5 • 668 Ratings
🗓️ 20 November 2025
⏱️ 26 minutes
🧾️ Download transcript
La valentía no siempre es una gran hazaña épica, extraordinaria.
No siempre se ve como saltar de un avión o enfrentarse a una multitud.
A veces, es un mensaje enviado con las manos temblorosas.
Es saber que algo duele, pero aún así, decidir que mereces algo mejor.
Es entender que la despedida real no es la que se dice en voz alta, sino la que se siente en el cuerpo cuando finalmente eliges irte.
Ser valiente es pararse frente a nuestro miedo, darle la mano y decirle: vamos a hacerlo igual.
¿Te gusta este contenido?
💌 Suscríbete a nuestro Newsletter GRATIS aquí.
🫂 Únete al CLUB de Miembros aquí.
❤️🩹 Comienza terapia HOY aquí.
✏️ Envía tus opiniones: [email protected]
.
📲 Síguenos en nuestras redes.
.
💜 Psicología al Desnudo es un podcast original de Psi Mammoliti.
Click on a timestamp to play from that location
| 0:00.0 | Psicología al desnudo es una producción original de psimamoliti. La plataforma de Psicología y bienestar en la que podés encontrar a tu psicólogo ideal. ¿Qué es ser valiente? Salta de una viola en paracaídas. Enfrentarse una multitud de personas dando una charla en un escenario gigante. O valentía también es mandar un mensaje con las manos temblorosas, o alejarnos de alguien que amamos porque duele, y aunque cueste irnos, nos vamos igual, porque sabemos que merecemos algo mejor. ¿Qué hace falta para ser valiente? Y si no tenemos valentía, podemos desarrollarla. Veamos que tiene la psicología para enseñarnos. Soy Marina Mamoliti, psicóloga, y esto es psicología desnudo. El podcast de salud mental de Psyma Moliti, donde la veamos juntos en las profundidades del amente. |
| 1:25.0 | En el episodio de hoy la valentía. Pensá en alguien valiente. Puede ser un personaje ficticio de una serie, de un libro o alguien que conozcas. No lo pienses mucho. La primera persona que se te venga a la mente. Listo. |
| 1:25.9 | Cuando yo lo pensé antes de empezar a grabar este episodio, se me vinieron a la cabeza a muchos personajes históricos, incluso de la mitología gría como de Rcuales. Iroes que marcaron un antes y un después en la historia. Y claro, nos enseñaron a imaginar que la valentía se parece eso. Aventos heroicos, asañas gigantes. |
| 1:47.0 | ¿Cómo tirarse en paracaillitas? |
| 1:49.0 | Salvará a alguien de un incendio, hacer cosas que pocos se animan. Y sí, eso es ser valiente. Pero la valentía no siempre se ve así. Muchas veces es silenciosa se juega en lo cotidiano, puede ser animarte a tener esa charla en cómoda que venís postargando, decir no cuando siempre decís que sí, o reconocer que algo te duele, aunque te de miedo a mostrarlo. A veces el mayor acto de coeraje es ser honesto con lo que sentís. Empecemos por el principio, vamos a definir qué es la valentía. La palabra valentía viene del verbo Valer y del sufijo Ente que significa acción. Es decir, si nos guiamos por la etimología de la palabra, la valentía sería el hacer Valer una acción. ¿Qué significa? Que ser valiente no es algo que sentís, nada más, sino que es algo que también haces. Somos valientes cuando hay algo en juego, algo que nos importa tanto, que estamos dispuestos a pagar el precio que requiere la valentía, enfrentarnos al miedo, al incertidumbre, al dolor. La gracia está en que nos animamos a ser valientes porque, detrás de ese obstáculo, hay algo que es importante para nosotros. Somos valientes cuando tenemos que dar una mala noticia a alguien que amamos, pero entendemos que es necesario hacerlo. Somos valientes cuando les quemos decir lo que sentimos sin saber lo que siente el otro y nos enfrentamos a la posibilidad de que nos rechace. Somos valientes cuando finalmente podemos poner un límite y decir que no, después de toda una vida dejando que nos pasaran por alto. La valentía únicamente es posible entonces, cuando existe la presencia de algo valioso para mí. Nase siempre de lo mismo, detener algo que vale más que el miedo. Algo