Entramos los dos a la oficina, pero notamos que los guardias nos feían con mucha sospecha, y es que ellos en las cámaras vieron otra cosa, ellos vieron que una mujer iba entrando con nosotros. Muy buenas noches comunidades, es un gusto enorme poder recibirlos por aquí de nuevo y que una vez más nos dejen entrar a sus dispositivos para traerles una selección de historias para normales, que nos van a asustar, que nos van a dejar también alguna elección y que sobre todo se van a quedar con nosotros mucho tiempo después de que cabe este episodio. Desde nuestras casas al trabajo, a las calles en donde crecimos, hoy nos esperamos viajer largo en el espacio y el tiempo, pero lo pueden es que vamos a hacerlo todos juntos como parte de lo mismo, como parte de algo, de la comunidad. Así que apaga la luz y puedes hacerlo y déjate llevar, ya estás escuchando relatos de la noche. Si quieren tomar lo que estoy a punto de contarles como una simple leyenda de esas que a veces secuen tener una calle y compártanos vecinos, está bien. Creo que tienen mucho valor, que hablan mucho de la riqueza de nuestras culturas, incluso a ese nivel tan íntimo, pero créanme. Lo que estoy a punto de narrar no tiene mucho de mi to, y si de hechos. De la mayoría de hechos que voy a compartir, yo fui testigo. sucedió cuando llera un niño en la colonia las rocárdenas, en uno de las calles más viejas, hace muchos años ya. Todavía había varios lotes valtillos en ella, llenos a matorrales nada más. Uno de ellos tenía un refugio de madera en el fondo, pero no vivía en él nadie más que un grupo de 5 perros que se refugiaban ahí y que sobrevivían de lo que le estábamos

los vecinos. Pero también sobrevivían a pesar de los vecinos, porque algunos lo sodiaban y los enseñaron a tenerlos miedo, cada que los feían por su casa le estiraban piedras y los corrían apatadas. Los perros serán

desconfiados pues, pero al mismo tiempo guardianes. Como que yo vi que haban quienes seramos los que vivíamos en Nacalla y nos cuidaban, incluso esos que los patiaban, incluso esos los cuidaban cuando entraban los vagos. Ahí no había robos a casas, ni saltos, ni y se robaban carros. Los cinco perros no dejaban que nadie de afuera se endubiera paseando

por ahí. Luego llegó una mujer a vivir a los cuartos del fondo de la calle, donde terminaba, donde yo no había salida. A los cuartos que rentaba dañalicha. No recuerdo cómo se llamaba esa mujer, pero se veía mala. vía delincuente, y la venía a visitar sus hermanos y sus amigos, que se miraban todavía peor. Pasaban por recalle, caminaban rumoros cuartos de toñalicha, pero lo hacían mientras se esgoníavan por toda la calle, como viendo a ver qué se podía robar. Y sí, los robos empezaría a nadarse. Una noche nos despertaron a todos los adridos de los perros. ¿Quién sabe qué habrá dicho que se le fueron encima o unos de los malandros esos? Lo tiraron y le pusieron una bola de mordidas entre todos. Lo dejaron muy mal, y tuvimos que salir los pocos decinos a los que nos hacían caso para quitar solos encima. Era la primera vez en la vida que yo veía tanta sangre. A pesar de eso, de estar todo lleno de mordidas y sangre lo reconocimos. Era uno de los amigos del hermano de la mujer esa de los cuartos, que ya andaba robando por ahí. Sabían que iban a batallar, la mujer es amada de la cuartiría, empezó a decir que su amigo nada más iba pasando, que no iba a robar nada, que los perros eran unos abajes, un peligro para la gente. Jamó la perreira y vinieron por los cinco perros, cuando los farras cataramio amáe la señora de enfrente, apagarle multa para que los dejaran traerlos a nuevo. No. Esta vez así como llegaron, los pasaron directamente a sacrificar. Cuando fueron mis papás para sacarlos al día siguiente, les fijaron que ya no estaban. Hasta ahora, eso son estoy de triste, pero por algo la estoy contando aquí, verdad? Y les agradezco su paciencia, y es que esa noche, cuando volvieron y nos hicieron la noticia, también fueron a avisar a los vecinos. Esa noche, mis papás me llevaron a ver películas sus cuartos hasta que me quedé dormido.

Pero antes no te que cerraron ventanas y cortinas.

Que cerraron a puerta.

