Timmy or Shey recuerda los días hermosos en los que vivía con sus padres en aquella cabaña en

Kentucky. Ahora sólo lo dejan verlos de lejos. Una vez al día en el quinto piso de este enorme

edificio donde dicen que van a curarlos. Los doctores, con sus guardapolvos blancos y su andar

seguro, son como super herbes para el niño de cinco años. Está seguro que bajo su cuidado,

sus padres regresarán pronto con él. Por suerte, Timi ha hecho buenos amigos en el

pavillón de los niños, especialmente entre los que están sanos.

A uno de ellos lo llevaron a otra habitación cuando empezó a desmejorar.

Timi escuchó entonces la palabra tuberculosis otra vez, aunque no puede entender qué significa.

Con sus nuevos amigos, al niño le gusta jugar a lanzarse la pelota.

Las enfermeras les han dicho que tengan cuidado cuando suben a jugar a la terrasa,

pero ellos no entienden que podría ser peligroso en un lugar tan abierto.

Una tarde, uno de los amigos de Timi arroja la pelota muy alto.

Timi corre hacia atrás para atraraparla y ha estado un pequeño

saltito cuando está punto de alcanzarla. Pero todos los peligros de los que le advertieron

se conjura en ese instante. El niño tropieza con un ladrillo y sin poder agarrarse de

nada cercano, cae al vacío y muere. Casi 90 años más tarde, quienes visitan las ruenas en reconstrucción de la edificio

en Louisville, Kentucky, llevan pelotas para el fantasma de Timmy.

A veces las pelotas se mueven solas, incluso algunas regresan hacia la persona que las arrojó,

como si el espíritu del niño quisiera seguir jugando con los visitantes, pero otros fantasma

del lugar no tienen la inocencia

de ti, por eso, aún hoy es una experiencia espeluznante recorrer el antiguo sanatorio de Bienvenidos y bienvenidas a Enigma sin resolver.

Mis terios, crímenes y suscesos paranormales.

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