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🗓️ 29 July 2025
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En este nuevo episodio de Relatos de la Noche, viajaremos desde las profundidades de la selva en Calakmul hasta hospitales con visitantes imposibles, procesiones religiosas marcadas por presencias oscuras, y testimonios estremecedores desde ciudades como Mexicali e Iratzio.
Conoceremos historias en las que lo sobrenatural se manifiesta de formas inesperadas, algunas veces como advertencia, otras como castigo… y otras, como una segunda oportunidad que nadie puede explicar.
Esta noche hablaremos de lo que no debe tocarse, de lo que a veces se despierta por error… y de esas figuras que se aparecen justo cuando el miedo ya no te permite moverte.
Apaga la luz, sube el volumen y prepárate, porque las historias de esta noche son de las que se quedan contigo por mucho, mucho tiempo. ¿Te atreves a escuchar?
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| 9:46.0 | La procesión se acercaba en la oscuridad pude ver que no era normal, algo arrastraba una cruzco mucha dificultad, no le podía ver el rostro, pero entendí que yo no se vi estar ahí, que yo no debería estar viendo eso, que la procesión que se acercaba por El cercano de la casa de la casa de la casa de la casa de la casa de la casa de la casa de la casa de la casa de la casa de la casa de la casa de la casa de la casa de la casa de la casa de la casa de la casa de la casa de la casa de la casa de la casa de la casa de la casa de la casa de la casa de la casa de la casa de la casa de la casa de la casa de la casa de la casa de la casa de la casa de la casa de la casa de la casa de esa caída escura, no era de nada vivo. Muy buenas noches comunidades, bienvenidos y bienvenidos a este episodio. Acá pueden supor aquí, a mi lado, encuentro en lugar a como dense donde puedan ver bien que está a punto de pasar la procesión de las leyendas. y es que hoy es un episodio muy especial, porque las historias, antes de lo más íntimo, desde esos fantasmas que se aparecen en nuestras casas, en una carretera mientras esperaban ser querido o en un hospital. Desde ahí hasta leyendas que se han contado desde hace décadas, desde siglos atrás, y que de pronto nos harán a testiguar que existen. Que sentirían si de pronto se topan de frente con esa leyenda, con esa historia que les han contado en su familia desde que recuerdan. Si de repente descubrieran que sus más grandes miedos tienen mucho de verdad, tengan mucho cuidado y escuchen con atención. Quizás hoy, esta noche, ustedes serán los protagonistas de relatos de la noche. Voy a contarles algo que me pasó en el 2005, cuando todavía vivían a Royo Negro, un pequeño poblado en Calakmull, Campeche, muy cerca de la frontera con Guatemala, para que subí que en es una zona donde los límites entre países se pierden entre la selva, uno puede caminar por horas sin saber en qué territorio está realmente. Hace poco escuché en este mismo programa, un relato sobre una secta en el monte, por esa misma región entre Quintana, Roi y Campeche, y aunque en su momento me pareció exagerado, al escucharlo no puede evitar reconocer varios detalles que eran ciertos, es verdad que por ahí hay encuentros extraños, no siempre para normales, a veces son incómodos o directamente peligrosos, contra bandistas, exanjeros aqueando ruinas o grupos que viven adentro de la selva. Y si, también es cierto que hay muchas ruinas mayas o cultas, de esas que la selva se trago. No se ven a simple vista, pero ahí están los extranjeros lo saben y por eso vienen. En esa época, este está olvidado. No tenemos luz, ni servicios, ni mucho menos hospitales. Solo importábamos para las elecciones, cuando venían por nuestros votos. La casa era nuestra única forma de conseguir carne, aunque hoy se jusque no había de otra. Mi nombre es Raul, y esta historia tiene que ver con mi primo PP. Fue en oviembre del 2005 que salimos a casar, a pesar de que nuestros familiares siempre nos advertían que en ese mes era mejor no entrar al monte. Ese día caminamos rumbo a tres banderas, acercándonos cada vez más a la frontera. De pronto vimos algo raro. Alguien se había