Que cerraron todo. El anoche me despertó un grito, un grito lejano en la calle. Recuerdo que lo primer lo que pensé fue la llorona, pero mi mamá se arrió y me dijo que me volviera a dormir. Le pregunté que era eso y solo me repetió que me durmiera, insistía que me tendría que levantar temprano. Y de hecho si, al 5 de la mañana ya estábamos camino al seguro social, pero una cita que teníamos con mi doctor. Me acuerdo muy bien de cómo al salir, esa madrugada le cayé a ese bella diferente. Todas las luces de afuera estaban apagadas, todas las ventanas cerradas, y los perros de los patios se veían afuera, como si esa noche lo se hubieran dejado de dormir adentro. Cuando volvimos notamos mucho movimiento, patrullas al final de la calle, en la cuartaría. La mujer mala, la que llamó la perreira, había muerto en la madrugada.

Pero lo peor es que se murió de miedo, de un infarto al miocardio, justo frente a su puerta. Lo que se contó entonces en la calle es que eso le había pasado por mandar matar a los perros de la brúja, así les decían. Y es que verán esos perritos que yo conocí de siempre. Eran hijos de dos perros que tenía una señora que vivía en la casita de madera de celote valdío. Una señora la que le decían, la bruja. Antes de morir les encargó a los vecinos que nadie le tocara los perros, que no los tenían que cuidar si no querían, pero que nadie fuera a tocarlos porque iba a volver. De esos cinco perritos que se morieron, dos eran hijos, los que habían quedado de la última camada que tuvieron los originales, los otros tres eran perros de la calle que que ven encontrado refugio ahí y se volvieron parte de la manada. Se supone que antes hubo otro incidente con un perrito. Se supone que la gente de la calle ya sabía que esa amenaza no era en vano, pero si historia la verdad no lo conozco. A mí me contó un amigo que él y su hermana se levantaron para somarse con escuchar unos gritos en la madrugada. Es el mismo llanto que yo escuché que se levantaron escondidas de sus padres. Cuentan que vieron a una señora que apenas podía caminar. Tan curovada que casi iban cuatro patas, que salió del valdío chorando, y caminó muy despacio, pasito a pasito, hasta el fondo de la calle. Ellos dicen que iba hacia las cuarterías, de ahí nadie sube que pasó. A los meses una perra se refugió en el valdío, ese mismo baldío, ahí tuvo sus perritos, poco después empezaron a limpiar el terreno porque iban a construir, y mis papás tomaron uno de los cachorros. Entre los vecinos fueron quedándose conoce más, como un último favor a la brúja, o por por miedo quizás, a no haber hecho nada y caer en la maldición.

