Si eres adulto, tienes riesgo de contraer una enfermedad imaginaria, pero con consecuencias muy reales. Especialmente si eres médico, esta enfermedad se llama Bronsemia. Bienvenidos al podcast de Ted en español, soy Richard Rigarbulski. El médico Francisco Ocusi ha conocido a mucha gente en su profesión que padece de broncemia y él busca acabar de una vez con esta enfermedad.

En su charlante de X-Cordova Francisco explica cómo se puede curar.

El tema de la historia de la vida es una de las primeras las primeras

que se han hecho en la vida

y que se han hecho en la vida

y que se han hecho en la vida

y que se han hecho en la vida

y que se han hecho en la vida

y que se han hecho en la vida

y que se han hecho en la vida y que se han hecho en la vida Yo creo que yo creo que yo creo que yo creo que yo creo que yo creo que yo creo que yo creo que yo creo que yo creo que yo creo que yo creo que yo creo que yo creo que yo creo que yo creo que yo creo que yo creo que yo creo que yo creo que yo creo que yo creo que yo creo que yo creo que yo creo que yo creo que yo creo que yo creo que yo creo que yo creo que yo creo que yo creo que yo creo que yo creo que yo creo que yo creo que yo creo que yo creo que yo creo que la porés padecen a medida que pasan los años al comenzar a invadirse con bronce, creen que son próceres y sueñan que su estatua de bronce alguna vez esté en el patio de los hospital o de la clínica anáquia del trabajo. Este término les cuché hace fácilmente 30 años del Doctor Feyjós Soryo, un un médico reconocido a Córdoba, en un servicio de cirugía de la hospital de clínicas a Ken Córdoba, en el cual era también profesor a junto en Arsiso Arnandes, porque muchos atribuyan en Arsiso Arnandes este término de bronceña, pero de que la que encontré, la utilicen la docencia y me quedó grabada esa palabra para siempre.

Decían Arsiso Arnández que el enfermo de bronceña

he pasado por dos etapas.

La primera etapa era el importanctitis,

en la que él se creía que era tan importante

que nadie era mejor que él.

La segunda etapa era de mortalitis. Cuando el paciente se llegaba a su etapa final y cuando el bronz invadió a su cuerpo, ahí sí se creía que era un estatua olímpica e inmortal. Donde se desarrolla esta enfermedad y generalmente en aquello lugar que presum de un alto nivel de intelectualidad

y el medio ecológico ideal sin ninguna duda en la universidad. Pero también se han descrito a casos muy severos, entrebunales, grandes anatorios, en sociedades científicas, en empresas, también en instituciones deportivas de renombre, y por qué no decirlo ayer en el almuerzo me comentaban también en la clase política y justamente la clase política parece que sin antecedente que lo hicieran presumir la soberbil, la solemnidad propia del broncemico aparecen en el político de de manera espontánea. Otro dato importante es la edad. Generalmente, ha parecido a prestar 45, 55 años, pero en lo caso más severos se presentan hasta los 55, 65 años. Que es cuando el hombre en su deseo de desertar y hablar de cosas que, generalmente, aleí de forma bastante superficial, está en relación inversa con su edad y su capacidad de poder comprender y discernir. El sexo también es importante. Se creía que era más que nada del sexo masculino, pero creo que ahora con el auge del feminismo si hiciera nuevas estadísticas bien concretas encontrábamos gran número de mujeres con broncemia y lo que todos los autores tan de acuerdo en asegurar es que la broncemia en las mujeres siempre ha sido caso de extrema gravedad y prácticamente incurable. Los síntomas más comunes del broncemicos son tres, la diarre a mental, la hipocusa interlocutoria y el reflejo se faló caudad. La diarre a mental se caracteriza por una beborraja exagerada en la que el Boronsemicu habla y habla todo lo que su cerebro depone. Geneamente habla herigido y como si estuviera hablando desde un púlpito o arriba de un atrio. La Sorgera Interlocutoria acompaña siempre a diem mental. Cuando el broncemicu habla y habla y habla, su suoeído no escucha nada. Cuando el broncemicu habla, no escucha nadie. Y el reflejo sefa a lo caudal, es el de que la esa forma tan característica de caminar con la la cabeza elevada, la cola parada por la imprensión de bronce, y algunos autores dicen que el bronce comienza de positarse primero en los pies y después sube hasta llegar al cerebro. Y si esto fuera cierto, posiblemente justifique el hecho de que el bronce mico desde el comienzo de su enfermedad ya no caminan, se desplazan majestosamente. Esto de la broncemia que pensaba que era una cosa actual, no es así. De entulitoria de la medicina todos se hicieron hablar de galeno y aleno deérez, amor, era un médico que ejerció en la Roma Imperial en el año 162 y era un brotsémico, un ego latrico regible, hablaba permanentemente de su grande ganancia, de su fama y revestía todas sus curaciones de una manera milagrosa para poder impresionar más a la gente. Pero en la época actual ahora, estoy seguro que cualquiera de nosotros en el lugar donde desearreye monotractividad y cualquiera sea ella. Estoy seguro que debemos convivir con bronce enicos. Y quisiera darles un dato que es muy preciso y precoz, muchos autores dicen que uno de los primeros síntomas que tiene el broncémico es que comienza a perder la capacidad de sonreír. No voy a seguir hablando de los síntomas del broncémico, pero creo que es importante en esta chala decir qué podemos hacer para que nuestros jóvenes médicos o para que los jóvenes no se contagien de broncemia. Yo creo que únicamente podemos hacer con todos nuestros esfuerzos tratar de invuirles en sus cerebros, sus mentes, el deseo de ayudar a sus colegas, a sus colaboradores, a sus pacientes, de sembrar dentro de ellos para que floresca el espíritu de servicio. Y quiero distinguir entre servicio y espíritu de servicio. Recueros hace muchos años cuando estaba haciendo mi tesis doctoral en la sala de cirugía experimental, vi un conejo que les acaba otro conejo los hilos de sutura del lomo. Lo habíamos operado, un nacirugiano de lomo. Esto, de sacarle los puntos, un animal a otro no es extraño, le acaba de animal, incluso animales de distintas especies sacan las espienas o los cuerpos de extraña. Lo que este conejo estaba haciendo en ese momento, le estaba haciendo al otro un servicio. Porque el servicio es eso, un acto que puede ser incentivo y no necesitar la razón. En cambio, el espíritu de servicio es el profundo deseo de satisfacer aquellos que necesitan de nosotros. No es un acto, es una actitud, es una función de vida. Si los médicos jóvenes no se preparan para no utilizar sin tensamente del espíritu de servicio, están preparándose para contagiarse de broncemia. Hablábamos, sí, del espíritu de Servicio la forma de inculcarlos,

