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🗓️ 4 October 2025
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Comienza octubre… y con él, el mes más oscuro del año en Relatos de la Noche. Esta vez dejamos atrás las historias tristes para adentrarnos de lleno en lo más aterrador: encuentros con figuras imposibles, desapariciones sin explicación y momentos suspendidos en el tiempo que aún persiguen a quienes los vivieron.
Desde las escaleras de un barrio en Ecatepec, donde un hombre conocido por todos desapareció tras un encuentro espeluznante… hasta una tranquila casa en Cancún, donde una familia vivió una noche que parece haberse borrado del tiempo.
Viajaremos también a la sierra de Chihuahua, en un camino tan oscuro que no parece pertenecer a este mundo, y finalmente conoceremos la presencia inquietante que atormentó a una niña cada noche desde el rincón más silencioso de su cuarto.
Prepárense, comunidad. Porque este es solo el comienzo del octubre más aterrador de Relatos de la Noche.
¿Te atreves a escuchar?
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| 0:00.0 | Todavía en oches enas que se cierra los ojos, puedo recordar perfectamente esa sensación, el silencio, la oscuridad, la oscuridad absoluta en el rededor, y puedo ver de nuevo a esa figura horrible, parada en medio del camino. O sea, en el mes de otroos, otro mes del terror donde es y cabe la posibilidad, vamos a intentar asustarlos más el habitual. Así que espero que estén listos porque estamos haciendo todo lo posible, porque este es el octubre más aterrador de relatos de la noche hasta ahora. En octubre se acabaron las historias tristes. Iniciamos en 5, 4, 3, 2. Me llamo Chui, y este historia me pasó hace unos años, a Yenneca Tepeck, en el barrio donde crecía. Los que conocen saben cómo son esos barres metidos en el cerro, lugares donde no entra en nadie que no se ha de allí, y donde todos nos conocemos para vieno para mal. Desde morro aprendí a llevarme con todo tipo de gente, incluso con los loquitos a la zona. No lo digo mal a onda, así les decimos todos por aquí, con cierta familiaridad. Son esos señores que alguna vez tuvieron casa, familia, trabajo, pero que por una u otra razón terminaron viviendo en la calle, sobreviviendo con su anforita de tonayan. Esa guardiente que cuéstamos cuantos pesos. Entre dos ellos estaba el yo ni orejo. Le hicimos así porque se llama bajuan, pero siempre contaba historia hasta |
| 1:49.7 | cuando se fue a trabajar a Orgon, a llenestados unidos. Duró apenas seis meses y lo regresaron, lo deportaron. En ese tiempo perdió todos los ahorros que había juntado para cruzar y llegar hasta allá. Y para colmo cuando volvió, |
| 2:05.6 | su esposa ya se había ido con otro. Ni la casa que rentaba en pudo recuperar. La mujer la dejó al mes de que él se fue, aunque se iba aceptando el dinero que le mandaba para la renta cada mes. No tenía nada, ni familia, ni techo, ni ganas de seguir. Y así y fue como se fue apagando. |
| 2:25.8 | Trigo, en la calle viviendo entre los forachitos y los loquitos al barrio aun así todo lo conocíamos y a parte del paisaje y a la buena persona una noche ya como las cuatro de la mañana brandon y yo veníamos de una fiesta no otra colonia y sí así se llame mi compa, Brandon, aunque luego se burren del nombre Nos íbamos a quedar en su casa, y para llegar hasta allá hay que subir unas escaleras larguísimas y empinadas Los carros ya no suben para allá Y vamos tranquilos, sin miedo a que nos fueran a saltar ni nada Porque todos en esa conocemos. A medio camino, en el tramo más oscuro de las escaleras, dimos una figura parada. Por las hiluetas hubimos que era el Johnny, pero se veía raro, estaba como de puntas, herguido y móvil. Brando un egritó algo pero no respondió. Entonces vimos cómo empezó a moverse, como si le estuviera dando un ataque. Los brazos agitaban de una forma extraña como si se estuviera electrocutando ahí parado. Nos preocupamos y corrimos hacia él y fue ahí cuando lo vimos bien. No estaba solo. Había otra silueta de trasulho, abrazándolo, manteniéndolo de pie. No sé cómo explicarlo. De esa cosa, eso se asomó por detrás del yón y para vernos, y antes de seguir quiero aclarar algo, no íbamos drogados, ni metidos en nada raro. |