Y yo sé perfectamente que esto puede sonar solo a una leyenda, pero les estoy escribiendo con Rufino subido aquí, en hispiernas. El mieto del perro con el que mis papás se quedaron, de la última generación de perros que se refugió ahí, en ese valdío. Todavía ves esledigo para rejeñarlo, que es el último perro de la bruja. Esto sucedió apenas la semana pasada. Y sigue estando muy nervioso el respecto porque soy bastante miedo o su con todo lo paranormal. Y no creo que sea simple imaginación y su gestión, porque lo que voy a contar está visto de varias perspectivas. Yo trabajo como reportar un periodico grande de mi ciudad, ya se poco tuvimos que cobir una nota hasta ya bastante tarde. Regresamos mi compañero y yo ya de noche, cuando ya no quedaba casi nadie en la red acción. Desde que llegamos al estacionamiento, los guardias nos fieron con mucha atención antes de dejarnos pasar. Me pareció raro porque vamos en el carro de la empresa y porque ya nos conocen pero bueno, lo deje así quizás por las curidades a noche les haya costado más trabajo reconocernos o algo así nos estacionamos cerca de la caseta de los guardias, a unos 15 metros mi compañero se fue a la caseta llenar la forma de devolución de vehículo y yo me quedé recargado en el cofre del carro, viendo mi teléfono. Ahí sentí una mirada, volteé la caseta y la guardia me veía, apretando los ojos, como si me quisiera al conocer. De nuevo, me pareció raro, ya me conocía bastante bien, pero me veía como si pensara que yo varro var algo o algo así acercó un compañero nuestro, de deporte, si se puso platicar conmigo. Cuando hablaba con él vía una chica que entró al estacionamiento desde la calle. Primero de reojo, luego la voltea a ver. Se me hizo raro porque en lugar de dirigirse hacia la izquierda, hacia los obisinas, empezó a caminar en direcciónraria, hacia la parte más oscura y solitaria del estacionamiento. Y esa que se trae, dije. Aquí ya dejen entrar a cualquiera, respondió el de deportes. Se acercó mi otro compañero luego de dejar las formas, nos despedimos del amigo de deportes y caminamos el hillo hacia la oficina. La puerta como siempre tardó no segundos a abrir. Caminamos por ese pasillo largo hasta donde teníamos que editar la información que llevábamos y todo terminó así hasta el día siguiente, cuando supimos realmente que fue lo que pasó esa noche. Por la mañana se me acercó otro compañero y me dijo, oye, ya supiste lo que pasó a noche? Ah no, que te voy a decir, si te pasó a ti, le dije que no sabía que se refería. Me preguntó si no me habían contado los guardias, le respondí que no, y fue entonces que me platicó. La noche anterior cuando mi compañero y yo llegamos, los cuartas sudaron a endejarnos a entrar porque con nosotros dicen, venía una mujer, una mujer en el asiento trasero. Intentaron ver de quien se trataba, pero al no lograrlo nos dejaron pasar, seguramente a algún otra compañero pensaron. Cuando me quedé esperando a mi compañero recargado en el cofre, la guardia no toque la chica se bajó conmigo cuando saqué a la mochila del equipo del asiento trasero. Dice que se paró al lado de mí, la guardia salió, se acercó unos pasos hacia mí, intentando ver de quién se trataba, pero no podía reconocerla. Dijo que tenía puesto una corra que no dejaba ver la cara, y que lo único que podía distinguir viene era la silueta, sólo la silueta. Luego mi compañero salió de la caseta, se acercó a mí y nos dirigimos al entrada de la oficina. Los cuarias miraban atentos a través de las cámaras, ellos nos fieron a tres, veían a la chica con nosotros. Ella caminó y esperó con nosotros mientras la puerta se abría. Entramos, nos dirigimos al fondo de ese pasillo largo para editar y la chica caminó hasta la mitad de este. Nosotros seguimos y ella se de tu momento. Volteo a su derecha, asiones escaleras de caracol. Después de un instante avanzó y se perdió en ellas a subir, saliendo del campo de visión de las cámaras. Los dos cuardias ya para este momento sabían que había algo muy raro, pero ninguno de los dos atrevió a ir a revisar. A subir esas escaleras de retacción quedaban a la sala de redacción. Simplemente se quedaron en la caseta, seguro sé que acababan de ver algo paranormal. Seguro sé que acababan de ver algo paranormal. Mi compañero y yo platicamos al respecto de cómo nosotros no notamos nada raro. Luego fui a buscar a mi amigo de deporte, es con él que platicé en en la noche. Él tampoco había notado nada. Le dije que entonces lo único raro había sido la chica de esa rara que entró al estacionamiento y se fue hacia los coros. Pero él me preguntó qué cual. Le recordé. Le dije que... Yo había dicho que esa que se traía y que él me había respondido que ya dejaban entrar a cualquiera