desviado de la ruta habitual y hizo una brecha machetazos. Era muy reciente. Nos tomó la atención y decidimos seguir ese camino a ver a donde nos llevaba. Fue ahí que la encontramos. Una ruina escondida entre la malesa. No era grande ni imponente, pero sí era real. Como una pirámide pequeña, muy vieja. Pepe dijo, parece que esta nadie las hackeado todavía. Yo, que siempre he sido más precavido le dije que no es fuéramos, pero le empezó a insistir. Y si encontramos algo de valor, si los extranjeros que vienen se lo llevan todo. ¿Por qué nosotros más? Me dijo, yo tenía 20 años, poco de cosa y muchas carencias, y aunque hoy me cueste aceptarlo, acepté, empezamos a mover tierra y piedras con palos, con manos, como podíamos. Después de un buen rato, una de las piedras se dio, debajo había una cavidad, un hueco justo del tamaño para que pasaron a persona. Pepe sufreció a Samarze, entró con el Ámpara, tardó más de media hora y adentro. Cuando salió otra y abacijas, unas piedras verdes que parecían Jade, incluso lo que parecía medio crano humano. Yo no quise tocar eso, le dije que dejáramos los restos, pero no hiciste o en llevárselos. Curiosamente le lampara que llevábamos bien cargadas apagó justo cuando le estaba ya dentro. Tapamos la entrada como pudimos, regresamos al pueblo, esa noche nos quedamos en su casa. El acuerdo a las cosas sin no le contamos a nadie. Al día siguiente lo fiabé y yo no encontré muy enfermo. Fiebre, me escalo fríos. Como si estuviera quemando. Tienes que tal vez algo lo había picado en la ruina. Quise decirle a su familia pero él me pidió que no lo hiciera. Esa madrugada se desató todo. Tuve una pesadilla. Gritó que lo dejaran de orcar, pero su voz no era la suya. Su esposa dice que era otra voz, como se hablará a alguien más por él. Y luego de golpe se levantó de la cama, pero no como una persona normal, sino como se se loieran jalado hacia arriba. Con los ojos en blanco, moviendo cerrar hoy. Y dicen que empezó a hablar a Notre-Dioma, uno que no conocíamos. Las palabras no eran suyas y la forma de mirarnos tampoco. Su esposa dice que se sentía frío en toda la casa, un frío que no era natural. Cuando su papá entró al cuarto pepe lo miró y se rió, pero ese sonrisa no era para nada humana. Luego se desmayó, como si alguien no hubiera apagado el cuerpo. Pepe ya no dormía, decía que cuando se robaba los ojos veía caras, figuras raras que no llamaban por su nombre. Cuando lo grababa dormirse por el cansancio hablaba con esa misma voz extraña, o cerría solo, o sublicaba cosas que no entendíamos. Su esposo lo encontró una noche mirando hacia la esquina del cuarto, murmurando algo de espacio, como una oración, como si alguien lo estuviera guiiando lo peor es que esto que pasó no parecía una posesión de película era algo más algo que lo estaba vaciando por dentro que lo estaba consumiendo estaba geroso muy flaco gris literalmente su piedra y gris él. Al final, tuve que confesar lo que habíamos hecho. Su familia se enojó mucho, claro, pero más que eso estaban asustados. Consoltaaron a los viejos del pueblo y les dijeron que debíamos regresar todo. Las piezas, los restos, todo. Y pedir perdón que esa ruina seguramente era una tumba y las ánimas estaban cobrando los suyo, lo que no sabíamos llevado. Así que lo hicimos, fuimos todos, tardamos horas, peto en un podia caminar solo pero lo llevamos, y yo me metí, devolví todo lo que habíamos tomado. Prendimos una vela, oramos y luego nos fuimos y mirara atrás, pero Pepe nunca volvió a hacer el mismo. Pasaron años. Poco a poco dejó de hablar con esa voz, dejó de hacer cosas raras, ya no se escapaba por las noches, ya no atacaba animales ni hablaba de formas extrañas, pero tampoco volvió a reírse como antes, ni a mirarme como los sillas con darmos niños. Tiene un hijo, pide tranquilo y está bien, pero... es otro, es como si el verdadero Pepe se hubiera quedado ya, adentro de sordina. Yo sigo viviendo aquí, ya no entro tan profunda en la selva, y si me topo con una ruina, ahora me cuorme de hoy la vuelta. No es por superestición ni por que tenga miedo, es por que aprendí que cosas que no nos pertenecen, cosas que no debíamos tocar. Hola comunidad, te relato su