Cuando llegamos al pequeño hotel, éramos los únicos húbespedes y nos mostraron la habitación. El visora de madera muy vieja carochinaba al pizar, parecieles en ares de una película de terror. Cuando el señor de la recepción nos dio las llaves, nos advirtió que si salíamos y regresábamos al hotel de noche, pasara lo que pasara, fuéramos directo a la habitación. Masamitla, Galisco, México. Un pueblo mágico en plena sierra del Tigre, rodeado de bosques que parecen infinitos y de montañas que se envuelven neblina que adamancer. Conocido como la Suiza Mjicana, es uno de esos lugares que parecen salidos en Apostal, caís impedradas, casitas con techo de teja, olor a pino en el aire y cabañas que invitan a quedarse, desde las más modestas hasta las más lujosas. Si es un lugar que todos los que tengan oportunidad deberían visitar al menos una vez en la vida. Pero, como se le pasan en sitios con tanta historia y tanta naturaleza sobre el rededor, más amítela también guarda otro rostro, en las leyendas, en sus calles, en sus bosques, en las mismas cabañas donde llegan turistas a descansar, se cuentan historias de apariciones, de voces extrañas que llegan desde el bosque por las noches, de presencias que parecen vigilar o acechar desde los curidad. Suceso simplemente inexplicables, donde el tiempo parece transcurrir de forma distinta. Claro, hay legendas que se han transmitido de generaciones en generaciones, pero también están esas historias, esos encuentros con lo paranormal recientes, documentados, que los visitantes comparten con miedo. Después de investigaciones hechas por miembros de la comunidad, no son pocos quienes aseguran que ahí, en Más Amítela, sucede una de las las historias más populares de relatos de la noche, la cabaña en el bosque, y aunque eso nunca ha sido confirmado, tantos videos y comentarios al respecto terminaron provocando que mucha gente empezara a comentarlo en TikTok. Y nos encontramos con que ahora hay una gran cantidad de personas ajenas a la comunidad, incluso sin saber de nuestras historias de la cabaña en el bosque ni de las que hemos llegado a contar empezaron a compartir en esa plataforma y en otras más sus experiencias en las cabañas de Másamitla muchas de esas historias han llegado a nosotros algunas incluso sin los nombres de quienes las han contado,

pero creemos que es momento de compartirlas porque quizás estamos ante uno de los espacios con mayor actividad paranormal en México. Es momento de recopilar más historias, así que si tienes una, por favor, de pedimos que no se la hagas checar y mucho más pronto de lo que imaginas

estaremos ahí porque si nos encantaría ir a grabar un episodio ahí para comprobar si es cierto que nadie puede ir a masa mi clá, sin llevarse una prueba de los sobrenaturales. Estás escuchando relatos de la moche. A toda la gente que nos escucha en youtube les recordamos que darse hasta el final de este episodio porque vamos a anunciar a los 10 ganadores y ganadoras de libros del sorteo por los 2 millones de suscriptores. Empezamos este episodio con un relato muy pequeño del que nos pasaron una captura de pantalla. Esperamos encontrar el autor o autora. Sería muy interesante saber más al respecto. Esta es la historia. Hace tiempo fui con unos amigos una cabaña algo alejada del pueblo. Nos comentaron que la tienda más cercana estaba 15 minutos, así que decidimos ir alrededor del a 5 de la tarde cuando aún había sol. Caminamos y caminamos pero no llegábamos a ningún lado. Una hora después llegamos a una zona con casas pero no había nadie. Entramos a una tienda que se veía muy vieja y llena de polvo y decidimos no comprar nada ahí. Abansamos un poco más y llegamos a otra tienda, donde nos dijeron que efectivamente la cabaña donde nosotros nos quedábamos estaba a 15 minutos. Pensamos que nos habíamos perdido de alguna forma pero qué de regreso sería diferente, sin embargo, de vuelta hicimos otra hora y regresamos cuando ya estaba completamente oscuro. Algunos amigos se ven quedado en la cabaña y una chica había salido a buscarnos. Ella contó que al caminar llegó a ese mismo pueblo, el que parecía casi abandonado, que llegó en 15 minutos pero que al entrar escuchó

risas de niños, de niños que no veía el de o miedo, así que regresó.

