Es momento cuando te tocas la bolsa y te das cuenta que no tienes contigo tu celular. Yo es por si solo una historia de terror, pero creo que este es todavía peor. Anoche una de mis amigos paso por mí y prácticamente me obligó a salir corriendo para alcanzar la tocada del grupo de una de sus mejores amigas. Llena lugar después de unas cuantas cervezas, me di cuenta de que no tenía mi teléfono.

Revisé en la mesa donde estábamos, en la barra, fíjate en los baños y nada.

Usé el teléfono de mi amigo para llamarme.

Son dos veces si alguien contestó. No dijo nada. Solo escuché muy bajo una rícita ronca, como de alguien con problemas para respirar. No era una risa rápida sinolenta, como si estuviera disfrutando que yo escuchara. No volvió a hablar, colque, colque con una sensación rara en el estómago. Eventualmente acepté que mi teléfono ya estaba perdido, esa persona no sonaba con intenciones de devolverlo y me dí por fincido, pero cuando llegué a mi casa más tarde, encontré el teléfono y me meró, junto a mi cama, donde lo había olvidado, justo donde lo había dejado antes de salir. Muy buenas noches comunidades, sean bienvenidos y bienvenidas a un episodio especial para agradecerles tantos años de historias para agradecerles que ya somos 2 millones en youtube si fuera la que llegamos hace unos meses y 2 millones en Spotify que alcanzamos hace un par de semanas espero que han disfrutado la historia con la que comenzamos esta noche una historia que contamos en 2016 cuando ¿Creenlo o no? eso era un episodio completo de relato de la noche. Gracias por formar parte de este hermoso proyecto y de la mejor comunidad de todo internet. Ustedes lo llevaron de ser un espacio que se grababa con el corazón desde un quartito con un micrófono improvisado de un viejo reproductor MP3 con unas cintas de personas escuchando a un espacio que se grafa ya con un micrófono profesional, pero todavía con el corazón, todavía desde un cuartito lleno de libros y objetos de terror, pero ahora con una audiencia de millones de personas que el año pasado fue el podcast en español más escuchado en el mundo, el séptimo más escuchado de esta planeta en cualquier idioma según Spotify. De esta manio, esta comunidad. No se olviden que ustedes son el corazón de relatos. Ahora es momento de iniciar este viaje de festejo de horror, porque claro que no todo es nostalgia, así que continuaremos con historias que nos han llegado muy recientemente pero que quien sabe, con el tiempo quizás también se vuelvan clásicos de

este programa, ya estás escuchando relatos de la noche.

Supongo que esta historia comienza con unos sueños que tuve desde hace un año para acá,

en esos sueños alguien toca a un timbre, un timbre de esos que atúrden en los oídos. Lo empezaba a escuchar en mis sueños hasta que me despertaba, y entonces lo grababa escucharlo en esos primeros momentos al despertar. Sin embargo mi timbre no suena de esa forma. que esas vecinas están están lejos, nunca he escuchado sus timbres si es que los tienen. Y ese sonido que abarca a ventrimi sueños y la realidad no solo sonaba la 7, 8, 9 de la mañana, como las primeras veces. Después sonaba también la mitad de la noche, a las 2,45 de la madrugada para ser exactos. Primero en mis sueños, parándolos de pronto, fuera lo que fuera, podía hacer un sueño muy real, de esos que parecen un pedacito de la vida cotidiana, o podía estar soñando con un bosque oscuro muy lejos de aquí, el timbre me hacía pararlo todo, el timbre me hacía pararlo

todo para poner la atención y yo me forzaba despertar, lo intentaba con todas mis fuerzas hasta que podía hacerlo y podía escucharlo entonces mientras me ponía mis pantumplas y me levantaba para ir a la puerta, lo seguía escuchando hasta que llegaba a ella y me de que se no era mi timbre, de que no había nadie afuera.

Bueno, debo ser honesto, cuando esto pasaba por las madrugadas, no me atrevía a somarme por la ventana o por la merilla de la puerta. Me daba mucho miedo que fuera a ver a alguien ahí. Llegué unos días en que me estuve informando mucho, que así no podía dormir por el dolor de cabeza.