pero estas cosas yo no puedo ordenarle a mi médico joven por decreto. No le puedo decir a partir de mañana piensen así a partir de mañana comiencen a querer a sus pacientes. Eso no es posible, pero sí podemos ayudarlo con el ejemplo cotidiano para que esto pueda aprender dentro de sus corazones, dentro de sus deseos imperiosos de ayudar a sus colegas y a sus pacientes. Debo contar un cuento para que les fide hay un famoso pintor que había presentado una exposición que se llamaba las puertas del corazón. eranan puertas de distintos colores, la exposición era un éxito, puertas hermosas, colores combinados, pero a mí un personaje dentro de la sala que separaba dentro de cada puerta, la miraba y pasaba la otra. De pronto se para delante de una, justo al lado del está el pintor. Entonces, humildemente, Lice vea disculpe, me, la puerta justo de pintas son hermosas, pero yo soy ser ragero y quiero darle mi modesto opinión. Vio que su puerta no tiene épica, porte, ¿cómo se van a abrir? Y el pintor de dice, miren, le he pensado muchos años, pero la puerta del corazón no tiene en picaporte el lado de afuera, porque sólo se abren, del lado de adentro. Estoy seguro que ustedes están compartidos con médicos, brontemicos, y me imagino que cualquier de ustedes podría subir acá y contarnos como fue su experiencia al lado de un brontemico, de cualquier profesión. Solo voy a contar lo que le pidieron a Bernice, el que es un pionero de la medicina mente cuerpo, tres enfermos, terminales, jóvenes que morieron poco días después, cuando Bernice les dijo que quieren que le diga a los médicos jóvenes, porque yo tengo que hablar ahora en el acto de agreso, qué mensaje tiene que transmita. Estos pacientes le dijeron que golpeen en nuestra habitación antes de entrar, que cuando se desalgan, se desidan y nos aluden y que cuando hablen con nosotros nos miren a los ojos. Ninguno de estos pidió que encontraran la cura de su enfermedad, sólo pedían respeto, sólo querían respeto y terminó a estacharla con ese imp propio del edad. Le voy a contar una neota verídica, es en una sala de operaciones, una larga cirugía en la cirugía pronuniada que de pronto deben reemplazar a una de las enfermeras y cuando esta se retira pasa por detrás del cirujano un hombre que era reconocido con

por su espíritu de servicio, pasa detrás de él, le agaricia, le espalda, le da un beso y sale. Eso fue para este médico un regalo hermoso. Un hermoso regalo porque esto incluía todo el dolor y el amor que habían sentido, médico y enfermera juntos que habían compartido en las salas de operaciones. Esto le dio fuerzas al médico para seguir y como diría otro cirujano, amigo mío, a ese cirujano, se le llenó el corazón de música. Los médicos dioses, esos médicos que desayunan con Dios y después bajan a tender a sus pacientes, estos médicos brancémicos o lo brancémicos de cualquiera actividad, de cualquier nivel socio-cultural,

no pueden recibir regalos así.

Porque se sienten tan por encima de todos los que están asulados, que son incampaces de compartir nada. Gracias. ¡Para que no se pierdan ningún episodio de Teden Español, suscríbanse en Spotify, en Apple Podcasts, o donde prefieran escuchar.

Soy Jerry Garbulski y los espero en el próximo episodio.

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