Los rores que nunca nos encontramos, a pesar de que había un solo camino para llegar,

y a los lados, únicamente había bosque. Yo fui a Más Amítela cuando recién levantaron las restricciones por el COVID y apenas comenzaban a abrir los espacios turísticos. Me hospedé en un hotel que está detrás a la iglesia. No recuerdo el nombre, pero era muy antiguo. Cuando llegamos

éramos los únicos jueves pedeci nos mostraron la habitación. El piso era de madera muy vieja que archenaba al pisar. Cuando el señor nos dio las llaves nos advirtió que si llegábamos de noche, fuéramos directo a la habitación. Esa noche regresamos a escenar como la eso, sin media ya estamos criticando, cuando comenzamos a escuchar pasos en la habitación,

pasos de algo que no podíamos ver, pero que parecía caminar a un metro de nosotros, muy despacio. Tratamos de comenzar más a que la por lo viejo del piso y los cambios de temperatura. Lo extraño fue que ya con la luz apagada, dentro del baño se escuchaba como si, como si rodaran algo de metal, en la tina. Por miedo no nos levantamos hasta que amaneció, al revisar en la mañana encontramos ahí una moneda oxidada. Yo lo tomé porque había visto una fuente en el patio y pensé en

aventarle ahí. Cuando entregué la llave el recepcionista me preguntó qué de dónde

había sacado la moneda. Le dije que del baño y él me respondió que esas monedas antiguas

sólo podían encontrarse en el pozo, porque la gente hace mucho tiempo solía ventarlas

ahí. Hola Oriel y hola comunidad de Relatos de la Noche. Me llamo Carlos. Soy un gran seguidor de tu canal de ese YouTube y con cada episodio siempre me nace la necesidad de escribirte un relato que me ocurrió junto con varios amigos y mi hermano, así ya algunos años. Como persona séptica, este fue mi momento para comprender que hay cosas muy extrañas, pero sobre todo, como no mencionas en varios relatos, hay que tener respeto por las cosas que es conocemos. Esta es una historia que varias personas podemos contar, y que siempre coincidimos por que nos ocurrió a todos comenzó en el 2010. Varios amigos y yo decidimos rentar una cabaña en Másamite a Galisco, que está a poco mas de una hora de Guadalajara. Queremos descansar y pasar ahí el fin de semana largo. En ese entonces todos haremos estudiantes por lo que tuvimos que buscar un lugar barato para pasar esos días. unamos un total de 12 personas y conseguimos una cabaña con 3-4, un abajo donde durmieron 3 y 2 arriba donde nos acomodamos los demás. El primer día todo estuvo muy bien, pero sí pasó al horro. Dejamos nuestras cosas en los cuartos y salimos a comer. No solo un amigo se quedó para bañarse, y el cuenta que mientras él lavaba los sientes, alcanzó a ver en el espejo del baño alguien pasar por detrás de él. El baño tenía un espejo desde el cual se alcanzaban a ver las escaleras de la cabaña. No se quiso clavar en eso aunque ya no había nadie más en la cabaña, y simplemente el ignoró, y el día siguió como si nada. Por la noche ya con algunos tragos al corensima, comenzamos a contar historia de ese terror, pero más que nada para burlarnos, y después nos pusimos casi casi a retard que… si había algo que se manifestara, aquí algo pasara para poder creer. Teníamos esa típica valentía que de la fiesta entre amigos. Vaya error, como podrán imaginarlo. Esa misma noche, otro amigo que dormía solo con su novia, vio como con la luz de la luna, se formaba la silueta de una persona un lado de la cama, como si hubiera alguien parado viendo los dormir, se sustó tanto que se tapó con la cobija como con dos somos niños. Al día siguiente fuimos a caminar el pueblo y a la cascada, estuvimos afuera unas tres o cuatro horas. al regresarnos y nos cuenta de que la cabaña estaba... ¡Avierta!

