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🗓️ 8 August 2025
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Esta noche en Relatos de la Noche, seremos testigos de tres encuentros con lo inexplicable. Tres relatos marcados por el miedo, la familia y los ecos de algo que parece regresar una y otra vez, como si no quisiera ser olvidado.
Desde la inocencia rota por una presencia que se hace pasar por alguien cercano, hasta un grupo de jóvenes enfrentando algo que nunca debió haberlos visitado en un salón de iglesia, y finalmente, los recuerdos heredados de una familia entera marcada por apariciones, incendios imposibles… y el llanto que atraviesa generaciones.
Apaga la luz, acomódate, y prepárate para escuchar lo que sucede cuando la realidad se quiebra solo un poco… lo suficiente para que algo más pueda entrar.
¿Te atreves a escuchar?
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| 0:00.0 | Estábamos terminando nuestras oraciones cuando escuchamos que alguien tocó en la ventana. |
| 0:09.0 | Todos volteamos con miedo, uno por estar a una iglesia de noche, a esas horas, sino porque |
| 0:18.5 | era imposible que nos estuvieran tocando en esa ventana, en el segundo piso. Muy buenas noches comunidades, me da mucho, mucho gusto poder recibirles de nuevo aquí, en esta espacio en el que pueden confiar para olvidarse al menos un ratito de todo, mientras escuchan historias de terror, relatato de fantasmas, de encuentros con lo paranormal. Si no se escuchen en el metro, mientras van a casa en el transporte público o en el tráfico, espero que al acompañarlos el viaje se haga más corto. Si somos el sonido de fondo mientras hacen alguna tarea, en el trabajo en la casa o intentamos dormir. También, gracias por darnos la oportunidad de estar con ustedes. Es un privilegio que nos deje en formar parte de su cotidianidad. Sin más es un momento de apagar la luz y dejarse llevar por las historias a continuación. No malinterpreten la movilidad de este intro. No. Les espera terror real en las siguientes historias, estás escuchando relatos de la noche. Me acuerdo mucho de cuando estábamos chiquitos, hermano y yo, el era dos años mayor que yo, pero alto para su edad, muy alto. Yo siempre fui enfermizo y débil, por lo que cuando éramos niños parecía que nos llevábamos cinco años. Mis papás no dejaban solos porque los dos se iban a trabajar. Por aquel entonces intentaron echar andar un negocio y se iban más que de sol a sol, nos sejaban en la escuela la 7 y ellos solvían a casa ya pasadas de la 7 de la noche. |
| 1:45.0 | En la escuela mi herman 7 y ellos volvían a casa ya pasadas de la 7 a la noche. |
| 2:07.2 | En la escuela mi hermano me esperaba fuera de mi salón todos los días. Era raro porque en la escuela en el recreto nunca me lo topaba, pero siempre estaba ahí en la puerta cuando yo salía. No sé cómo le asilla para salir antes que yo, E ir a esperarme, pero siempre estaba ahí. |
| 2:04.3 | Pero eso me gustaba. |
| 2:06.1 | Sabía que podía confiar en él. No sé cómo le asilla para salir antes que yo, e ir a esperarme, pero siempre estaba ahí. |
| 2:26.0 | Pero eso me gustaba, sabía que podía confiar en él, siempre podía confiar en él. Caminábamos rumbo a la casa con sus amigos. No era el más seguro de los farrios, pero como habíamos todos embole a nadie, no se cían nada. Nadie nos molestaba. La única vez que se lo ocurrió un señor que vivía en un baldío pedirlo sin héroe, |
| 2:25.0 | de una forma algo violente, le tocó una buena golpiza de esos cinco niños desextogrado, los más brazos de la escuela. Esta fue la primera vez que vía mi hermano pelearse, pelear así de verdad, como si la vida le fuera en hecho. Lamentablemente no sería la última. Y quiero decir que lebo una persona valiente, por eso lo que voy a contar su sesión de la forma en que sucedió. Estamos en la casa, ¿y qué sieran las ocho? Es ahora siempre Iba daño a fele, una señora muy amiga de mi mamá, a dejar nos algo de cenar, pero en esa ocasión sólo recibimos una llamada, no sabísaba que venía tarde, que comíramos algo mientras cualquier cosa que estaría ahí en cuanto pudiera. Mi hermano se puso buscar algo para hacer, pero no había nada, eran tiempos difíciles en los que elfrica casi siempre estaba vacío, en los que todos seguíban negocios de la familia. |
| 3:49.2 | Doñofelle no le cobraban nada a mis papás por echarnos un ojo todos los días, por |
| 3:54.3 | darnos de cenar también, lo hacía por el aprecio que nos tenía. Por eso, ni como reclamar |