tan importante que soy capaz de de anteponerme, a un miedo enorme, a la sensación de vertigo y hacerlo igual, porque para mí lo que hay detrás de todo eso es más importante. La valentía como concepto moral y racional es una respuesta típicamente humana. Es una capacidad que nos dispara de otros animales, porque tiene que ver con una acción que surge como resultado de la combinación de la emoción con la connición. Vigotsky, un psicólogo vielorruso, decía que la Valentía no es algo instinctivo. No es automático como el miedo o la ira. Es un proceso, una conquista de nuestra mente sobre nuestras emociones. Inplica la capacidad de sentir miedo sin dejar que el miedo dirija el comportamiento, es aprender a calmar la migda la cerebral, que es una estructura que activa el miedo Y encender la corteza prefrontal que es la parte del cerebro que piensa y valúa decide. Desde el principio de los tiempos, todas las culturas ademidaron la valentía porque implica hermas allá de nuestra biología instinctiva, porque para hacer algo valiente tengo que previamente haber sentido miedo de morir seguridad y aún así accionar. Detengómosnos un poquito en este punto porque es fundamental para entender de qué hablamos cuando hablamos de valentía. La valentía no es hacer algo que para la mayoría da miedo, aunque para mí no. No, si hay ausencia de miedo, no es valentía. La valentía aparece cuando hay miedo y se actúa igual a pesar de sentir miedo. Y acá es cuando la condición toma protagonismo, porque si fuera por el miedo, si solamente le hicieramos caso a la emoción, Podríamos nos paralizaríamos o evitaríamos cualquier situación que consideráramos amenazante o peligrosa. Pero gracias a que podemos reflexionar, gracias a que podemos poner en valor lo que la situación implica para nosotros y para nuestra vida, es que podemos regular nuestro miedo y actuar con miedo y todo. Lo que es ser valiente para vos, puede no hacerlo para otra persona. Y eso es porque no todos tenemos los mismos miedos y nos enfrentamos a los mismos desafíos. Así como tampoco todos tenemos los mismos deseos, ni las mismas metas, o no a todos nos importa las mismas cosas. Hay personas que le tienen muchísimo miedo a abolar, pero su máximo sueño es conocer el mundo. Hay otras personas que no toleran exponerse ante el público, pero les encantaría cantar o actuar en un escenario. Otras que le tienen pánico a la bandón, aunque estén cansados de tolerar vínculos donde los tratan mal y los desvalorizan. Y si venís escuchando este podcast ese tiempo, ya sabes que el miedo no es un enemigo. Es una emoción que como todas viene a decirnos algo. Pero que lo escuchemos no significa que tengamos que obedecerles ciegamente cada vez que aparecen. Muchas veces el miedo salta como una alarma descompuesta. No porque la amenaza sea real hoy sino porque en algún momento del pasado sí lo fue. Si yo de chica rompí un plato, el favorito de mi mamá. Y cuando voy a pedirle perdón y explicarle que fue sin querer, mi mamá se noja muchísimo. Me dice que soy una desquadrada que nunca más puedo tocar la bajilla de la casa. Después para mí, pedir perdón, probablemente sea todo un tema. Me va a dar terror, porque el miedo no siempre habla del presente. Muchas veces, hablan heridas que no terminamos de cerrar allá atrás a nuestra historia. Y acá es cuando entra el juego a la valentía. Cuando entendemos que por más que sintamos miedo, hay cosas que tenemos que hacer igual, pero porque no hacerlas implica perdernos de mucho, de cosas importantes para nosotros. La valentía es esa bocésita interna que nos dice, dale, pues, poder si te da miedo, te tiembla todo, pero igual animate porque lo que hay del otro lado es súper importante para vos. Imagina la siguiente escena. Amalia tiene cuatro años, la la fiesta de cumpleaños de su primo Tommy. Hay juegos, tortas, globos, estansos, sabuelos, zapas, hay que le encanta en los cumpleaños. Pero de repente hay una tía que saca una bolsa negra y empieza a repartir lo que |