selanote. Me llamo Manuel y soy el seguidor del programa desde hace más de cinco años. Siempre me dió pena contar mi historia, pero lo que viví no lo he podido olvidar. Todo ocurrió en 2016 cuando me conté con mi esposa Belén. Tuvimos la bendición de pronto esperar gemelas. Ellos son una mujer pequeña, mide como unos 54 y su embarazo fue muy complicado. Llevamos cinco años de novios cuando quedamos embarazados y deseantes ella me decía que veía cosas, aparecidos, sombras, gente que ya no está en este plano. Lo decía tanto en su casa como en la mía. Yo como tú, Uriel, pensaba que era imaginación o que quería impensionarme, pero después de lo que vivía el primero de noviembre de ese año ya no dudo nada de lo que me contó. Ese día salimos a dar calabritas, disfrazados. es como los dulces quedan en jalo guin en estados unidos, pero en México lo hacemos en ese día. A Belén en Can'tes a Fecha, eso favorita. De hecho alguna vez me dijo, si algún día tengo un hijo, me encantaría que nacieran oviembre. todavía faltaban dos meses para quedir a luz pero como dije, su embarazo era del torriesco. |
| 9:45.5 | Los doctores la iban indi... que nacieran oviembre. Todavía faltaban dos meses para que diera luz, pero como dije, su |
| 10:07.0 | embarazo era del torriésco. Los doctores le habían indicado reposo total. Pero Belén no es estar sequeta. Siempre ha sido trabajadora, luchona. Yo trabajaba con mi abuelo en una te quería. Ya no me pena 50 pesos del día, pero ya nunca me reprochó nada. |
| 10:06.9 | Ese día salimos a dar dulces. vuelo en una taquería. Ya nada me pena 50 pesos del día, pero ya nunca me reprochó nada. |
| 10:27.7 | Ese día salimos a dar dulces. |
| 10:30.0 | A la media hora empezó a sobarse el estómago, decía que las niñas se le estaban encajando |
| 10:34.5 | muy feo, y luego nos íbamos cuenta de que sangró un poco. |
| 10:39.1 | Para que se den una idea, su cuerpo siempre tan delgado había crecido unas 5 o 6 veces, sentía que su piel ya no cuantaba más. Tenía una revisión en el 3 de noviembre, algo de rutina, fue un sal hospital de la raza y hubo un detalle raro, aunque ya no estudiaba, su seguro de la prepase y activo, era algo que no entendíamos pero que agradecimos mucho? Como no me iba bien, llevábamos poco más de 100 pesos, apenas lo justo para los pasajes. Yo pensaba, la revisa regresamos como nos en casa, pero no fue así. Después de varias horas espera, me desesperé. Fíjate a preguntar a la ventanilla por ella, dice un nombre y me dijeron, señor, tenemos mas o no ahora buscándolo. Resulta que por los nervios yo se le fumara cada rato, y justo cuando me gustentaba llamaban mi nombre, no lo se escuchaba, me regañaron y luego me explicaron que mi esposa ya tenía 4 de dilatación, que los dolores que habia sentido el primero de noviembre eran contra acciones, que le estaban preparando |
| 11:49.5 | para cesar y urgente, su piel ya no aguantaba, y su matriz estaba siguiendo plastada. |
| 11:56.2 | Me quedé ahí, sin saber qué hacer, no tenía saldo en el celular, no podía avisarle a |
| 12:01.3 | nadie, sólo me quedé parado, esperando, hasta que un doctor se me acercó. Me llevó un oficina pequeño y me dijo muy directo. Miren, tu esposo y tu su vez es tan muy mal. No las podemos salvar a las tres. Tienes que decidir a quien salvar. Me dijo y me dio una hoja. Tienes a lo. Tu voy a dejar solo un momento. El doctor salió. Había dos escritorios, uno con un señor llenando papeles y el otro donde yo estaba, de pie con una hoja. Me temblaban las manos. Estaba por firmar cuando escuché tacones acercándose. |
| 12:46.0 | No levanté la mirada pero la persona se de tuve frente a mí y me preguntó. ¿Usted es el esposo de Belén? Le dije que sí. Me extendió la mano. Tivia, suave. Cuando la vi y me di cuenta de que era una mujer muy alta, Y alta, talvez por los tacones rojos, |
| 12:43.5 | Blanca de rostrofino, De cabllo chino rojizo, Y ojos claros, Llevaban uniforme blanco y un suete rojo tejido. Me dijo su nombre, Y cel, y luego me dijo, No se preocupe, No es necesario que firme nada, Acabo de terminar de operar su esposa. Ella y las niñas están bien. Están muy débiles pero es también. Su esposa perdió mucha sangre. Su matriz quedó dañada, pero está viva. Uno de las bebés nació sin sícnos, pero después de unas maniobras que le hice reaccionó. No, estén cuidados intensivos, pero ya respira. |
