Buenos días. Gracias por estar aquí en despertando podcast. Iniciemos este día presentes y conscientes. Uno de los momentos más críticos dentro de una relación? Es cuando tenemos que hacer un ejercicio de honestidad y preguntarnos. Estoy aquí por amor o por costumbre. Y hoy, aparte de intentar responder esa pregunta, me gustaría que intentaramos entender por qué estos dos conceptos son tan fáciles de confundir. Cuando nos relacionamos con otra persona, poco a poco van surgiendo todo tipo de emociones y sentimientos. Desde la atracción, el enamoramiento y eventualmente el amor. Incluso podemos llegar a sentir decepción en ojo o rechazo. Sería totalmente ilógico pensar que vamos a estacionarnos permanente en la emoción del amor. La clave para seguir teniendo una relación sana, será aprender a diferenciar todas esas emociones. Para entonces poder actuar en consecuencia de ellas de forma assertiva y responsable. Empecemos por el principio. Antes de que siquiera exista una relación, cuando dos personas tienen un primer acercamiento, es porque hubo algún tipo de atracción. Muchas veces esa atracción física, pero también puede ser de intelecto o de personalidad. La siguiente etapa por la que atravesamos es el enamoramiento, en el cual tanto las emociones como los químicos de nuestro cerebro

nos tienen disfrutando por completo a la otra persona.

Una vez que pasamos ese etapa,

es cuando el amor se convierte en una decisión que tomamos todos los días.

Y aquí entran en juego diferentes factores como el compromiso y el trabajo en equipo. Es precisamente en este etapa, en la que las cosas se pueden llegar a volver un poquito confusas. Sobre todo si no logramos realmente conectar con lo que sentimos. Y no vivimos con conciencia la relación que tenemos con la persona de enfrente. Nos podemos llegar a desconectar tanto de esto que cuando nos preguntamos, estoy con la persona por amor o por costumbre. Nos cuesta muchísimo trabajo encontrar la respuesta. Así que el paso número 1 ya te lo sabes. Ca contigo, con tus emociones y con tus necesidades. No vivas tus relaciones en automático y pones práctica la responsabilidad afectiva. Esta siempre va a ser tu mejor herramienta preventiva. Ahora si ya estás en ese punto de la relación, en el que genuinamente no sabes si lo que te mantiene ahí, es el amor o la costumbre. No te preocupes. Hay varias preguntas que te puedes hacer para tener un poquito más declaridad. la primera zona un poco lógica, pero es muy común que lo pasemos por alto. De molesta todo lo que hace tu pareja. Cuando respondas esto, sobre todo piensen esas cosas que hoy te molestan a las que antes no les daba absolutamente ninguna importancia. A lo mejor tiene ciertos hábitos como dejarla a tu alla en el piso, cosa que antes no te generaba absolutamente ninguna emoción y ahorita es algo que de plano notoleras. Esa puede ser una señal de que la costumbre ya te está pesando un poco. Pienza en esto. ¿Quieres compartir tu vida con alguien que te genera disgustos todos los días? Otra pregunta clave es ¿Siente seguridad de planear cosas a futuro con tu pareja? Temos dicho mil veces que hay que vivir y disfrutar del momento presente, pero también hemos hablado de lo importante que es tener planes y metas. Que imaginemos cómo queremos que nuestra vida se vea el día de mañana. Así que si en esas visualizaciones que tienes de un futuro, no cabe la persona con la que estás, probablemente sea momento de tomar una decisión. Y por último, preguntate, ¿tenas de tener muestras de efecto con tu pareja o más bien, lo haces de forma automática? La verdad es que hay frases que decimos casi por inercien ciertos momentos y desafortunadamente te quiero o te amo han entrado en esa categoría. Así que cuando des un beso, una brazo o digas te amo, pregúntate si realmente los sientes. Espero que estas preguntas te hayan dado un poquito de guía para saber si lo que te mantiene al lado de tu pareja es el amor o la costumbre. Intenta hacer esta reflexión con muchísimo amor y mucha compasión. Y cuando llegues a una conclusión, sea la que sea,

recuerda que el objetivo es que tú estés bien.

Ya sea que en ese escenario haya compañía de una pareja o no.

Que tengas un gran día.