| 8:28.2 | parecen ser caras, caras horrible, de monstruos, de sombis, de hombres lobo. |
| 8:34.3 | Todos los nines del cumple se ponen, las más caras se empiezan a correr jugando a hacer |
| 8:40.3 | eso que representan. |
| 8:42.1 | Es la primera vez en su vida que amale a veces más caras de cotición. |
| 8:46.0 | Y le da mucho miedo, se queda paralizado. Siente que el corazón le va a explotar. Apenas puede salir corriendo o cara a su mamá para esconderse debajo de su remera. Durante los siguientes tres años, a Malia le tiene pánico terror a las más caras. Entonces se evita a los cumpleaños, se evita cualquier fiesta, evita las casas de cotición. |
| 9:06.0 | Todo lo que pueda tener una máscara cerca de por medio evita. Hace que un día, cuando tiene 7, la invitan un cumpleaños de una compañerita del cole. Ella sabe que va a haber disfrazes y máscaras porque se lo dijeron y ahí aparece el dilema ya quiere ir, quiere divertirse, pero el miedo sigue estando. |
| 9:26.6 | Me acuerdo como si fuera hoy. Me quede... se le dijeron, y ahí aparece el dilema, ya quiere ir, quiere divertirse, pero el miedo sigue estando. |
| 9:47.8 | Me acuerdo como si fuera hoy, me quedé paralizada frente a la puerta, porque sabía lo que había del otro lado. También sabía que esas máscaras no me iban a hacer nada, pero igual me daba apánico. Ahora, respire profundo, me dije a mí misma que yo podía abrir la puerta. fueron 10 segundos de adrenal de adrenalina de querer salir corriendo, pero me quedé. Porque yo quería estar en ese cumpleaños, quería divertirme como todos mis amitos. Al final fui a ese cumpleaños, me quedé. Y pasado un rato de la sensación de vertigo, se fue. Parece una pavada hoy, pero para mi mente de niña fue súper importante. Tanto que ese momento se me quedó grabado, porque ahí me di cuenta que yo era más valiente de lo que pensaba. |
| 10:09.4 | ¡Tragues! hoy, pero para mi mente de niña fue súper importante. Tanto que ese momento se me quedó grabado, porque ahí me di cuenta que yo era más valiente de lo que pensaba. Traigo esta historia para ilustrar esto de que la Valentía se puede ver de un montón de maneras. Ese pequeñísimo acto de Valentía fue una anteción después en la vida de Amalia. La Valentía no es un super poder con el que naces o no naces. No algo que tiene unos pocos iluminados y el resto miramos desde la tribuna. Hacer bañente sea prene, es una habilidad que podemos entrenar, desarrollar y fortalecer. Y lo que vivimos en nuestra infancia tiene un montón que ver con el desarrollo de nuestra valentía hoy. Si de chica me enseñaron a que llera capaz de enfrentar mis miedos, que sí podía, que en todo caso, si tenía miedo, siempre iba a ver un sostén. Si las cosas no salían también, probablemente yo haya desarrollado la capacidad de ser valiente. Probablemente no me cega tan difícil enfrentarme a situaciones que me generan miedo como rendir un examen complicado, presentarme una entrevista de trabajo o decir lo que pienso en voz alta aunque los demás no estén de acuerdo. Por el contrario, si por ejemplo tuve cuidadores súper temerosos que no me dejaban intentar absolutamente nada porque no vaya a ser cosa que me pase algo. Entonces difícilmente en el presente menazca actuar con valentía, porque el miedo es el que me guía y voy a creer que si lo enfrento la única posibilidad que tengo es que todo me salga mal. Esto no quiere decir que la creanza sea determinante en que tan valiente o no soy, pero sí puede influir en cómo operasivo la valentía. |