| 4:00.9 | que no pudiera hacernos ese favor, esa noche. Pero no había nada. Nada de sina ar y el hambre apretaba. Yo volteaba de esta la sala, viendo mi hermano buscar en un más alto de la la cena. Parado en una silla de puntitas. A ver si había algo escondido por ahí. El apuerto de la casa, el medio de la sere y la cocina abrió de portazo y vimos como en medio de nosotros se entró corriendo una mujer a nuestra casa llorando y se fame directamente al cuarto de mis papás. Yo no supe que hacer, sólo me puso a te pie y mi hermano brinco de las hillas donde estaba parado para asomarse desde ese |
| 4:45.2 | pasillo en medio de la sárea y la cocina hacia allá hacia el cuarto luego mi roce afuera hacia la calle algo vio que pelo los ojos como si soviera asustado y corrió a cerrar y poner el seguro yo me quede quieto por el miedo y él me agarró y me jaló hasta nuestro cuando entramos en evitación |
| 4:44.0 | escuchamos Yo me quede quieto por el miedo y él me agarró y me jaló hasta nuestro cuarto Cuando entramos en evitación Escuchamos como alguien pateaba en la puerta de la casa muy feo Parecía que le iba a tombar que le iba a romper De lo otro lado de la pared escuchábamos a la mujer llorando. Muy asustada, escondida en el cuarto de mis papás. Y de pronto. De pronto fue claro que la puerta se había venido abajo. Que quien fuera que estaba ahí, que la seguía, ya había entrado. Yo empecé a llorar y hermanoo me empujó hacia el armario, me sento en el fondo y me choco cosa encima para esconderme. Me dio un sinto para que cerrar por dentro, atorando las dos perillas que tenían las puertas. Me dijo que la rodeara, chicalara con fuerza si escuchaba que alguien entraba al cuarto. Lo pregunté que iba a ser él, pero le pedí que se quedara escondido conmigo, que por favor no saliera, que no fuera de tener ese hombre. Era valiente, pero lo que se escuchaba y afuera era un hombre adulto, completamente furioso. Me dijo que me calmará, que saldría por la ventana, que iría corriendo buscar el esposo de Doñofelia a los vecinos. Me pidió que ser rara y que por ningún motivo fuera abrir antes de que él volviera. Lo escuché abrir la ventana, lo escuché saltar hacia afuera y hacer un grito de dolor al caer. Escuché que corrió y en ese momento el llanto detrás de mí, en la habitación de mis padres |
| 6:47.3 | es o de pronto, en un instante. |
| 6:52.0 | También las voces de aquel hombre que parecía haber entrado a la casa, destrozándolo todo, |
| 6:57.5 | tirando todas sus pasos hasta llegar al cuarto, también el cayo de repente en un instante. |
| 7:10.0 | La puerta de la habitación sabrió lentamente. |
| 7:13.0 | Al quien se acercó hasta la puerta del armario. |
| 7:18.0 | Tu caeron pero yo me cayé, con tu y mi respiración para que nadie supiera que estaba ahí. Soy yo, abre. Escuché la voz de mi hermano, pero él se acababa de ir. Él había dicho que iría corriendo a la casa de Doñafelia y eso estaba en la calle detrás. No podía estar ahí. Intentó abrir y yo jade el con fuerza, apretando tan fuerte como podía. Te prometo que soy yo. Abre, quiero enseñarte algo. No sé por qué, pero... No podía más. Estaba punto de abrir la puerta a pesar de que yo intentaba detenerla. así que simplemente me di por vencido. Quitelcinto de las perillas, abri de espacio. Te dije que soy yo menso. Ven, ven a ver. Era mi hermano, sonriente, pero con una sombrisa diferente, nerviosa, salí con él. Me enseñó el pasillo. Todo estaba en orden. La puerta de la casa estaba en perfecto estado. Luego fuimos a ver la habitación de mis padres y no había nadie. Ni una sola señal de que alguien hubiera entrado ahí. Era como si la señora y eso que le iba seguiendo se hubieran sumado. No entró nadie. Me dijo. Yo intenté decirle que son el cierto, que los dos le habíamos visto entrar. Eso no era un fantasma. Vimos entrar a una señora corriendo, gritando, una señora de verdad. Les escuchamos esconderte en el cuarto de mis papás. Esa señora había dejado la puerta de la casa abierta. Mi mismo hermano le había cerrados después. Yo sé, yo sé, pero no entra un a di. Un respondió mi hermano con tristeza. Le pregunté que fue lo que había visto afuera cuando se sumó, cuando se erroró rápido y puso el seguro. Solo me dijo que no con la cabeza, como si no hubiera visto nada o como si no lo quisiera decir. Cuando llegó Doña Felia con la cena, minutos después, lo primero que hizo fue contar lo que acababa de pasar. Ella me miraba algo desconcertada, volteando a ver a mi hermano como para que le confirmara que lo que yo decía era cierto. Y luego ella le dijo a mi mamá, las dos dos estuvieron rezando a partir de entonces, todas las noches en la habitación de mis padres, por nueve días. |
| 10:07.6 | Nunca volvió a pasar nada extraño en esa casa, mis opas ya no estén para volver a preguntarle sobre esta historia, mi hermano tampoco. Yo ya no supe que fue lo que vio, no pude preguntar si sabían si Y algún mensaje había pasado ni se casa. |
| 10:03.8 | O qué fue lo que ví. |
... |
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