Estrés, ansiedad, querer controlar lo incontrolable, pronósticos y escenarios de la vida súper

pesinistas, poca confianza en las demás personas sin capacidad de elegarte aéreas, sobrecargándonos

de actividades que no podremos cumplir en un nivel adecuado al final de la jornada.

¿Te suena algo de todo esto?

Bueno, eso son algunas de las características típicas de las personas que son hiperexigentes.

Una tortura en vida. ¿No te parece?

¿Y machine que observarás a tu mano derecha mal tratar y herir a tu mano izquierda?

Pero de verdad, imagina esa escena.

No te parece que la contemplarías con mucho horror.

Y además te sentirías con recursos más que suficientes para explicarle a tu mano derecha

que vos en realidad necesitas de las dos manos y que las dos manos son en realidad con

laboreadoras complementarias que son parte de una misma persona y que no solamente vos

como persona como entidad completa necesitas a las dos para funcionar,

sino que ellas, entre sí, también se necesitan mutuamente para lograr cualquier objetivo que quieran.

Bueno, entre el aspecto exigente de intro nuestro y el aspecto exigido pasa algo muy parecido.

Si bien es un plano mucho más útil porque son aspectos psicológicos,

la realidad es que pertenece a la misma unidad, es decir, voz. Y ambas son necesarias y

tienen que poder colaborar entre sí para alcanzar las metas que voz, comentidad, completa

que eres al cansar. La hiperexigencia origina pensamientos bastante obsesivos y esta obsesión consume muchísimo

tiempo y energía, psiquícate más, que se le quita a otras actividades que disfrutamos

a ser.

Entonces, suele aparecer la frustración por una alcanzar determinadas metas que, en un

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