| 11:45.2 | Y por ende, en cómo me relaciono con ella, si me animo a hacerle lugar o la descierro por completo. Lo importante es que nada está agravado en piedra y que si reconozco que a mi vida le hace falta un poquito de valentía, puedo trabajar en construirla. Antes de meternos en qué podemos hacer para hacer más valientes, primero definamos que no es la valentía. La valentía no es no sentir miedo. Si no sentirás miedo, estaríamos frente a un problema muy grave. Porque si no siento miedo, no puedo distinguir lo peligroso de lo no peligroso y eso puede terminar muy mal. La persona valiente no es la que nos siente nada, es la que siente todo. Si siente miedo y aún así elijactuar. Si no hay miedo, no hablamos de valentía. Servaliente no es superar las dificultades insoledadas sin pedir ayuda. No es esto de bancar, se la por completo, sola o solo. Tener es que ser valiente, bancá te la solito, ¿eh? Como si una condición fundamental para ser valiente fuera, tener que enfrentar todos nosotros soles. Y esto pasa porque socialmente existe ese mito de que quien pide ayuda es débil. Y nadie puede con todo solo, no somos máquinas. De hecho pedir ayuda es un acto de valentía en sí mismo, porque implica reconocer que no puedes con todo, que necesitas de otro, y eso en un mundo que te exige, será autosuficiente hasta el límite, es un acto de coraje, el ejemplo por excelencia de esto es la psicoterapia. Animarte a decir, no tengo idea cómo salir de esto, pero quiero aprender. Es un acto de coraje inmenso y como hay a y miedo, hay valentía. La valentía no es no sufrir, ni nunca sentir malestar o dolor. No significa estar siempre bien, ni pasar por la vida sin sentir dolor. De hecho, no hay nada más lejos de la valentía que eso, porque ser valiente no es ser inmune a las emociones desagradables. Es más, si nos ponemos a pensar en cualquier persona que para nosotros represente la valentía, seguramente en su historia, a través de esos momentos de dolor, y justamente lo consideramos valiente por eso. Ahora, la pregunta inevitable es cómo hacemos para entrenarla. ¿Cómo pasamos de entenderlo, a vivirlo en el cuerpo, en las decisiones que tomamos todos los días? Varios recomendaciones para empezar. En primer lugar, trabajar en tu auto-confianza. Un pájaro posado en un árbol nunca tiene miedo de que la rama se rompa, porque su confianza no está en la rama, sino en sus alas. La frase me parece preciosa. La confianza, nosotros mismos, es ese colchoncito que sabemos que está en el piso, por si nos caemos cuando damos el salto. Si no confío en mí misma, entonces, ¿cómo voy a creer que sí puedo aprobar ese examen? ¿O cómo voy a saber que la decisión que estoy tomando es la correcta para mí? Sin la autoconfianza, serba el diente se vuelve más difícil, y la autoconfianza se trabaja de a poquito todos los días, empezando por tomar decisiones, decisiones que antes, quizás delegaba en otros o que no me animaba a tomar, confiando en mi criterio y en que si me equivoco, pudo aprender de eso. Tímito a que lijas una decisión chiquitita que hoy suelas de legar o postergar y le atome a vos. Puedes ser algo tan simple como elegir un lugar para comprar comida o mandar ese mensaje que te da miedo. Ponymarte levantar la mano y proponer una nueva idea en el trabajo, por ejemplo. También se construye escuchándote, conectando con vos, con lo que queréis, con lo que necesitas. A veces confiamos tampoco en nosotros mismos que ponemos todo nuestro foco en la afuera. Ocamos todas las certeza y seguridad de ahí. Y la afuera no nos va a decir lo que nosotros necesitamos. Así que quizás puede empezar a preguntarte todos los días ¿qué necesito yo ahora? Puede ser algo tan simple como la verdad es que hay necesito de janzar o hoy necesito pedir ayuda. También se construye reflexionando sobre todo lo que lograste hasta ahora. Desde lo más chiquitito hasta el mayor logro. Algo tan simple como, ¡Oy me anima a decir que no a un plan que no quería! ¿Por qué ese registro es la prueba feaciente de que sí podés? ¿Y si podés con todo eso? ¿Por qué no podrías con todo lo demás? Segunda recomendación para entrenar la valentía Yo enfrentar al miedo Esta es la verdadera condición para entrenar la valentía ¿Cómo? De a poquito No es cuestión de tidad hacia la pileta Es primero meter un pie después del otro Si algo te da miedo dividirlo en pasos mucho más chiquititos. Te