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🗓️ 7 October 2025
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En este segundo episodio de #OctubreDeRelatos, una familia descubre que un gesto aparentemente inocente en el panteón puede traer consecuencias que ningún rezo ni disculpa logran borrar del todo.
Lo que comenzó como un día de visita para recordar a los que ya no están, pronto se convierte en una experiencia que marcará sus vidas para siempre.
Una presencia silenciosa, una figura imposible… y un hogar que nunca volverá a sentirse igual. ¿Te atreves a escuchar?
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| 0:00.0 | Estaba dormida solo en mi cuarto, muy tranquilamente cuando me despertó el frío. Me volvía tapar bien, pero de repente volvía a sentirlo. Jale la cobija y me dí la vuelta para toarla con el peso de mis brazos. Entonces sentí un jalón, luego otro. Y otro que finalmente me está pupo por completo. No estaba sol en mi cuarto. Había algo ahí abajo. Muy buenas noches comunidad. Hoy es uno de los episodios donde una sola historia va a llenar el espacio. Una historia terradora como todas las que hemos prometido en octubre |
| 0:45.4 | de relatos. La siguiente experiencia como nutren es de esas que lamentablemente no podemos contar con un punto y final, sino con puntos sus pensivos. Es una experiencia que al día de hoy siga tormentando a una familia. Es por eso que además de pedirles discrección y que tome la siguiente historia con mucha madurez, en bien buenas fibras a sus protagonistas. Y si creen en un dios por supuesto, una oración es más que bienvenida. Estoy completamente seguro que la van a agradecer. Sin más, es un momento de adentrarnos en ella y como muchas veces les voy a dar una oportunidad, tienen 15 segundos para salir de aquí y buscar otro contenido. Alguien otro podcast que les te confianza de ser ficción, porque la historia de hoy se puede quedar con ustedes. Espero que su decisión esté tomada y sea la correcta y si se quedan, déjense llevar. Ya estás escuchando relatos. De la noche. Hola comunidad, antes que nada quiero aclarar que esta historia no es algo que haya terminado. No lo siento así. De hecho me da miedo pensar que apenas estamos en el principio. Todo comenzó en el viernes del año pasado, el día primero, cuando fuimos al pantheon. No era por el día de muertos, ni por ninguna tradición de esas, simplemente es el día del cumpleaños de mi madre, y aunque ya no está con nosotros, nunca le dejaríamos sólo en su día. Fue muy |
| 2:26.7 | temprano al cementerio. Por suerte en esas días todavía no se llenaba de gente. Es un |
| 2:32.6 | planteo pequeño, tranquilo, de esos son de cada sonido se escucha de este la entrada |
| 2:37.1 | hasta las tumbas del fondo. Nos quedamos un buen rato frente a su tumba, primero platicando |
| 2:43.0 | entre nosotros y luego, en silencio, hablándole a ella. Mi papá y yo nos tornamos para hablarle en silencio. Como si de verdad pudiera escucharnos, y le diremos oportunidad de tener conversaciones con ambos. Es algo que hacemos es de que murió cada que la visitamos. Mi hermanito en cambio se aleja siempre. el tenia tres años cuando cuando mi mamá falleció, así que no le recuerda tanto. Supongo que por eso, como soy mayor que él, 16 años, me vean más como una figura materna que como su hermana. Entiendo, pero más voy a le pensar que algún día podría… podría olvidar por completo los pocos recuerdos que tiene de su madre. Cuando regresamos a casa trayamos ese cansancio raro que se siente cuando la tristeza no te deja soltarla del todo, que no es físico pero se siente los huesos, bien adentro. Para levantar un poco el ánimo pedimos una pizza, es como un rito al pequeño que tenemos ese día, senar juntos, ver alguna caricatura con mi hermano y |
| 3:46.9 | no hablar tanto de lo que sentimos. Y hermano se quedó dormido muy rápido frente a la tele con la boca manchada de salsa todavía. Y papá yo platicamos un rato en la sala, nada profundo, cosa es el día de la escuela del trabajo, del pantheón. Luego él se fue a su cuarto como siempre, |
| 4:07.7 | en silencio. Yo me quedé guardando en la pizza que sobró. Me sentía sensible, tocada como cada año, aunque habían pasado ya tres de su muerte. Esta fecha siempre habría heridas que a veces, es, sólo a veces se podían sentir cerradas. |