| 17:25.3 | Yo no sabía si llorada, si reírme, arrodillarme, solo asentía agradecido. Ya era de noche cuando llegaron mi mamá y mi abuela, me esconde todo. Me insistieron en que fuera de descansar, pero yo no quería, no quería dejar las olas, pero me convenceron. Al día siguiente, mi abuela, que tiene un puesto de ropa, me dio un conjunto muy bonito, para que se lo llevara a la doctora que haya salvado mi familia. Reversar a los hospital, pregunté por la doctora Excel, nadie lo conocía. La describi con todo detalle. En el turmo de la mañana me dijeron que no creían que trabajar allí. Me recomendaron preguntar en la tarde. Y regresé en la noche y volvía a dar la descripción. Una trabajadora solo me miró raro y me dijo, ¿te dais señor? ¿Qué suerte tuvo? ¿Por qué esa persona que vio normalmente no la salva, se las lleva? Yo no entendí pero me fue muy molesto. Antes de salir la señora me alcanzó y me dijo, hijo, sé que no entendiste, esa mujer no era una persona viva. Tal vez fue un ángel. Tal vez la planchada. Pero de que les hicieron un milagro se los hicieron. Así que tu agradece, la Dios. El año pasado, en el cumpleaños número 8 de mis hijas, ellas me preguntaron cómo nacieron. Les conté la historia, nunca lo había hablado con Belén. Cuando terminé, ella me miró y me dijo, a mí no me peró ninguno doctora. Yo escuchaba voces, feía movimiento, pero eran doctores y practicantes. Aunque sí, si vía una mujer, si vio los tacones rujos. Me tocó la frente justo con esta apunto de desmayarme. Me dijo, no te preocupes. Ya casi se termina. En ese momento me pasaron una de las niñas, pero no respiraba. Hasta que esa mujer le dio un golpecito en la espalda y lloró. Nadie más fio esa mujer, solo nosotros. Puede que esa historia suele exagerada o demasiado increíble, pero yo estuve ahí. Yo sé lo que vi, yo sé lo que viví. Un saludo con mucho amor a Belén, Naomi y Nicole. las protagonistas de este milagro, por algo está en aquí, algo grande les espera. Ola Oriel, primero que nada te manda un fuerte abrazo a ti y a toda la comunidad de relatos en la noche. Mi nombre no es importante para esta historia. De hecho prefiero mantenerme en el anonimato, por favor. Este juevesanto no puede ir a mi bolito, taxco de alarcón guerrero. En serio, es algún día tienen la oportunidad de ir, no les aprovechen. sermoso por donde lo mires, su gente, su comida, sus paisajes, todo. De eso sí, con todo el dolor de mi corazón, tengo que decirles que por culpa del crimen organizado, ahora todos tenemos que andar con muchísimo cuidado, sobre todo en las noches. Y no solo en Guerrero, sino en cualquier lugar al que vayamos. Ayer mi hermano vino a visitarme donde viva ahora, y en la plática se lo el tema de la procesión de los cristos que se hace cada juevesante en Taxco, la más larga y pesada de toda la semana. Me contó que en un momento, cuando apenas empezaban a salir algunas imágenes, se escuchó un alboroto, gente gritando, corran, corran, corran... No sabían por qué, pero corrieron. Por suerte no pasó mayores, resultó que no impuesto comida y no fue una fuga de gas, y la dueña en su susto alertó a todos. Mi hermano no lo contaba riendo, porque al final todo quedó en un susto, pero yo comunidad, no podía evitar revivir la noche de juevesanto más aterradora de mi vida. Quizás para algunos esto no va a sonar tan fuerte, pero para mí fue lo más espantoso que he vivido. Y la verdad no sé por qué no me había acordado antes, supongo que el se debo tratar de protegerte, borrándolo peor. Pero bueno, hace unos 12 años, un juevesanto, si una verdadera corretiza. Desde temprano, vos señalé raras. El Cristo del Varrio de Guadalupe no quiso salir. Se puso muy pesado y no pudieron sacarlo. Debo clarar que esa noche normalmente asisten unas ochenta imágenes de cristos, además de los penitentes que cargan espinas, que pesan como 40 kilos, los que se flagelan y los que arrastan cadenas. Pueden buscarlo en YouTube, es impresionante la cantidad de gente que participa, pero como les digo, ese