| 4:06.2 | Traíamos unas cervezas encima así, pero nada más, lo que vimos fue completamente real. Detrás de él estaba una mujer altísima, tenía el cuerpo joven delgado, pero la cara, La cara era la de un anciana, no les exageró si les dijo que se veía como una mujer de 100 años, estaba parada completamente herquida, abrazando al Johnny por detrás, sosteníéndolo como si fuera un muñeco, llevaba un vestido negro muy largo, como de novia vieja, y se estaba riendo. No sé si de nosotros o de él, pero esa risa fue lo peor. Luego la vimos... Mordarlo. El mordió como en la parte de la nuca, entre la nuca y la espalda, como si fueron animales. Ahí fue cuando los dos salimos corriendo para abajo como locos, simboltear atrás. Al llegar al inicio de las escaleras nos topamos con unos amigos sebrándon, ya grandes, y les contamos lo que habíamos visto. Cerrieron, pensaron que exagerábamos, pero dejaron que iron a subir echarle un ojo al buen Johnny Johnny Oregon. Nosotros seguimos corriendo hasta mi casa, todo bien nervioso, pero ya la distancia empezamos a buscar la explicación. Uravamos que habíamos visto mal, pensábamos más en que los amigos separando siempre se van a burlar de nosotros, pero no fue así. que ellos, los que subieron, ya no encontraron nada en las escaleras, ni una señal de él. A decir verdad, el Johnny nunca volvió a aparecer, nadie lo volvió a ver, el de siguiente ni después, simplemente desapareció. en las escaleras, justo en el lugar donde lo vimos, quedó una mancha enorme. No era desangre, era como de... grasa, oscura, pegajosa, que yo supiera no había ninguna leyenda hasta entonces, pero cuando empezamos a contar aquella experiencia, algunos el barrio y de otras |
| 6:26.6 | colonias nos dijeron que alguna vez habían visto algo así, y es que obviamente las características de esa mujer eran muy, muy singulares, yo no estoy diciendo que lo sea, porque yo no creo en ellas, pero alguien me dijo la gente dice que es una bruja, una bruja nada más, pero que nunca habían sabido de que se llevara a alguien. Depido que le pregunte esa legente de por acá, a la banda, si alguien más la ha visto. La mancha hasta la fecha no se ha quitado, cada que paso a visitar albrando por ahí la veo, |
| 7:06.1 | y no sé, me da tristeza pensar en el Johnny, porque no era mala persona, le tocó una vida dura injusta, y para nada merecía desaparecer así, del nada. Yo solo espero que este bien, o que al menos que siga vivo, echándose su tonalla en algún rincón del mundo. ¿Oloriel? Soy Silvia, una escucha incanceable de relándose la noche. Siempre te escucho por Spotify, ya se amintas trabajo o antes se dormir. Debo confesarte que soy una persona bastante séptica, o al menos eso creo. No sé si sea negacion o si en verdad lo soy, porque a lo largo de mi vida me han ocurrido muchas cosas para normales, pero casi siempre trato de restar esa importancia. Esta vez quiero compartirte una experiencia distinta, una que no he podido olvidar, y ya esta hoy me causa demasiado curiosidad, no se se encaje del todo en un relato de terror, pero si es algo inexplicable, al menos para mí, nunca he encontrado una respuesta lógica lo que vivimos aquella tarde noche del 2011. En ese entonces yo vivía en Cancún junto a Carlos, mi pareja y nuestro bebé de cinco meses. Tenemos una relación estable y yo me sentía fortuna por la familia que habíamos formado. Como yo no tenía familia ya, soleamos visitar mucho a mis sugros, que vivían solo a 15 minutos en nosotros |
