Buenos días. Gracias por estar aquí en despertando podcast. Iniciemos este día presentes y conscientes. La vida es una combinación de días buenos, días malos y días regulares. Cuando abrimos los ojos, no sabemos qué es lo que nos va a deparar este nuevo día, pero siempre hay que tener la apertura de recibirlo y dejarnos guiar.

Hay días que desde que nos despertamos se sienten bien, pero hay muchos otros que no,

y es importante que te des espacios para conectar con cómo te sientes y saber cómo hacerle frente a cada día. Debiendo del día que estés teniendo,

hay diferentes cosas que puedes hacer.

Empecemos con esos días en los que sentimos que todo nos está saliendo mal.

En el que nos despertamos tarde porque no escuchamos la alarma.

Nos bañamos con agua fría porque no prendió el calentador. Se nos enfrió el café y sólo le dimos un trago. Llegamos tarde al trabajo porque había tráfico y se nos olvidó nuestra comida en casa. Ya sabes de qué tipo de días te estoy hablando. Normalmente, ¿qué haces cuando tienes un día de estos? Lo más seguro es que te frustres y te pongas de mal humor. Pero darte cuenta, como entrar en ese estado emocional, solo te lleva a que todo te siga saliendo mal. que desde el inicio estamos enfrentando cada situación con una actitud de derrota.

Si empezamos a hacer algo con la idea de que vas a salir mal, lo más seguro es que salga mal. Por eso es importante que seamos conscientes que sólo es un mal día. Tomómate una pausa para respirar. Deja ir la frustración e intenta volver a tu centro. Vea un espacio que te haga sentir calma y tomo un par de respiraciones profundas. cómo vuelves al momento presente y tu cuerpo se empieza a relajar. Tal vez diste un par de pasos en falso a lo largo del día, pero eso no quiere decir que nada bueno pueda pasar hoy. Todavía le quedan muchas horas al día y tienes en tus manos el poder de hacer que todo sea mejor. Cuando sientas que tu día va mal, intenta darle la vuelta. Regalate un momento para hacer cosas que te gusten y que te hagan sentir bien. Enfócate en lo que ha salido bien hoy o en los últimos días. Busca algo que puedas agradecer en ese momento. Desahógate con alguien y saca todo lo que estás sintiendo. Ahora, también hay días que consideramos malos porque pasó algo que nos lastimó y nos llenó de dolor. Esos días también van a llegar y está bien. Les tenemos que dar permiso de hacerlo. A lo mejor estás viviendo un duelo, terminaste una relación o perdiste un trabajo. Esas cosas duelen y hay que dejar que duelan por un momento. Pero te quiero invitar a que cuando esto pase no caigas en un optimismo forzado. No quieras pasar del dolor a la alecría en un segundo. No es obligación estar bien todo el tiempo. Ni es necesario que le quieras ver el lado bueno a tu duelo en un segundo. Aunque sea difícil, date permiso desentirte mal y también de tener un mal día. No siempre tienes que darle la vuelta a todo, a veces solo tienes que ser fuerte para atravesar esos momentos con todo y el dolor que traen. En esos días, solo recuerda que lo que está sintiendo es humano, que no te hace menos, ni te hace débil sentirte así, y que poco a poco esas emociones se van a ir. Así que respira y tempaciencia.