da pánico hablar en público, bueno, empezás haciendo una pregunta en una reunión chiquitita. Te da miedo viajar a solo, bueno, empezás con una salida de medio día en tu ciudad. Exponete a lo que te da miedo de manera progresiva y no busques no sentir miedo. Busca tolerarar un poquitito más cada vez. Y cuando estés ahí en el medio de la incomodidad y tengas ganas de salir corriendo, acordate que no necesitas hacerlo perfecto, solamente necesitas quedarte ahí unos segundos más. Cuando empieces a enfrentar al miedo te vas a incomodar un momento. Pero con el tiempo vas a ver cómo la situación se va convirtiendo en algo cada vez más tolerable. O des cambiarla en la narrativa interna del no puedo al lo voy a intentar. O sea Antonio Marina, filoso folléscriptor, dice que las personas valientes no son las que no tienen miedo sino las que aprenden a hablarse diferente cuando el miedo aparece. El lugar de decirse, no puedo hacer esto, transforma en el diálogo interno, lo voy a intentar. No tengo idea cómo va a salir, pero lo voy a hacer igual. Así que cada vez que notes un pensamiento de autoboiCOT, intenta reemplazarlo. Por ejemplo, si dudas en enviar un mensaje difícil, pero que es importante de comunicar, en lugar de pensar no, no lo voy a hacer, me va a salir mal. También soy desite, voy a desearlo de la mejor manera que pueda y eso es suficiente. La vida está llena de momentos ni sagra que nos desafían, situaciones que nos ponen a prueba, decisiones difíciles que requieren un empujoncito extra. Y la Valentía no nos garantiza un final feliz, nada lo hace. Pero la cosa acá no tiene que ver con garantías, sino con poder mirarnos después sea cual sea el resultado y decir, fue fiel a mí, aposté por lo que me importaba. Y a veces eso alganza para cambiarlo todo. Y llegamos a la parte práctica de este episodio. Para el ejercicio de hoy, me inspiré en la escena de una película que vía hace unos años que me resonó porque habla de la importancia de ser valientes por lo que nos importa. Se llama un solojico en casa y lo que sucede es lo siguiente. El protagonista lleva a sus hijos a conocer el lugar donde él conoció a su esposa, la mamá de sus dos hijos, y los hace revivir esa escena. Les dice algo así como, les quiero contar cómo fue el momento en el que ustedes se volvieron una posibilidad. Entonces les cuenta que el día que le había por primera vez sintió algo tan fuerte que casi se paraliza. Podría haberse quedado quieto, podría haberse ido, pero en ese momento se dijo algo que le cambió la vida. Sólo necesito ser valiente 20 segundos. Y con todo el miedo del mundo le fue a hablar y le preguntó como se llamaba. Esos 20 segundos de valentía me quedaron resonando y por eso hoy se los traje acá a nuestra parte práctica. Porque solo 20 segundos de coraje, quizás pueden cambiar una historia entera. Vamos con un ejercicio para empezar a entrenar un poco la valentía. Paso número uno y identificar algo que quieras, pero que te den miedo. Por ejemplo, decirle a alguien como te sentís, levantar la mano para hacer una pregunta en una reunión, enviar un mensaje importante que venís postregando. El ejealgo al cansable, no lo que más quideras en el mundo, pero sí algo que te de miedo. Paso número dos, identificar cuál es ese miedo. Paso número tres, visualizar el peor escenario y des de ramatizarlo. Un montón de veces no nos paraliza lo que pasa, sino lo que imaginamos que puede pasar. En psicología, esto se llama anticipación negativa. Así que lo que te voy a proponer es que pongas esa película mental en pausa y la mires con otra perspectiva. Pensada en cuál sería el peor escenario si haces eso que te da miedo? Y después pensaba cómo podría hacer manejar esa situación si pasara. Ahora finalmente vamos a sumarle un poco de realidad. Quítamo probable, es que realmente pase lo peor. Por ejemplo, si tu miedo es hablar en público, el peor escenario quizás es, me trabo y todos me miran raro. El como manejarlo es, respiro