Buenos días. Gracias por estar aquí andés perdando podcast. Iniciamos este día presentes y conscientes. ¿Quién de aquí tiende a sobrepenzar todo en su vida? Estoy segura de que si los tuviera en frente, en este momento vería muchísimas manitas arriba. Así que hablemos de cómo ponerle una pausa nuestros pensamientos para aprender a fluir un poco más con la vida. Siempre hemos escuchado sobre este conflicto eterno en el que no sabemos idarle más peso al o emocional o al orracional. Y en general pareciera que le tenemos mucho miedo a nuestras emociones, porque nos hemos esforzado mucho en apagarlas y guiarnos únicamente por la mente. Poder tomarnos un momento para pensar en lo que estamos haciendo y analizar sobre la mejor decisión a tomar es indispensable para poder ser más responsables con los pasos que damos en la vida. Pero hay que cuidar muchísimo que esto no nos gane y nos atrapen procesos eternos de darles mil y un vueltas que solo nos generan dosis altísimas de ansiedad. Cuando pensamos demasiado las cosas, no solo nos estresamos de más, sino que incluso nos podemos bloquear y ya no tenemos idea de

cómo seguir. Hay quienes incluso le llaman parálisis por análisis, y lo que pasa es que nos atoramos tanto en nuestros pensamientos, que nunca logramos siquiera pasar a la acción. Debemos aprender a encontrar el balance entre ser responsables para tomar decisiones informadas y obsesionarnos en ciclos de pensamiento eternos por miedo actual. Y sí, efectivamente es un proceso complicado. Manaj dejar nuestros pensamientos no es nada fácil,

pero no te preocupes porque tengo algunos tips que te pueden ayudar muchísimo.

Antes que nada, siempre te presente que tu mente necesita parar de vez en cuando

y que es vital que le permitas descansar.

Saturarla y hacerla trabajar de más, solo traerán guste y agotamiento. Si quieres herramientas para despejar tu mente, escucha el capítulo 12 de nuestra segunda temporada. Te puede ayudar muchísimo. Ahora hay que aprender a seleccionar los pensamientos que realmente nos ayudan y asilenciarlos que solo nos angustian. Si en el momento en el que estés tomando una decisión, llegan a ti pensamientos catastróficos o sientes la necesidad de darle mil vueltas al mismo pensamiento, respira y déjalo ir. Mejor concentrate en pensamientos que te puedan ayudar a encontrar soluciones y posibilidades a la situación a la que te estás enfrentando. Cuando detectes este tipo de pensamientos, también va a ser muy importante darles un poquito de orden y no dejar que te abrumen. Por ejemplo, si estás buscando la mejor solución a un problema y se te ocurre ni lesenarios posibles, elige los más realistas y analízalos de uno por uno. No te tores pensando en cosas como. ¿Qué hubiera pasado si? Y elige concentrarte en lo que realmente está pasando. Otra cosa que puede ayudarte es intentar observar las situaciones de distintos puntos de vista y perspectivas. Puede ser que te sirva a pensar en que le aconsejaría a alguien que quieres si estuviera en tu situación, o a lo mejor incluso puedes pedirle su opinión a alguien en quien confies. Antes de irme, te quiero recordar una cosa. La vida está ya fuera, no dentro de tu cabeza y tus pensamientos.

No dejes que le hecho de querer entender y desifrar todo, te impida disfrutar lo que estás viviendo.

Suélate y fluye un poco.

Que tengas un gran día.