| 8:45.6 | en auto, ellos me quedan mucho y siempre me hicieron sentir parte de la familia. Una tarde Carlos llegó del trabajo y decidió que fuéramos a verlos, no pregunté si les había avisado, simplemente nos hubimos al carro y partimos, nuestro bebé iba tras el asiento de copiloto, en su porta bebé |
| 9:05.5 | viene asegurado. Al llegar quitar el porta bebé se la base, siempre me costaba un poco de trabajo. Carlos lo llevó adentro mientras yo se raba bien el coche y tomaba la peñalera. Al entrar encontré a mi bebé en su porta bebé, colocada en el suelo y a Carlos en un y yo control de otro mismo cambiando canales. |
| 9:26.0 | Y su agro sivan de un sillón, control de un otro mismo cambiando canales. |
| 9:25.0 | Y su agro sivan de un lado a otro, reparando cosas para salir. Me acerqué a saludarlos. Me contaron que ella navegará un tío por un asunto de negocios, pero insistieron en que nos quedáramos a esperarlos. Y necesitimos caso. Salieron pasadas de la seis de la tarde. Recuerdo que mire el gran relógio del comedor cuando mi suegrad dijo que a las 7 más o |
| 9:48.7 | menos ya estarían de la tarde. Recuerdo que mire el gran relógio del comedor cuando mi suegrado dijo que a las siete más o menos ya estarían de regreso. Como iban solo a cinco minutos ahí parecía razonable. Me senté junto a Carlos y corrió un poco el portaje, pero parece un espacio mis piernas. Mi bebé era muy tranquilo, podí estar mucho tiempo ahí sin poner sin quieto. Recuerdo que comenzamos a ver la película en la deador, le comente a Carlos que yo nunca la había visto, me respondió algo sobre la trama y eso es lo último que recuerdo. Lo siguiente, lo siguiente fue despertar en el suelo, del lado. Frente a mí estaba Carlos, también acostado del lado. Ambos con un cojín bajo la cabeza. A mi espalda mi bebésseguyen su portabebe dormido. Me senté, la sensación era muy extraña, sentía mi cuerpo pesado como si estuviera sedada, esa sensación entre sueño profundo y realidad, donde sabes que no estás despierta del todo, incapaz de reaccionar debidamente, al que ansia voltear hacia el el log del comedor, pasaban de las nueve y media de la noche. Recuerdo que pensé y estade, mejor nos vamos, despertacarlos, el se levantó y tomó el portabbe, mientras nuestro hijo seguía profundamente dormido. Me puse de pie con un extraña calma, recogí unos cojines y los puses sin cuidado en el sofá. Subimos al auto, mientras Carlos segurá va a labé, yo me hundí en el asiento con la misma sensación somnoliente. Durante el trayecto, todo lo veía como en sueños. Los propadeos me parecían largos y lentos. Volteo un poco a ver a mi pareja mientras conducía. Lo observaba mientras él solo veía el camino, sin cruzar palabra. No estaba asustada ni preocupada, ni siquiera pensé en que mi hijo debía comer, cuando yo le daba pecho cada pocas horas. Llegamos a casa, estaba escarros bajo el portabbebe y la pañalera. Al entrar, lo primero que se veía era la sala, y un baño bajo la escalera que la dividía del comedor. Él se dirigió para allá, escuché como arrastronasilla para sentarse, pero antes de Jolporta bebé en medios de la sala y la pañalera en el sofá junto a la escalera. Sakea mi bebé, seguía dormido, le comente a Carlos sin ver lo que me iría para arriba. |
| 12:27.0 | Él me respondió que estaba bien, que trabajaría un rato antes de subir. |
| 12:32.0 | Su vía ya coste a mi hijo en su cuna. |
| 12:35.0 | Esa noche rompí por completo mi rutina. |
| 12:38.0 | Siempre lo bañaba las ocho y media, le daba pecho, lo cierta. |
