Buenos días.

Gracias por estar aquí,endo, esperando podcast.

Iniciamos este día, presentes y conscientes.

Constantemente escuchamos que tenemos que soñar en grande.

Es más, aquí mismo te lo hemos dicho más de una vez.

Y sí, permitirnos soñar es vital.

Esos sueños suelen ser los que nos levantan de la cama.

Se convierten en nuestro motor para seguir caminando en el mundo y nos llenan los días

de motivación e ilusión.

Y por supuesto que es muy importante que al momento de soñar, no nos limitemos. Que realmente permitamos a nuestra mente volar y a nuestro corazón sentir, para que

nos ayuden a visualizar la vida que queremos.

Pero ¿qué pasa cuando tenemos algún sueño que se siente muy chiquito?

Hay momentos en la vida en los que queremos cosas más simples, en los que lo único que

nos interesa es tener días llenos de paz y de calma.

Y a veces hacemos estos deseos a un lado, por el hecho de que creemos que son insignificantes,

que no valentanto la pena. Vivimos persiguiendo lo extraordinario y aunque eso es maravilloso,

no podemos olvidarnos de disfrutar del ordinario, de la rutina, de los pequeños placeres del día a día.

No tienes que tener sueños gigantes todo el tiempo.

No tienes que tomar decisiones que van a cambiar tu vida cada mes.

No tienes que esperar que pasen cosas extraordinarias todos los días.

Está perfecto si tú único sueño en este momento, es vivir una vida tranquila y estable. Si lo que te motivó esta semana

fue la idea de tener un fin de semana en Pillama viendo tu serie favorita.

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