Hola, buenos días. Gracias por estar aquí

and despertando podcast. Iniciamos este día presentes y conscientes. Hoy vamos a comenzar este día en Calmita y quiero que recuerdes que hoy no hay prisa.

Todas y todos tenemos metas y muchos deseos que queremos ver realizados, pero a veces en

medio de esa ansiedad por alcanzarlas, olvidamos que el camino

hacia ellos también es parte del sueño. Así que, ¿por qué no disfrutar cada pasito

de este camino? Es fácil creer que debemos correr hacia nuestros objetivos. Pero la realidad es que cada paso que damos por pequeño que sea,

tiene su propio valor y merece que lo disfrutemos.

Cuando nos permitimos ir con calma,

comenzamos a ver el viaje de una manera diferente.

Ya no se trata solo del destino, sino de cada momento

que nos lleva allí. Y es en esos momentos, en los detalles que por lo regular pasamos por

alto, donde encontramos la verdadera riqueza del proceso. Ok, ahí te va un ejemplo.

Imagina que estás subiendo una montaña. Tu objetivo es llegar a la cima, pero si te

apresuras, puedes perderte la belleza de las flores que crecen a lo largo del camino, el sonido del viento que acaricia

las hojas o la vista impresionante que te rodea.

A veces en serio vale la pena detenerse, respirar profundamente y simplemente disfrutar de estar en ese lugar.

Cuando aprendes a tener paciencia,

te das cuenta de que no necesitas llegar a la meta de inmediato.

Puedes disfrutar de cada cosa que va sucediendo.

Sabiendo que cada día te acerca un poquito más a lo que deseas.

No importa si el ritmo es lento,

lo importante es que estás avanzando.

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