Discutimos sobre si alguien había olvidado cerrar con llave, pero lo más extraño fue que todas las puertas en la cabaña, refinerador, la cena, baños, cocina, todas estaban abiertas. Como si alguien hubiera entrado robar,, pero... nada faltaba. Toda las cosas se llena ahí, incluso mi laptop, que vea dejado sobre la mesa porque debía entregar una tarea el lunes. Y entrada la noche todos estábamos reunidos en la sala tomando cerveza y tequila. Con un ambiente festivo todavía, pero definitivamente ya sin ganas de retar a nada. Cuando en el baño de arriba escuchamos que jalaron la cadena, todos nos quedamos en silencio, menos yo que, por alguna razón grité, ya bajé de guas cabanos. Dejó en mi forma de volarme de todo lo que estaba pasando para intentar restar la importancia para que no perdieramos el control. Pero nadie se rió, nadie reaccionó. Por más que queríamos evitarlo, el miedo ya estaba bastante instalado entre nosotros. Esa noche mientras ormíamos, un amigo vio como alguien entraba el cuarto grande, arriba donde estamos siete personas en literas, dijo que esa si lo etas suelo con mi, se quedó amilado por un momento, se inclinó hacia mí y luego se fue. Yo no sentí nada porque tengo el sueño muy pesado pero cuando mi amigo amigo me lo contó al día siguiente, lo único que tenía de sir fue… pues para el próximo despierta me por favor. El segundo día fue más tranquilo, conmigo son el pueblo, pasamos a caballo y estaba una discusión fuerte por dinero, creo, pero llegó la tercera noche, esa maldita tercera noche. Por ese punto ya intentábamos vermear con las cosas que habían pasado, y decíamos que cada día era peor que el anterior. De hecho, como recién se había estrenado o actividad para normal, no sé si la recuerden, comentábamos que parecía que estábamos viviendo la película, pero nada nos preparó para lo que ocurrió esa noche. Todo nos íbamos a dormir y por lo ocurrido, noches anteriores, decidimos cerrar con llave la puerta del cuarto. Serían alrededor de las 13 de la mañana cuando, entre sueños, escuché que alguien me llamaba en buswaja. Carlos, Carlos, despierta. Medio desperte y vi que era mi amigo. Me dijo, ¿alguien quiere entrar al cuarto? Volteza la puerta y vi como la manija giraba poco a poco hasta que la puerta empezó a abrir excelentamente. El miedo me paralizó, solo alcanci hablarle a otro amigo para prepararnos. Luis, Luis, abren los ojos. El despertó y vi a la puerta y solamente dijo, ¿quién se quiere meter? Entonces la puerta dejó de moverse y una calma extraña invadió la habitación. Según los despueses, escuchó como algo o alguien corría por esas escaleras golpeándola el pared confulla. El sonido fue tan fuerte que parecía retumbar en toda la cabaña. Eso duró al menos 30 segundos, hasta que se asotó la ventana del baño y sonó como si se rompiera en pedazos. Esta vez todos despertaron. Mi hermano fue el primer a preguntar que había pasado. Le dije que alguien se quiso meter al cuarto. El pensó de inmediato que se trataba de un ladrón, pero cuando intentó abrir la puerta para salir revizar, no pudo moverla. La puerta del cuarto estaba durada como si alguien les tuviera jaleando desde afuera. Mi hermano que es muy fuerte se apoyó con las piernas y por fin la puto a frir. Todos los demás se levantaron asustados y confundidos. Con mucho miedo decidimos revisar Racaváña. En un armario que no habíamos abierto, encontramos un crucifijo de casi un método de altura, enorme y muy detallado. Nos pareció extraño pero decidimos colocaron el pasillo. No sé, en ese momento sentimos que podía ayudarnos. Cuando intentamos dormir, cuando sentí que los enmase habían dormido, cuando por fin no sabíamos callado. Escuché algo, dentro del cuarto, como si alguien caminar entre cama y cama, arrastrando los pies. Yo con miedo a ser los ojos con fuerza y en cogirlas piernas, como cuando eres niñete escondes bajo las cobijas. en ese momento lo sentí, el colchón de la literad donde yo dormía se sumió, como si alguien supiera por él. Sentí como tomaban de las piernas y luego intentaban calarme hacia abajo pero, despacio, como si no quisieran despertarme. Gerite, no se imaginan como Gerite y mis amigos se levantaron corriendo asustados, encendieron la luz pero no había nada. Después de eso decidimos mejor dormir todos apretados en un mismo cuarto. entonces los golpes se tiraron allá abajo, junto a la puerta, pero dentro de la cabaña, como si alguien fue restido golpear a las paredes. La la manesar mientras el pueblo despertaba, escuchamos a unos perros ladrando sin parar hacia nuestra casa. No lo hicieron por minutos, sino por casi media hora. Era como si supieran que algo malo estaba allí adentro con nosotros. Antes de regresar a Guadalajara revisamos la cabaña para recoger los vidros que se habían roto. Pero no había nada. La ventana del baño estaba intacta. El único extraño era que en el segundo cuarto, el que dejamos vacío, las cobijas saban hacia almohadas, estaban arrumbadas en un rincón, como si alguien les hubiera ventado hacia allá, como si alguien se hubiera hecho unido. Eso fue el colmo, tomamos nuestras cosas y nos fuimos. No queremos pasar ni un minuto más ahí. Como dato adicional, quienes ormían en el cuarto de abajo aseguran que vieron la silueta de alguien subiendo las escaleras. Un detalle que solo subimos hasta varios días después. Espero que puedas contar esta historia y sobre todo me he preguntado si alguien más ha

