Buenos días.

Gracias por estar aquí, en despertando podcast.

Inicimos este día presentes y conscientes. ¿Te consideras una persona paciente?

Ahora, eres paciente contigo. ¿Por qué este tipo de habilidades luego las trabajamos

y las desarrollamos hacia afuera? Con otras personas. Pero cuando se trata de aplicarlas con nosotros mismos, la

cosa cambia.

Sea como sea, la paciencia no es una habilidad que nos caracterice en este momento del tiempo.

Vivimos en un mundo de inmediatés y nos hemos acostumbrado que todos los procesos vayan

demasiado rápido y que los resultados sucedan de un segundo a otro.

El ejemplo más claro de todo esto es que si se te ocurre que hoy quieres comprar cualquier

cosa.

En un par de horas puede estar en la puerta de tu casa sin que siquiera tengas que salir a buscarlo.

El problema es que queremos replicar esto a las diferentes áreas de nuestra vida,

incluyendo nuestros procesos personales.

Cuando terminamos una relación, buscamos todos los remedios más mágicos para sentirnos bien en un día. Cuando queremos sanar un trauma, queremos que alguien nos de una fórmula de tres simples

pasos a seguir.

Cuando descubrimos un área de oportunidad, queremos un ejercicio que nos ayude a resolver

lo todo y en ese instante. Pero desafortunadamente la vida no funciona así. Las cosas necesitan

de determinado tiempo para suceder. Y las personas necesitamos poder crecer y evolucionar

a nuestro propio ritmo. Es por eso que hay que bajarle un poquito a nuestra autoexigencia e intentar

entendernos desde una visión mucho más autocompasiva.

Uno de los pasos más importantes para trabajar la paciencia con nosotros mismos es lograr

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