¡Vamos a ver, andamos a ver, andamos a ver, and we are human!

¡¡¡¡¡Pero si es lo más!

Quiero que preste mucha atención,

porque yo sé que lo hace y por eso estamos aquí y en casa,

pero esto es sólo en esos mensajes que nos reconfortan el alma,

nos sanan y fundamentalmente nos liberan de muchas cosas.

en 1921, hace muchos años atrás, una pareja de Suecia, llamados David y Bea Flot,

viajaron como misioneros al centro de África, al que entonces se llamaba el Congo Belga.

Se reunieron con otra pareja de misioneros, los Ericsson y los cuatro, el matrimonio Flot y los Ericsson,

decidieron llevar el Evangelio a una zona, a una región apartada donde las personas nunca habían oído hablar de Jesús,

desdichadamente cuando llegaron el jefe de la atribu, allí en el Congo Belga,

no les permitió vivir, residir dentro de la aldea. Entonces lo obligaron a vivir casi a 2 kilómetros de distancia

y el único contacto que tenían con la aldea era un jovencito que el jefe permitió que se les acercara para venderles comida.

En un acto de gracia o de misericordia permitió que un jovencito de la aldea tuviera contacto con ello,

pero nunca se les permitió contactar con los aldianos. Ibea, esta dama terminó llevando a este jovencito que les llevaba comida,

terminó llevándolo a la fe en Jesús, le hizo a arrepentir de sus pecados, entregó el muchachito su corazón a Jesús,

pero ese fue el único progreso que lograron un solo convertido, cuatro misioneros con todos los recursos que eso significa,

un solo convertido un niño, muchachito ni se caba la adolescencia, nunca tuvieron más,

nunca tuvieron contacto con nadie más en la aldea.

Finalmente la otra pareja, los Ericsson, contrajeron malaria y regresaron a Suecia, de allí eran oriundo los cuatro,

y los flots se quedaron solos, Davy y Bea se quedaron solos, de pronto vea que estaba embarazada, también contrajo malaria y murió

pocos días después de dar a luz. El esposo, cabuna tumba discreta, se pultó a su esposa de 27 años,

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