| 4:28.6 | Y fue en ese momento cuando escuchamos que tocar una la puerta. Lo primero que pensé fue que había escuchado mal, porque nadie puede tocar la puerta directamente. No se puede entrar, hay que cruzar un patio grande antes y tenemos rejas y barda. No podía haber alguien adentro del patio. Pero no fue mi imaginación. Mi papá también me escuchó. Salió su cuarto de inmediato y me preguntó si había sido yo. Dejí que no y el salió rápido revisar. Yo lo seguía a un confundida. Dimos la vuelta a la casa. No había nada, nadie. y en la reja, ni en el patio, ni en la calle. Cuando regresamos a la sala mi hermano ya no estaba, sentí que el corazón me dio un brinco, los que vamos en la cocina, en el baño, nada, hasta que entramos a su cuarto, que lo encontramos se costa, bien tapado, profundamente dormido. Eso fue lo más raro, él nunca se despertaba por su cuenta cuando estaba en la sala, siempre teníamos que cargarlo hasta su cama cuando se quedaba dormido viendo la televisión. No entendimos como lo hizo, pero tratamos de no pensar demasiado en eso. Fue un momento extraño, pero lo dejamos pasar. No podíamos hacer nada más. Al día siguiente, Manesí sintió en la medevel. Muy débil. Mi pata también. Pensamos que estamos enfermándonos, porque de verdad, apenas y podíamos mantenerlo se pie. El dijo que no quería sionar, y apenas logré servirme un poco de cereal, era sábado ya estaba yo viendo, así que cancelé los planes que tenía con mis amigas. Querías cansar y recuperarme en casa, descansar lo que pudiera. Mi papá no salió de su cuarto en todo el día, ni para comer, ni para suerte café, ni para nada. Varias veces fui a ver como estaba, y siempre un encontré profundamente dormido, respirando muy profundo, casi roncando, así que lo dejé. A veces así le pasa, cuando lo alcance la tristeza, simplemente se duerme todo el día. Llegó la noche casi sin darme cuenta, llevi a mi hermano su cuarto lo costé, y yo me quedé un sillón cómodo que teníamos ahí en su habitación desde que era bebé. No tenía fuerzas para irme a mi cuarto. Ayúbia seguía cayendo constante y el sonido me arrujaba. Ni modo. Aquí me adormo, pensé. Agarré una cobija y ahí hecha bolita, me dejeír. Me quedé bien dormida. Entonces, escuché. Toca una la puerta, muy despacio. Entre la Ayúbia apenas era un mormullo, pero lo escuché. Y después oí claramente, como se abría la puerta de la casa. Y cuerpo apenas respondía, me levanté como pude con aspiernas flojas, cerrar la puerta del cuarto y me quedé recargar de en ella, intentando turarla con mi mi propio peso. Quisé gritar a mi papá pero no me salía a la voz, era conocido algo me presionara el pecho. Escuche pasos, lentos, muy lentos. Pasaron frente al cuarto donde estábamos bien mano y yo, y siquieraieron hasta el fondo, hasta mi cuarto. Y escuché como la puerta se cerraba. No recuerdo bien que pasó después, y pensamientos empezaron a anularse como si me viran dado un somnífero. Me costé en el suelo, justo al lado de la puerta, para detenerla con el peso de mi cuerpo y me quedé dormida. No sé cuánto tiempo pasó. Desperté de golpe cuando mi papá briló la puerta, era de madrugada. Me encontró a itirada. Lo primero que vivó su cara de preocupación, me dijo que se había despertado porque soñó que alguien estaba dentro de la casa y fue a revisarnos. Volteía a ser a cama y el mano no estaba. Lo buscamos y lo encontramos dormido en mi cuarto tapado. Profundamente dormido como si nada hubiera pasado. Me dio un escalofrío. Cuando me quedé dormida, él estaba en su cama. No había forma de que se hubiera levantado por su cuenta, ha atravesado la casa, y he costado en mi cama sin que yo lo escuchara, sin que pasara por donde yo estaba. O lo hizo mientras yo estaba en ese estado tan extraño como Diplosis. O alguien más lo llevó. Esa fue la primera noche. Deci ahí, nada volvió a sentirse igual. A la mañana siguiente, cuando por fin pudimos hablar con calma sobre lo que había pasado, mi papá me contó lo que había estado soñando todo el día anterior, mientras estuvo enfermo. No fue un sueño cualquiera, me dijo que desde que se durmió en la mañana cuando se levantó sin tiendo semal, sintió que estaba atrapado en una especie de bucle. Todo el día, todo el tiempo que durmió, soñó exactamente lo mismo. en el sueño alguien daba vueltas alrededor de la casa, una y otra