año el Cristo de Vada Lupe no salió, y el ambiente se sentía muy pero muy extraño. Esa sensación de que sabes que algo malo va a pasar, aunque no puedas explicarlo. Esa fue la primera vez que me dejaron bajar al pueblo conmientón, entonces no obvio, a quien llamar el Pedro. y siempre íbamos en familia, pero ese año me dieron permiso con la condición de reencontrarnos en el sócalo, y de ahí seguire la procesión juntos, con el Cristo de Casaguetes, que este es donde yo soy. Pedro me propuso ir a la garita para ver la procesión desde ahí, y cuando pasar nuestro Cristo, unirnos. Y vamos gritando frente al exconvento, cuando de pronto toda la |
| 19:26.6 | gente empezó a correr, gritando desesperada. ¡Hay vienen, hay vienen! ¡Correle! Fue un estuendo impresionante, como sin miles de toros vinieran bajando del monte. La gente empezó a correr sin dirección, hubo muchos heridos, imagino errotas, y eso se repetió tres veces. |
| 20:08.0 | No sabíamos que pasaba, sólo que había que correr. |
| 20:12.0 | Se decía que si carios estaban buscando a alguien, que sabían metido entre la multitud, |
| 20:17.0 | aunque después del presidente municipal salió decir que todo fue por la explosión de un transformador. |
| 20:23.0 | La verdad es que sanoche todos perdimos la razón. Pedro perdió su celular y su cartera. Yo no supe que fue de mi bolso. No tenía como comunicarme con mi familia. Decidimos caminar hasta mi casa. En el camino vimos puestos tirados, gente desmayada. Niños llorando, adultos llorando. hablando, no había taxis ni combis, todo arrancaos. Cuando llegamos al barrio de Guadalupe, tocamos varias puertas para pedir un teléfono, pero nadie habría, y lo entiendo, todos teníamos miedo. Una señora se asomó desde su casa y no se un bolillo, me dijo que a lo masticar y lo tirara al suelo, para recoger el susto. Con mucho cuidado, jóvenes. Nos dijo, no los puedo dejar pasar, pero que Dios los acompaña. Esta noche no es buena. Subimos hasta la iglesia. La gente empezó a decir que el Cristo de Guadalupe estaba llorando. Nunca me gine a escuchar algo así. Fue tan atrador que decidimos no entrar y seguir caminando. Y vamos rumbo a casa huetes. De ahí en adelante el pueblo estaba desierto. Ni perros ni gatos en el calle. Casa cerradas, luces apagadas, un escenario fantasmal, en una de tantas subidas nos paramos a descansar, Pedro me dijo, oye ya viste a la moja que viene caminando, hay que esperarla, entre más gente vayamos mejor, a lo lejos sí y la figura de la moja, es que nos hacía, es que nos hacía, es que nos hacía, es que nos hacía, es que nos hacía, es que nos hacía, es que nos hacía, es que nos hacía, es que nos hacía, es que nos hacía, es que nos hacía, es, pero el caballo nunca apareció. Solo pasó el sonido. Como si bajara por las escaleras. La moja que veamos visto desapareció de pronto. Pedro me agarró del brazo. ¡Vamos ya! Nos falta poco. Me dijo. Seguimos caminando, temblando de miedo hasta llegar a la panorámica. Y ahí, de nuevo la vimos. Al monja, muy cerca de nosotros. Su cara era... Su cara era indescriptible. Estaba que Madi tenía los dientes negros como podridos. El velo se le cae al piso, y en cuanto lo tocó, soltó un grito que casi nos dejó hordos. Corrimos con todas nuestras fuerzas, pero no solo venía ellas después. En el mismo punto donde la habíamos visto por primera vez, pero no solo venía ella. Del mismo punto donde la habíamos visto por primera vez, pero no solo venía ella. De el mismo punto donde le habíamos visto por primera vez, venían corriendo tras tres figuras. Corrían de igual que ella. Rápido, vestial, como si fueran caballos desvocados. Yo iba llorando, me abrazaba Pedro mientras rezábamos como pusíamos. Cada ave María nos |
| 23:46.6 | costaba más pronunciarlo, sentíamos que la aires se nos iba. Y cuando rezamos juntos, los pasos empezaron a retroceder, escuchamos risas cada vez más lecanas. Gracias a Dios un bochito subía por la calle, un carrito, un Volkswagen. |