pero me vio como si estuviera loco

y me dijo que él nunca había dicho eso

como he decidido que estaban un error fui con los guardias

les pedía que me mostrán los cámaras de mi llegada la noche anterior

y aquí viene lo más extraño comunidad

lo que viví yo

y lo que vieron los guardias fue diferente de lo que se puede ver ahí. En las imágenes grabadas yo espero mi compañero al lado del carro. Mi otro compañero de deportes se acerca a mí. Nunca me recarguen el cofre a ver mi celular. Nunca platico detrás del carro con un amigo de deportes. Nunca entra nadie más el estacionamiento. Luego me compañero y yo caminamos hacia la entrada de la oficina y nos perdemos por el pasillo hasta llegar a donde íbamos a editar. No se ve nada más. No aparece absolutamente nada extraño. De no ser porque tanto nosotros como los guardias sabemos que no ocurrió lo que se quedó registrado ahí, al menos no de esa forma. Mi ciudad es violenta, el carro en el que llegamos, el que llegamos con ella, tiene que visitar pero todos los días escenas de crímenes. Así que, no sé, pienso que quizás en algún lugar se no subió. Quizás intentando alejarse de lugar donde algo malo le ocurrió. Quizás sin saber que ya no está viva. Pero entró con nosotros, subió hacia el área de redacción. Como les dije, esto apenas acaba de pasar, pero les prometo que si algo comienza a pasar ahí, ya les estaré escribiendo de nuevo. Gracias por seguir por aquí comunidad, como siempre, es un honor que nos permiten acompañarlos con estas historias que, aunque a veces parecen nada más leyendas, muchas veces vienen carcadas algo más, de una realidad mucho más cercana de lo que creemos, de una verdad que no siempre podamos explicar, pero que sentimos. Y si les gusta lo que hacemos en este espacio, recuerden que aún está disponible en mi libro Relato Seranuche, un libro de cuentos de terror, de cuentos de fantasmas, de viajes macabros en el tiempo. Escritos con un lenguaje que se acerca más a este podcast que a otros libros de terror. Seguramente será fácil leer, seré ser acortito y les dejará con ganas de seguir leyendo. Les dejo en ellace en la descripción por si quieren tenerlo o regalarlo o leerlo en una noche de tormenta como esta. Y ahora sí, es un momento de continuar, el intermedio ha terminado. Vamos con la siguiente historia. Hola comunidad, esta historia les escribo de este bus caliente es México. Tal vez no sé exactamente para normal, pero es una experiencia que marcó profundamente a mi familia y a mi. Creo que demuestra que a veces el mal no se manifiesta con fantasmas o apariciones, sino a través de personas muy cercanas. Todo comenzó cuando mi abuelo enfermó grafemente, poco a poco dejó de comer, y su cuerpo comenzó a deteriorarse hasta quedar en estado de esnutrición. Mi papá y mis tíos se tornaban cada semana para cuidarlo, siempre pendiente, hasta que en diciembre de 2023, mi avolo ya no pudo más, y falleció. La familia entera se reunió para despedirlo, todos con el corazón roto, todos acepto una persona, la esposa de unos mis tíos que no se presentó. Ese lleve múltiples conflictos con mis tíos y con un papá por problemas relacionados con la casa de mis abuelos. Vieron una parte de la propiedad que se dividió años atrás, pero siempre quiso quedarse con todo. Mis tíos aseguran que esta mujer practica magianegra y que alguna vez, sin que nadie le preguntara, dijo algo muy perturbador. Primero saber su papa, luego su mamá y después su hermana, referiéndose a mi abuelito, mi abuelita y mitía con discapacidad, lamentablemente todo estaba sucediendo lo dijo. Duz meses después de perder a mi abuelo, mi abuelita también falleció. Lo más extraño es que ha presentó exactamente los mismos sinto más que él. Dejo de comer. Su cuerpo se fue debilitando poco a poco, como si se estuviera apagando.

Con supimos que me avue la vie fallecido, mi papá y mi hermano fueron de ir mediato a su casa. Mi papé entró a la habitación, se sentó en el sillón a los pies de la cama y de el mediato sintió un cansancio inexplicable, como si algo le hubiera absorbido la energía de pronto. pidió mi hermano que se sentara junto a él para ver si senté lo mismo, pero fue una

sensación solo de mi papá. Días después del funeral, mientras limpia la habitación de mi abuela, la novia de mi prima encontró una bolsa extrañez condida. Contenía tierra negra. Ramita seca, se hí los Si es su totanto que no la tocó. Todos empezaron a sospechar de la misma persona, la esposa de mi tío. Porque justo ella y su familia habían cuidado de mi abuelito esos días. La novia de mi primo limpió el cuarto con agua, vinagre blanco, agua vendita y jabón, y tiró todo el agua hacia la calle, barriéndole simbólicamente hacia la casa de esa mujer, como para regresarle todo lo malo que pudiera haber enviado. Pero ahí no terminó todo. Días después, mis primas fueron a visitar la casa de mis abuelos. Al regresar de la tienda, vieron a esta señora lanzar una bolsa negra con limones secos y tierra hacia la camioneta de su papá, mi tío. Cuando no toquele, estaban viendo se metió rápidamente a su casa y el miedo fue inevitable. Poco tiempo después, la camioneta de mi tío empezó a fallar constantemente, una cosa tras otra, como si nunca tuviera solución. Además él decía sentirse agotado, estresado, que el dinero ya no lo rendía por más que intentar administrarlo. Finalmente, mis papás decidieron acudir con un señor que lee y detecte energías o trabajos. Apenas entró en lo palavitación, el hombre le dijo algo de inmediato mi mamá. Este señor lo quieren quitar del camino. No es por otra mujer, es un trabajo de alguien muy cercano. Este señor le describió físicamente a la persona, coincidía perfectamente con la esposa de mi tío. Nos recomendaron usar una pulsera roja con una medalla de San Benito y venderse la casa y lo hicimos sin pensarlo. Pero quizás lo más doloroso fue la muerte de mi perrita, que había estado conmigo desde los seis años. Un día simplemente le encontramos tirada en el patio, con sangre en la boca y alrededor de ella, como si hubiera vomitado sangre. No supimos que murió, pero mi papa pensó que quizás se absorbió algo, algo que iba dirigido a él, como si lo hubiera protegido, como si suveras sacrificado. Me hace pensamiento, nos destrozó aún más. Afortunadamente, desde entonces nos hemos vuelto a tener enfrentamientos ni incidentes extraños con esta mujer, pero el miedo y la angustia que nos dejó esta etapa, el dolor de ver a nuestros seres queridos caer uno por uno