vez, una y otra vez de nuevo sin detenerse, sin descansar, como si estuviera vigilándonos, como si quisiera entrar o como si vigilar a que nosotros no salí a la mujer, no podía ver quién era, pero podía sentirlo. Pes por las ventanas, se asomaba, tocaba las puertas como probándolas, buscando alguna que estuviera abierta, y luego volvía a dar la vuelta, otra vez, así sin parar. Y papá me dijo que incluso en el sueño podía ver como el cielo se iba oscureciendo, como caía la noche y esa cosa se guía ahí dando vueltas alrededor. Él quería despertar pero no podía, le dolió mucho la cabeza como si algo lo rotubiera adentro como si algo muy pesado lo mantuviera pegado la cama. Sus ojos no podían abrirse por más que lo intentaba, por más que luchara por hacerlo. despertabamos un segundo si lo hago volvía a lo mismo, al mismo sueño, averéso ahí afuera de nuevo. Cuando por fin lo grabé los ojos, ya era muy de noche, escuchó la puerta de la casa abrirse y luego los pasos, pero pensó que era yo, que tal vez había salido por algo y estaba regresando. Se quedó seguro cuando escuchó que los pasos se dirigían hacia mi cuarto, por eso no se alarmo y volvió a dormirse. Y volvió a soñar, pero esta vez fue diferente. Me contó que soñó con mi cuarto, que lo podía ver, de esa fuera, de se la puerta entra abierta, que había alguien adentro, sentado ahí. Primero no era una figura clara, no hacía una silueta, lo usé serco para ver con más claridad a pesar de que todo estaba apagado. Dijo que lo que estaba ahí, sentado en la cama, era como una persona cubierta con una sábana, como muy bujaría son fantasma pero la sábana no era blanca, sin un negra. La cubría de los pies a la cabeza, en el sueño esa figura se levantó como si se hubiera dado cuenta que la veía. Y ahí fue cuando él se despertó de golpe y fue a buscarme. Escucharon me puso los pelos de punta, no era solo mi percepción. Algo un mensa había pasado esa noche. Algo real. Aún así tratamos de anotacionarnos. Estamos nerviosos y, pero también nos sentíamos muy débiles y cansados. Así que decidimos salir. Era domingo y queríamos aprovechar el día fuera. Tal vez distraernos nos ayudaría relajarnos un poco, a dejar de imaginarnos cosas. Nos fuimos al centro comercial, dimos fueltes en rombofijo, entramos al cine, luego fuimos al super y compramos cosas que ni siquiera necesitábamos realmente. De hecho, fue extraño, al principio solíbamos por un par de cosas básicas, pero terminamos llenando la cajuela del coche, como si ninguno quisiera decir, ya vámonos. Como si en el, los tres supieramos que nadie quería regresar a la casa todavía. |
| 13:31.3 | Recuerdo muy bien su recorrido lento, a paso de tortuga por cada pasillo del super, o |
| 13:37.2 | lo recuerdo porque tenía mucho miedo, porque no quería que termináramos de recorrerlo, |
| 13:42.2 | de comprar, porque sentía de verdad, sentía que alguien estaba en la casa, esperándonos. En el camino de regreso bromeamos sobre cuanto habíamos gastado, hablamos el precio de las cosas, de cómo estaba todo mascaro. Era una charla normal, que hacia absurda después de todo lo que habíamos vivido. Creo que era nuestra manera de no hablar del miedo, de no aceptar cómo nos estábamos sintiendo. Cuando llegamos metimos el coche al patio, abrié rápido la puerta con mi llave y volví hacia el carro. Mi hermano agarró la bolsa con los cereales y corró a dejar a la cocina, mientras mi papá y yo descargábamos las cosas pesadas del auto. Y entonces, escuchó uno de los gritos más horrible que he escuchado a mi vida. Fúnames que la entre suosto y llanto, la voz se mi hermanito se se adentro de la casa. Sultamos todo y corrimos. Él salió disparado hacia la calle completamente aterrado, mi papá tuvo que alcanzarlo para detenerlo, no dejaba de llorar, temblaba. Entre soyosos repetía que había alguien en la casa, dijo que entró dejar la voz en la cocina y que el bolter hacia la sala, vio a una mujer, sentada en la oscuridad, si moverse, solo mirándolo. Revizamos toda la casa pero no oymos nada, a una cilasensacion era clara, era completamente palpable, había alguien más ahí con nosotros, no lo podíamos ver pero se sentía, en el aire, los rincones, en la forma en que el silencio parecía poco real. Intentamos calmar a mi hermano, encendimos todas las luces, abrimos puertas, revisamos cada rincon. Nada. Pero él no quería anir al baño solo, así que esa noche dormió con mi papá. Me preguntaron si yo también quería dormirme con ellos, pero dije que no. Querían ser quien mantuviera la calma. Quería convencerme a mi misma de que no estaba pasando nada fuera de lo normal. La verdad es que nunca me había interesado el tema de fantasmas ni siquiera me lo había cuestionado. |