profundo, a una pausa quizás me río de mí mismo, si me animo y sigo. Esto es probable que pase, bueno, quizás sí, pero la mayoría de las veces las personas están más preocupadas en los suyo que en jugarte. Cuando bajamos el miedo al papel, cuando los sacamos de nuestras cabezas, cuando lo miramos con el natural, deja de ser ese monstruo que parecien vencible en la oscuridad de nuestros pensamientos. Fieres de fuerza. El paso número cuatro es que tomes acción en menos de 20 segundos. Igual que el protagonista de la película. La mente sabotear las decisiones valientes cuando nos tomamos demasiado tiempo para pensarlas. No le des tiempo a tu cerebro para sabotearte cuando decidas hacerlo contamentalmente 1, 2, 3 y acción. Por ejemplo, si tu miedos enviaré ese mensaje difícil, que tenés |
| 22:29.1 | hace mucho tiempo dando vueltas, escribilo. Y antes de que tu cerebro empiece a dudar a pretar enviar en los primeros tres segundos. Si tu miedo es hablar en público, cuando sientas que querés decir algo, contás a 3 y levantar la mano. Y si hoy no podés, si hoy el miedo te gana no pasa nada, la valentía se entrena con paciencia y cada intento cuenta. Y el paso número cinco, este es importante registrar como te sentiste después, después hacer eso que te daba miedo, frena unos segundos, no sigas de largo, reconocelo, sentilo, a veces no nos damos cuenta del impacto de haber sido valientes porque pasamos rápido otra cosa, pero la clave para reforzar la valentía es detenerse y reconocer el canadio. Entonces la próxima vez que te animes a hacer algo registralo, en las notas de tu |
| 23:26.5 | teléfono en un cuaderno en tu mente donde sea, pero tomate unos minutos para tomar conciencia de la importancia de haberte animado. Algunas preguntas que pueden ayudarte en este punto son fue tan terrible como me lo imaginaba? ¿Qué aprendí de animarme? ¿Qué puerta se abrió |
| 23:47.8 | gracias a que me animé, a que fue valiente? Este paso es igual de importante que el de la acción, porque gracias a este registro que podemos generar nuevos circuitos neuronales que habiliten la valentía como parte de nuestra vida diaria. Ser valiente no se siente bien en el momento. |
| 24:08.9 | No es cómodo, no es fácil y muchas veces ni siquiera se nota desde afuera. La valentía suele ser una lucha interna. Es ese instante en el que estás por callarte, por irte, por hacer lo mismo de siempre, Pero decidís, sino de hacer espacio para el miedo y avanzar igual, porque detrás del miedo muchas veces está eso que más importa. Un vínculo que querés cuidar al un sueño que querés perseguir, de miedo muchas veces está eso que más importa. Un vínculo que querés cuidar algún sueño que querés perseguir. Una versión de bosque todavía no conoces. Ni yo ni nadie puede prometerte que la valentía es suficiente para que todos salga como bosqueres. Lo que sí puedo decirte es que cuando tení mezadar ese paso que tanto por terragaz, |
| 25:05.0 | más se descubrirá algo increíble y es que sos capaz de mucho más de lo que imaginabas. Este episodio llegó a su fin, pero psicología el desnudo es sólo la punta de la isla de todo el universo de Psymma Meliti. Para descubrir cada semana nuevos recursos te invito a que te suscribas |
| 25:27.4 | de gratis a nuestro Newsletter. Nos gusta decir que es como una dosis de viernes estar emocional el Semanal. Recibi el próximo este mismo sábado suscribiéndote en simamilit.com |
| 25:40.4 | Barra Newsletter. Титипунтоком – барр-нюхлета. |
... |
Transcript will be available on the free plan in 14 days. Upgrade to see the full transcript now.
Disclaimer: The podcast and artwork embedded on this page are from Psi Mammoliti, and are the property of its owner and not affiliated with or endorsed by Tapesearch.
Generated transcripts are the property of Psi Mammoliti and are distributed freely under the Fair Use doctrine. Transcripts generated by Tapesearch are not guaranteed to be accurate.
Copyright © Tapesearch 2025.