Hola, buenos días, gracias por estar aquí en despertando podcast.

Iniciemos este día, presentes y conscientes.

Querida mamá. ¿Qué suerte tengo yo de poder llamarte a ti mamá?

De haber venido a este mundo a través de ti

y de poder dar cada paso contigo a mi lado.

Quiero creer que es cierto eso que dicen de que elegimos a nuestra madre antes de

llegar a este mundo.

Porque si eso es cierto, significa que mi alma sabía que tú eras la única manera

en que yo podía encarnar este cuerpo y vivir esta vida.

Que tú eras la mejor maestra y compañera para guiarme en cada paso, que tu mano y la

mía se tenían que agarrar y nuestros pies tenían que recorrer el mismo camino.

Así que gracias, gracias también a ti por elegirme, por ser complice y maestra, por siempre estar amilado

y por enseñarme el verdadero significado del amor incondicional.

Gracias por ser una constante en mi vida, por tomarme de la mano cuando lo necesitaba,

por secar mis lágrimas y seréco de mis risas.

Gracias por cacharme cuando me caigo y darme el empujoncito que necesito para seguir

adelante, por ser confidente en los momentos difíciles y por celebrar conmigo en los momentos

más felices.

Arratos la vida puede ser muy complicada.

Hay días en los que todo fluye su abecito y sin apuros

y otros en los que siento que no puedo ni respirar.

Pero pase lo que pase.

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