| 16:05.3 | Si alguien me hubiera preguntado que nunca lo hicieron, diría que pensaba que esas cosas no existían, que eran muy improbables y ya. Por eso cuando llegó la hora de dormir, me fui a mi cuarto como siempre, quería demostrarme que estaba tranquila, pero esa noche no No lo fue para nada, al contrario. |
| 16:29.1 | Me desperté de madrugada con frío, me había destapado, me arrupeo otra vez y seguí dormiendo. Poco después me volví a despertar el frío, otra vez estaba completamente destapada. Me molesté, jale la cobija hacia mi confuerta, me volteé del lado y a como de los brazos encima para atorarla con mi propio peso, no ya fueron de que se moviera sola. Entonces lo sentí, un jalón, luego otro, y otro más. Tres jalones muy claros, firmes. Como si alguien estuviera tirando de la cobija de este abajo, hasta que finalmente cayó al suelo a un costado de mi cama. Me quede quieta, paralizada. La cobija había caído justo donde tendría que poner los pies para salir de la cama |
| 17:28.2 | y alcanzar la puerta, y yo no podía hacerlo. |
| 17:32.9 | No podía bajar. |
| 17:35.4 | Empecé a sentir mi cuerpo temblando, no podía controlarlo. |
| 17:39.7 | De asomelentamente hacia el borde con el corazón acelerado. Alcanciar un pedazo de cobijan el suelo, y justo en ese momento la jalaron por completo hacia abajo de la cama, como si alguien estuviera ahí. Gracias por estar por aquí, por llegar a este punto de la historia y como siempre te digo, si estás escuchando este mensaje es porque estás adentrado en el episodio porque estás oyendo con atención y creo que debería ser parte de la comunidad, así que suscríbete si a uno lo haces y déjanos un comentario que nos ayuda mucho, mucho a seguir llevando a cabo este hermoso proyecto. A seguir perpetuando nuestras historias, a seguir dejando este archivo de relatos que se va a quedar a vivo por mucho tiempo, incluso cuando nosotros ya no estemos. Otras generaciones seguirán accediendo a nuestras historias. Antes de continuar, déjenme decirles que en la descripción están todos los enleses que necesiten para conocer más, para tener más relatos en la noche, el correo para enviar sus historias, la página, relatos en la noche sin censura, el libro, todo lo van a encontrar ahí y muchas personas fíjense nos han preguntado recientemente por el cómic que hicimos hace un par de años, lamentablemente ya se acabó, eran muy poquitos ejemplares, cuando les dije que era un poco lo decía con toda sinceridad, así que si eres de los afortunados que tiene uno, tienes algo de verdad, valioso, no lo vayas a vender. Continuamos con el resto de la historia de esta noche. No sé cómo lo cremos verme, pero mi cabeza calculé exactamente cuántos pasos me tomaría llegar hasta la puerta. Vajé el pie con cuidado, respire a hondo y corrí. Corrí lo más rápido que puedes similar hacia abajo, sin pensar a lo que pudiera ver debajo de la cama. Abrió la puerta de golpe y me fui directo al cuarto de mi papá, |
| 19:46.5 | entré como una ráfaga despertando los a los dos, a mi papá y a mi hermanito que todavía dormía junto a él, antes de que podía explicarles lo que había pasado, escuchamos los pasos, pasos que venían corriendo desde mi cuarto, te pasaron hasta el cuarto de mi hermano, Entonces se escuché algo más una risa casi imperceptible como si quien fuera que estuviera allí se burlara de nosotros y fue pasado en el mediato y fue a revisar al poco rato regresó y nos pidió que lo acompañáramos no había nada salvo salvo por las huellas en el piso claramente marcadas se veían huellas de piezas calzos llenos de tierra. Entraman al cuarto de mi hermano, da manuna vuelta y terminaban justo en su cama. O sea, habían subido a ella, o sea habían metido debajo. |
| 20:48.0 | Mi papá me preguntó que estaba pasando. |
| 20:51.0 | Yo solo pude decirle que no lo sabía. |
| 20:55.0 | Luego voltrece mi hermano y con voz más dura de lo que me gustó, |
... |
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