| 12:43.0 | Lo dejaba en la cuna y me quedaba un roto hablando hasta que se dormiría. Pero esta noche simplemente lo costé y fui a mi cuarto. Me senté en la cama, me deje caer despaldas, mide por un momento un enorme estrella brillante a través de la ventana y me dormía así, con los pies aún en el suelo. Desperté ya con mi ropa de dormir, viene comodada en la cama. Carlos ormié profundamente amilado. Mire el entamente el alogdel burro, que haciera la 11 de la noche. Reparei en que no haya bañado mi bebé. A pesar de la hora de si ya hacerlo. Preparé todo y lo llevé a la bañera. Lo desfestí, lo metí a la cientos especial para a bebés, dentro de la tina. Lo bañé, lo sequeylo vestí y lo increíble es que jamás despertó. Ni con el agua, ni con el movimiento, ni siquiera para comer. Estaba totalmente dormido y yo nada preocupada. Simplemente no analizaba nada. Lo costé de nuevo en su cuna. Limpié todo como siempre. Dejé la bañera un lado para que se secara y me costa dormir. Pero recuerden que aún sé quién el mismo estado. Todo se veía como entre sueños. A la 7 de la mañana sonó mi alarma, esta vez desperté normal, Carlos aún dormía, fui al baño y luego la habitación de mi FB, él ya estaba despierto, tranquilo, mirando su móvil colgante, al cargarlo no te algo muy extraño. Una de las mangas de sorropita estaba completamente empapada. Tanto que al levantarlo, escurrió un hilo de agua por su brazo. Pero lo demás, el otro brazo, el cuerpo, la cama, la sábana, el colchón, estaban secos, salvo por una pequeña mancha donde apoyaba ese brazo. Era demasiado agua para que solo hubiera mojado un punto tan limitado, lo cambié rápidamente y fui a la bau exprimir la manga, era bastante agua. Al bajar con mi ove en brazos tomé la pañalera que Carlos había dejado la noche anterior en el sofá. Al levantarla, algo me salvi culpa. La pañalera estaba escurriendo agua de una de las esquinas, así que la bríe y vique dentro había acumulación. No tenía sentido. No había nada líquido dentro, solo, solo un paquete de tu ayíta C.F.B. Ya me acarro escritando que viniera rápido, él llegó a ser a cocina porque mientras yo veía nuestro hijo, él ya había bajado y se disponía a ser desayuno. Confundido miró dentro de la bolsa, vió lo poco que quedaba de agua acumulada en la fune impermeable de la pañalera. En el piso el líquido escurrido, y me preguntó qué era lo que pasaba, ¿por qué había agua? Entonces fue cuando recordé la noche anterior, lo extraña que me sentí todo el tiempo. Se lo comenté, él se quedó pensativo y me dijo algo que me lo la sangre. No me lo vas a creer, pero yo ni siquiera me acuerdo cómo llegamos a casa. Sorprendida le pregunté cómo que no recuerdas. No te recuerdas que manejaste. Y él contó, ¿no? Lo último que recuerde es estar viendo la película en el sofá y |
| 16:28.9 | despertar ya aquí en la casa ni me había dado cuenta de que no me acordaba de nada |
| 16:35.8 | le conté todo lo que yo sí recordaba incluso que él se quedó trabajando en el comedor |
| 16:41.5 | pero le insistía en decir que no recordaba eso. Y, bueno, nada, nada. Nos preocupamos y llamamos a sus papás para preguntar por qué no habían regresado a tiempo. Su mamá nos dijo que llegaron un poco después de la siete, que se habían desilusionado al ver que nos habíamos sido. Dicen que nos llamaron a los celulares pero nunca respondimos. Pero nosotros ni siquiera teníamos llamadas perdidas. Además es lo imposible, porque nosotros nos fuimos después de las nueve media, según lo que yo ya he visto en el rolo. Nada tenía sentido. Hasta el día de hoy sigo sin saber qué pasó esa noche. Las varaciones de tiempo, la sonolencia, que mi bebé no despertaran y siquiera con el baño, que no llorara de hambre después de tantas horas, que Carlos no recordara nada. Y sobre todo esa agua inexplicable que apareció en distintas partes. |
| 17:46.0 | Yo sé que mi historia prácticamente no da miedo, pero sí es muy muy rara. |
| 17:52.0 | Por eso me ha traído a preguntar, ¿hayon vivido algo remotamente parecido? |
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