiencia humana. La felicidad, la tristeza, el enojo, el miedo, el amor. Son todas emociones que tienen un propósito y una función. Al reconocerlas y aceptarlas, nos permitimos vivir una vida más auténtica y tomar decisiones más conscientes. Tus emociones no te definen, pero son las que te ayudan a conectar con lo que te rodea, a relacionarte con el mundo. Así que escuchalas y dales voz. Déjalas fluir. Si las reprimes, no se van a ir a ningún lado.

Solamente van a esconderse dentro de ti.

Y con el tiempo, será más difícil entender por qué te sientes como te sientes.

Respira.

Como te sientes.

Que tengas un gran día.