Hola, buenos días. Gracias por estar aquí en despertando podcast. Iniciemos este día presentes y conscientes. ha pasado que de repente sientes que todo a tu alrededor comienza a moverse muy rápido, que te llenas dependientes y de actividades por hacer sintiendo que te falta tiempo. Yo también he estado ahí, y es que a veces nos enfocamos tanto en ser personas productivas, que la prisa provoca que sintamos que no existe pausa o algún final para todo eso. Y eso hace que a veces nos olvidemos de cosas tan importantes como nuestro propio bienestar físico y mental. importante recordar que cuando algo comienza a afectar nuestra salud, está bien parar. El mundo y las personas pueden esperar pero tú bien estar no. Cuando empezamos a sentir los efectos del estrés, la ansiedad o el agotamiento físico, es una señal clara de que es momento de hacer una pausa. La clave está en hacer suficiente espacio para respirar y despejarnos en nuestro día a día, que no tengamos que esperar a llegar a ese punto para detenernos a descansar un poco. A veces la presión de cumplir con todas nuestras responsabilidades nos lleva a creer que no podemos permitirnos un descanso, pero te repito, el mundo puede esperar. Y sí, las tareas y los pendientes se llenan ahí cuando regresemos. Pero si no nos cuidamos y estamos ahí para nosotros mismos, ¿cómo podremos realizar esas tareas? Es importante reconocer que no somos invencibles ni inmunes a las consecuencias que nos puede traerla sobre carga de trabajo. Recuerda que tu éxito no se mide en las horas de trabajo que realiza salida. Y que puedes parar el tiempo que necesites para regresar sobre cargado de energía y motivación.

Claro que la constancia y la disciplina nos ayudan y nos acercan a cumplir nuestras metas.

Pero dentro de esta misma constancia,

necesitamos considerar al descanso

y al tiempo de calidad con nosotros mismos,

como factores que se incluyan dentro de nuestra agenda dependientes.

Nuestra mente es avía y el cuerpo refleja todo lo que ella siente. Así que trata de no ignorar esas señales. Aprender a cuidar de ti es un acto de amor propio. Puedes comenzar a comunicar tus límites a las personas que te rodean. Explicarles que necesitas un tiempo para recargar energías y ver por tu bienestar. Las personas que te valoran y te aprecian, comprenderán la importancia de lo que necesitas. Cuando te das el espacio suficiente para descansar, tu mente se aclara, tu cuerpo se relaga y te sientes más presente. Ya hemos hablado de lo productivo que es el descanso. Considera tomarte una pausa dentro de tu rutina diaria. Incluso este es un gran hábito que te puede ayudar a ser más eficiente en tus otras responsabilidades. No es necesario poder con todo al mismo tiempo. Aprende a priorizar lo que realmente importa y a diferenciar entre el urgente y lo importante. Al hacerlo, te darás cuenta de que hay tiempo suficiente en la vida para cuidar de ti y cumplir con tus responsabilidades. Así que no sientas temor por parar un momento y escuchar lo que tu cuerpo y tu mente necesitan. Date el tiempo que sea necesario para poder estar bien y hacer las cosas que te regresen a un momento de más tranquilidad y verás cómo regresas a tus responsabilidades

con más motivación y con más energía para seguir afrontando los retos que te pone la vida.

Te deseo un día en el que te regales algún momento para poder reconectar contigo.