y la sensación de estar siendo atacados así por alguien tan cercano, es algo que no se olvida fácilmente. Lamentablemente no tenemos conclusión, pero lo cuento porque espero que de esta historia yo de a otras estar alertas. no dejarse llevar por elcepticismo y ante cualquier sospecha actuar y protegerse con

tu anuncio. a otras estar alertas, no dejarse llevar por elcepticismo y ante cualquier sospecha,

actuar y protegerse con tu antes. Un saludatí a toda la comunidad de relatos en la noche, que todos estén protegidos. ¿Olo Riel? Mi nombre es Amanda y soy Santiago de Chile. Llevo un par de meses escuchando tu podcast y me volví a dictar las historias. Eso además me ayuda a tomar la decisión de contarles a mi a. Creo mucho no para normal y para bien o para mal he vivido situaciones relacionadas con esto. De este pequeño asiento cuando hay energías extrañas en un lugar, de oceres que no son de este plano, lo sueño y también lo se sentido. Visto, ocurrió en el año 2001, cuando tenía alrededor de tres o 14 años. Los acabamos de mudar una nueva casa, después de varios años viviendan otro sector.

Era una casa grande y antigua, con un garage que alguna vez utilizado como negocio. Esa lugar en especial me daba una inter tranquilidad que no se entiende a ningún otro lado de la casa, pero sin más remedio tuve que aprender a convivir con esa incomodidad. Una tarde después de la escuela volvimos con mi hermano. Y madre estaba en casa con nuestro hermano más pequeño, que a uno cumplió un año. Fuymos a saludar al patio trasero. El bebé dormía a la siesta en su cuna, en la habitación de mi madre, y yo se repente escuché de ser garache. Bien, rápido, bien. Erro no pose hombre, bronca pero suave, levanté la cabeza y le dije a mi mamá y a mi hermano. ¿Escucharon? ¿Qué hay, boy, papá? Voy a verlo. Entre a la casa, salí al patio del antero y no había nadie. Me quedé con la duda pero no alcanza dar muchas vueltas al asunto porque lo he despertado se puso llorar muy desconsolado, fui a verlo y los soquí de la cuna. Hasta ese entonces no note que su llanto no era simplemente por haber despertado, por estar solito en la habitación. Hoy creo que ese llanto era por algo más. Esa misma noche cuando me fui a dormir, desperté durante la madrugada con una sensación muy extraña. O cuantendí ayude estas cosas pero sí sentí a mucho miedo. Mi habitación daba al patio trasero, al que llegaba mucha luz sobre todo al noche de una llena. Me hice la valiente, me levanté de la cama y al encender la luz de la habitación, escuché como el foco trono, como se fundió de golpe, grité del miedo y justo mientras gritaba, escuché y sentí un su sur al oído, te dije que vinieras pero no me deses, llegaron mis padres a verme, le dije que había alguien en el cuarto conmigo, que me acababa de decir cosas a lo hido. Mi padre es muy eceptico pero mi madre no, y ella sí me creyó. Esa noche dormí con ella con mi hermano pequeño en su habitación. Resamos mucho, tratando de alejar lo que fuera que estuviera ahí. Pero después de ese día las cosas empeoraron. Mi habitación comenzó llenarse de mu unas paredes y eso que era pleno verano. Santiago no es humas de enverano, así que eso de los hongos era muy extraño. Comenzó a ser habitual que se quemaran las bombillas a la casa. La humedad aumentó. El techo se llenaba de moscas y el ambiente se sentía cada vez más extraño. Una de esas noches severándome dormí con mi luz de noche encendida. Me despertó una sensación rara de nuevo. De se mi cama podía ver el pasillo principal de la casa y la sala. Ari los ojos, la puerta de mi habitación estaba abierta de parempar, y pude ver a un hombre sentado en el sofá. Era un hombre viejo con pantuflas, me sonreía, me asigues estos con el mano para que fuera hacia él. El miedo fue tan grande que no pude gritar ni pedir ayuda,

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