| 23:45.0 | Era un vecino nuestro, no recogió, nos preguntó por qué habíamos subido caminando, que era peligroso, que debimos esperarnos con el Cristo. Le llamó a mi papá, le digo que estaba en el sócalo, acompañando la procesión. No se gozca cerca del centro de salud de casaguetes, Ya ahí esperear mi familia. Cuando llegaron los abrazé con el álmio y chapé dasos. Llevaba cargando mi hermanito pequeño. En su nocencia me dijo, mira, hermana, hay vieron las mojitas, quieren jugar conmigo. A mí se me lo les acre, Pedro pretó la espalda. No voltees, pero si vienen, vámonos ya. Cuando llegamos a mi casa, corre al vallo a fumitar, pero lo que fumite no era normal. Era negro, como sangre coagulada. Mi familia dijo que el de siguiente me iba a curar del espanto, que era necesario. Así fue, me empasotaron como dicen, me envolvieron en una cobija bajo el sol del mediodía. No podía haber nada, me estaba quedando dormida cuando sentí que algo se subió sobre mí. Creí que era la señora que me estaba trabajando, pero no. Me llegó un olor noce a punto, un olor que reconocía de la noche anterior, de cuando vía la monja. El me oído. Le escuro que al que ansias escuchar que me decían algo lo siguiente. Te vamos a cachar un día. Hoy no, mañana tampoco. Pero un día. Después de escuchar eso ya no recuerdo nada. No sé si me dormí o si me desmayé. |
| 26:05.0 | Sólo sé que hasta ahora con lo de mi hermano recordé todo esto. Me regresó el miedo. No sé qué va a pasar. Espero que nada, pero si alguna vez algo sucede, les prometo que les escribiré de nuevo. Que tengan buena noche. Gracias por seguir aquí, por acompañarnos hasta este punto del episodio. Siempre me gusta recordar que hay dos tipos de personas que llena escuchar relatos a la noche. Quienes ya conocen este espacio y lo sienten como suyo. Y quienes apenas van llegando, movidos por la curiosidad o por una recomendación. Y la verdad no todos los nuevos se quedan, a muchos lescan el miedo o simplemente no conecten con este tipo de historias, pero quienes logran quedarse hasta aquí, es porque algo dentro de ellos los llama, porque aunque no los digan en vozta, tal vez ya han vivido algo para normal, algo que todavía no saben cómo explicar, o cómo contar. Eso es lo especial de esta comunidad. Cada persona nueva que llega puede traer consigo una historia, un recuerdo, una experiencia que aún no ha compartido. Y eso es lo más valioso para nosotros nosotros saber que ya fueran hay muchas más historias esperando ser contadas historias propias historias de familias de amigos de lugares donde alguna vez pasamos relatos que dormen en la memoria de nuestros pueblos nuestras casas nuestros trabajos esperando salir y aquí seguiremos semana, semana, dándoles voz porque todavía quedan mucho por contar y esta noche a uno termina así que el descanso se ha acabado continuamos. ¿O lauriel ya la mejor comunidad? para el comunidad rel relatos de la noche, me llamo Alison. Mi historia no es muy larga pero estoy convencida de que este es el lugar donde debe contarse. Bran actualmente vivo en México, aunque soy originario de Tijuana, el norte de México, el esquina noroeste de mapa. Como imaginaré a mi ha tocado rentar departamentos, y hace poco me mudé a uno nuevo. En mi anterior de pan nunca viví nada extraño, mucho menos algo que pudiera llamar para normal. Es más, todo lo contrario, era un lugar sumamente tranquilo, pero algo ocurrió la última semana antes de mudarme. Como les dije, nunca había sentido nada fuera de lo normal, pero esos últimos días serán, cuando menos raros, no era una razón en especial, no era por algo que pudiera señalar, palpar, pero simplemente se sentía, como cuando alguien se pele en un lugar, o están a punto de pelearse, o alguien llora mucho y puede sentir, como dicen, Pero el aire está empezado le ha creado que casi puedes cortarlo, así me sentía. Empecé a sentir también un extraño pesadés en espalda, como si alguien me estuviera viendo siempre. Yo solo dormí en lo tarde y aquella noche no fue la excepción, me acusté como las 12 y media. Pero alrededor de la un inmediato de la madrugada, me despertó el sonido de varios catos moutchando. No eran moutchidos normales, eran desesperados, como si algo lo se estuviera cerrando. Al principio no les importancia, no es Es raro escuchar gatos por la zona. Elevante para ir al baño medio dormida. |
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