vivido algo similar en ese lugar. No sé si puedas decirlo en el episodio pero los datos de la cabaña son... Fraccionamiento... Más amítla jalisco. Cabaña... NUQUI. NUMBER 9 Gracias por continuar por aquí comunidad, voy a preguntarles y por favor déjenme los comentarios o respuesta, ¿Han estado por allí en Más Amitla o sus alrededores? ¿Conoce a alguien que haya estado? Le repito que este es un primer episodio al respecto, pero nos encantaría tener más experiencias, más relatos para poder compartir en un siguiente episodio todavía más largo, todavía más especial. Es muy curioso, hay pocos lugares que tengan tantas historias que sostengan un episodio entero, el metro de la ciudad de México, el centro histórico y seguramente habrá otros como la zona del silencio o la Patagonia, o calafate en la Patagonia. Díganos por favor, ¿cuál sería otro lugar tan especial? ¿Cuál se nos está pasando? Sería muy bonito encontrar más lugares con muchas historias por contar, pero por ahora es momento de seguir. Continuamos con más historias esta noche y vamos a pequeñas vivencias que nos mandaron personas que las fieron en plataformas, esperando pronto a dar al respecto. Hace más de 12 años, me pasó algo en una cabaña por ahí. Estamos en ando y desde mi lugar, de y a directo hacia la ventana frente al comador. De repente vi que alguien se acercaba. Al principio solo extinguía la silueta, pero cada vez estaba más cerca, acercándose a la cabaña, hasta que atravesó la ventana y desapareció. Mequecento, o sin decir nada, hasta que la mamá de la amiga de mi hermana volto y me dijo, ¿lo viste verdad? Me caí el miedo. Resulté que ella era vivente y nos explicó que ese espíritu ya tenía tiempo rondando esa cabaña. Dijo que era un muchacho que se había accidentado. Se te... quedó penando. Esta noche ya no pudimos dormir y el día siguiente nos cambiaron de cabaña. No sé si fue algo para normal o no, pero mi esposo y yo salimos a caminar de noche por el bosque y de repente todo se volvió tan espeso que tuvimos que encender la linterna del celular. En ese momento sentí que me apretó muy fuerte a la mano y empezó a jalarme, asustado y muy nervioso. Cámencionar que él no es nada asust de hizo, pero me llevaba rapidísimo de regreso sin

decir una sola palabra. Yo llevaba la piel arrizada, más por su reacción que por otra cosa, porque yo no había visto nada. En la cabaña me confesó que entre los matorrales, vio a un ser humanoide, hagas zapado, observándonos fijamente, como llevábamos la interna

encendida, la luz alcanza a reflejarse en sus ojos.

Alpenso que en cualquier momento podría levantarse y empezar a seguirnos, por eso reacciono

así.

Yo de solo acordarme, todavía me pongo chinita, aunque seguimos amando y ramazamitla. En una ocasión cuando nos quedamos ahí, mis papás fieron la que a veces una persona pasara por la parte baja de un ventanal, que estaba casi tres metros del piso. El ventanal daba hacia el patio de la cabaña. Mi papá y mi cuñado que son altos salieron a revisar si pudieran asomarse para comprobar si alguien se había metido, pero aún es altaba bastante para alcanzar esa altura. No tenemos idea de qué fue lo que se asumó. nos hospedamos en una cabaña y la segunda noche comenzamos a sentir una vibra extraña. Durante la convivencia, un amigo empezó a gritar sin parar y a llorar, señalando que había una mujer muy rara en las escaleras. Nosotros no vimos nada, pero el incluso se desmayó.

Lo acostamos y más tarde cuando intentamos dormir, no paraban de tocarnos la ventana.

No pudimos dormir porque no nos dejaban.

A la mañana siguiente salimos inmediato con la primera luz el día, aunque aún nos quedaban

...