Tiento de alguna otra parte, la llama no se apaga, es un brillo que no se

tiene, que la rega por fin es mi casa, el rey ya venido a morar, que la vida

mienta en casa se provee, divertir, es un brillo que no se detenta cada vez, oh

la vida no debería ser un viaje monótono y unilateral, desde la cuna a la tumba la vida

su ciclo de temporada, de esto hablamos hace un par de domingo de tiempo, de tapas y la conexión

de los años que forman tu vida no es un simple camino lineal, sino que Dios ven nuestra vida

como por temporadas, yo dice la temporada del primer amor, me acaba de conocer, así dice

las escrituras que algunos viven el primer amor, ahora está la temporada de las casas, ahora

pasa la temporada del desierto, la temporada de la llenura del espíritu donde lo que siente

almáticamente lo reaviva, pero vendrá la temporada en que el alma ya no sienta y tendrá

que creer que su espíritu aún permanece lleno y en fe tendrá que seguir moviéndose,

o sea, las temporadas van cambiando, Dios ven nuestra vida no por el calendario occidental,

y te mide por temporada, por etapas, el caíroz de Dios se llama, el tiempo de Dios. Salomón,

que vive sus años altos, ya es un hombre adulto, escriben eclesiastezca pítulo 3 lo siguiente,

todo tiene su tiempo debajo del sol, todo tiene su hora y su temporada, tiempo de nacer y de morir,

de plantar, de arrancarlo plantado, de matar, de curar, de destruir, de edificar, de llorar,

de reír, de endechar, de bailar, desparsir piedras, juntar piedras, de abrazar, de abstener,

de abrazar, de buscar, de perder, de guardar, de sechar, tiempo de romper, tiempo de coser,

de callar, de hablar, tiempo de amar, tiempo de borrecer, de guerra y de paz. 28 tiempos,

decribe, Salomón, hace una lista de 28 temporadas, que son retazos de los tipos de etapas,

que probablemente vas a experimentar en el curso de tu vida. 28 tiempos diferentes,

y él dice, es importante que identifique las temporadas para que no te aferres a una temporada

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