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🗓️ 11 February 2021
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0:00.0 | Queridos amigos de Teden Español, ahora que terminamos la quinta temporada de nuestro podcast, queremos volver a compartir con ustedes algunos de los episodios que más nos gustaron. Les cuento también que estamos preparando la sexta temporada que empezará en febrero de 2021. Recuerden que si quieren suscribirse al boletín semanal de ideas en nuestro idioma, ver las charlas de Teden Español o seguirnos en las redes sociales pueden hacerlo en Teden Español.com. Los dejo con la charla de esta semana. Para llegar a la verdad a veces tenemos que mentir. Bienvenidos al podcast de Teden Español, soy Charles Riga Rullski. La escritora Argentina, Liliana Bodok, |
0:47.1 | dice que la mejor literatura nos miente |
0:50.1 | para lograr una descripción más profunda del mundo. |
0:53.7 | En esta breve charla ante de X Río de la Plata, |
0:56.3 | Liliana ilustra el poder de la palabra para mostrar |
0:59.0 | nos cosas que podrían pasar desaparcibidas. |
1:03.8 | Hola, Hola a todos, Hola a todas y muchas gracias por la compañía, la compañía de cerca, la compañía de lejos. Y bueno, esto se trata de la palabra. Se trata de esta cosa que nos constituye y que nos hace humanos, de esta cosa que nos acompaña siempre, se festeja la primera palabra que dice el bebé, se crece con la palabra y se piensa menudo en las últimas palabras que vamos a decir, sus últimas palabras fueron. Y si, en bargua, a veces, convivimos con ella, sino no nos paramos a reflexionarla, no nos paramos a quererla, no nos paramos a cariciarla. Y la verdad es que la palabra tiene que ver con lo que somos, tal como los huesos, como la sangre, como los músculos, como los nervios, palabras, somos palabras. Por eso somos seres humanos. Claro que hay muchas clases de palabras, si a mí hay una que me interesa en particular compartir con ustedes, y es la palabra poética, la palabra literaria, y esa fenomenal potencia que tiene para atravesarnos. La palabra poética es una palabra que dice lo que no dice, |
2:25.8 | que dice mucho más allá, mucho más adentro, es la palabra, |
2:30.4 | a ver que derriba muros y que llega hasta el final del sentido. |
2:36.8 | Y sin embargo, como extrañamente a veces están el cajón de los repasadores, |
2:40.7 | en el patio de atrás, no parece tan seria. |
2:44.3 | El pensamiento poético no parece tan serio |
2:47.3 | como el pensamiento racional. |
2:49.5 | Cosa de tíasolteronas, |
2:51.6 | cosas de locos, cosas de enamorados, |
2:54.0 | cosas de adolescentes. |
2:56.0 | Y sin embargo, |
2:58.0 | digo yo y creo yo fervientemente, |
3:00.6 | el pensamiento poético y la palabra poética |
3:04.0 | nos sirven para conocer, de una manera absolutamente insustituible. Digo, lo que conoce el pensamiento poético no lo puede conocer ninguna otra cosa más. Y no estoy estableciendo categorías ni estableciendo competencia. Me parece que la verdad está repartida entre todas las formas de pensamiento. Entonces, que bueno que los científicos nos expliquen el mundo, que los biólogos, que los físicos, que los químicos, lleguen y nos expliquen este lugar que habitamos, pero que bueno que también los poetas nos expliquen este lugar que habitamos, porque mis sensaciones que cuando salimos a la calle salimos mucho más al mundo poético que al mundo racional, Salimos a pelear contra fantasmas, contra gigantes, contra nosotros mismos, salimos a amar, salimos a llorar. Y para eso sí que nos sirve el pensamiento poético. Yo pienso, por ejemplo, en una sandía, ¿no? La sandía y un botánico explicándome la sandía. Y yo agradecida, porque me explica la Sandía. Pero también viene un poeta, Pablo Neruda, en este caso, y con unas poquitas palabras que no las conté, pero no han de ser muchas más de diez, dice, se pregunta, de qué se ríe la Sandía cuando la están asesinando. Y a mí me parece que esto es una manera absolutamente particular de conocer esa san día y que después de escuchar eso cuando la vamos a morder y algo muy bonito va a pasar, estamos asesinando una fruta y a mí me parece que esto es es verdaderamente poderoso, tenemos que entender el conocimiento que deviene del arte porque es un conocimiento de la libertad, es un conocimiento bueno particularísimo. Hay como dos cositas que a mí me gusta decir acerca de la palabra poética. Una tiene que ver con el silencio de la palabra poética. La palabra poética es puro silencio. Los poetas hacen que el silencio diga lo que ellos tienen ganas de decir y se acabó. Una poesía es solo un silencio bueno rodeado de las palabras precisas. Y si no, escuchen este problema que es tan viejo que Sanónimo, tan viejo que es chino, imagínense. Miren cómo este señor o señor a quien sabe, ¿no Hablo de una relación sexual, de un acto de amor, entre un hombre y una mujer, y el tipo lo hizo sin hacer ni una sola mención particular al asunto. Él escribió, maldige la lluvia que asotaba el techo y no me dejaba dormir, |
5:45.0 | y al viento mal dije que vino a robar megalas del jardín, pero tú llegaste y a la bela lluvia cuando te quitaste la empapada túnica y al viento, ¡di gracias! Porque con su soplo apagó la lámpara. Bueno, el chino, la teña Clara, para empezar. Y fue capaz, porque era un poeta, la última, no sabés cómo se llamaba, o no importa el cao. Y porque era un poeta, fue capaz de hablar de una relación sexual sin decir una sola cosa directa, explícita, porque ese es el maravilloso silencio del lenguaje poético. Eso y la mentira, eso es otra cosa. Ustedes saben que hasta en la palabra, la ficción y la mentira es tanto del tiempo relacionada. Es un cuentero, una magasel verso. Todo el tiempo hay ahí un maridaje si ustedes quieren entre la ficción y la mentira. Y algo de eso sucede. Y algo de eso sucede. A mí me pasó una cosa que les voy a contar. Pondro era bastante chiquita, siete años por ahí, más o menos. Y yo pude intuir en ese momento a raíz de esta pequeña necdota que ya les cuento, lo que era la ficción. Como la ficción tenía la capacidad de mentir para decir la verdad, título de esta pequeña charla. Siete años tenía yo cuando murió mi madre, y a partir de ahí yo tomé la costumbre de mentir. Mentía mucho, mentía de fachatadamente, pero no mentía en realidad para conseguir ninguna cosa personal, no mentía para quedarme con el vuelto, no mentía para irme a la casa de Anita cuando en realidad me iba a la casa de pedrito, no mentía en mis favor o si ustedes quieren, con lo cual más que mentir fabulaba, no, una suerte de pequeña mitómana ahí, andando por el mundo. Un día llegué a la escuela, diciendo que había estado ciega todo el día. Todo el día ciega y ciega había buscado el guarda polvo y ciega me lo había puesto, encima se prendía atrás. Y ciega había tomado el colectivo y ciega había llegado la escuela escuela, ese ratito atrás no más que me había vuelto a la vista. |
8:05.5 | Les conté yo a mis compañeritas de la escuela. Mis compañeritas de Benavirido, esto lo infiero, no tengo manera de saberlo a ciencia cierta, pero es bastante obvio, lo que pasó. Las compañeritas de Benavir se lo he ido a contar a la señorita. Y la señorita me esperó, yo llegué a la mejor estaba cansada de escucharme a mentir, ¿no? |
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