Ah, los tóxicos los confunden con los intensos, pero la delgada línea, entre una persona tóxica y una persona intensa,

parece muy difícil de distinguir, porque son dos caras de una misma moneda, pero la clave para diferenciar al tóxico del intenso es la consideración. O sea, su capacidad de respetar los límites personales. el intenso siempre va a respetar y va a un raro de autonomía en cambio el

tóxico pues te va a respetar y va a un raro

de autonomía, en cambio el tóxico pues te va a invadir, se va a apropiar de ti. El intenso puede ser el enérgico en su forma de expresarse. A mí la mayoría de la gente me dice, ¿Uy, es que tú eres muy intenso? De hecho, soy bastante sereno. Nama es que la gente se imagina que yo estoy los domingos diciendo la mispo, ¿sásmonos huevos por favor?

no, se llano muy por el calle De hecho, soy bastante sereno. Nama es que la gente se imagina que yo estoy los domingos diciendo la mis posásmola,

¡Guegos por favor!

No. Soy a no muy por la calle tirando de rayos, no? Si no, esto es una energía energética, porque este es mi pasión, este es mi vida. Soy a una conferencia y todo mi cuerpo empieza a bombear de una forma completamente diferente. Pero yo siempre voy a honrar el derecho a establecer una frontera entre todo lo que me rodea, pero una persona tóxica se siente con el derecho a colonizar, a expropiar un territorio que no es suyo, va a llegar a donde no lo invitaron, vas a comentar en donde no tiene que comentar tu sués un pastelito y él dice ah, ¡ah, le hubieras hecho mejor de Baimilla y tú!

El tóxico siempre tiene maniobras que te inyectan ansiedad.

De hecho te van a pedir que los aceptes como son,

pero ellos nunca se van a aceptar a sí mismos.

Ya lo ubicaste.