Me costaba mucho descansar y finalmente decidí usar unas pastillas para dormir que tenía guardadas para esas emergencias. No me gustaba dormir con ellas porque sentía que perdió el control, que dormía demasiado profundo y que si pasaba algo en mi casa, aquí donde vivo solo, quedaría completamente desprotegido. Esta noche como a eso de las ocho, no en comodidad de rata el que me fui por vencido. Necesitaba dormir, descansaron que tuviera que tomar esas pastillas para lograrlo. El dolor de cabeza en una terintén sopero era pulsante, constante, no se iban y por un momento. Me tomé esas pastillas, me fui a dormir, por fin pude quedarme dormido, por fin pude descansar. El timbre entre un pios sueño que tenía hasta ese momento, un sueño de esos que no se recuerdan, que no importan.

Volvó a sonar, no pude despertarme, intenté, de verdad intenté pero no pude, pero un sueño, en el sueño si pude asombarme hacia afuera. no me levanté pero pude ver quién estaba a tocar el timbre. Era una señora, una señora nunca me hizo un viejo, de esos que se usaban antes, con una peluca malpuesta, un lentes redondos muy pequeños y oscuros, me daba la impresión de que estaba ciega y tocaba mi timbre. De pronto me vi en otro lugar, estaban en una playa de noche buscando a Marcu y Santiago, mis obrinos, los hijos de mi hermana. Sabía que estaban allí en algún lugar y tenía que encontrarlos. Escuchaba el mar, pero en la playa no veía absolutamente nada y caminé en la oscuridad. Escuché voces a lo lejos.

Quería escuchar la voz de Marco y corrí en la oscuridad, casi tropezándome en la arena.

Luego volví a estar frente a mi casa.

La señora ya se había alejado de la puerta.

Estaba en la banqueta.

Bajo la luz de la lámpara frente a mi casa se alejaba pero volto hacia mí.

De nuevo. ¿Cómo si pudiera verme. Tenía en sus manos unas agujas para tejer, muy largas. Parece a tejer algo que yo no alcanzaba a ver, pero las movías demasiado rápido, hacia dentro y se afuera en un gesto casi amenazante. Y luego yo ya no estaba ahí, y en mi sueño estaba manejando. Veía el mapa porque no se había donde iba pero la pantalla parecía confusa, borrosa y yo no sabía que salida a tomar. Y ven una topista, todos iban muy rápido, más rápido que yo y no sabía en donde salir. En total para hacer preciso, tuve tres sueños esa noche, pero todos iban entre las a dos, saltaba de uno para volver a otro y al otro y regresábamos al primero. Puede ver claramente esa mujer de las agujas que tocaba mi timbre, que se alejaba por la calle y luego volvía mi casa, se cercava la puerta, volvía a tocar, hasta que se fue, se alejó hacia el fondo de la calle en la oscuridad y ya no la vi, el segundo fue el sueño en esa playa de noche, donde caminaba en la oscuridad, siguiendo las voces hasta que pude ver unas luces, una fogata, gente alrededor, me acerqué a ellas corriendo, tropezándome en la arena, sentí que había algo malo ahí y yo buscaba mis ubrinos, gritaba sus nombres, las personas alrededor del fuego estaban desnudas y voltearon hacia mí, sin moverse de sus posiciones, cuando me acercaba, había una figura en medio de la fogata, tallada en piedra. La figura de un demonio que nunca voy a olvidar. Entre esas personas que volteaban a verme, estaban marco y sentiago. Luego pase a otro sueño, de mí en la carretera, en el que no podía ver mi mapa, cuando por fin vila salida que buscaba en él, ya me la estaba pasando. Lo último que sentí antes de despertar es como un coche me pegaba del lado y macia voltear y, antes de sentir dolor, hay desperte. Y bueno, yo sé que probablemente estarán pensando que tiene que ver todo eso con relatos de la noche. ¿Por qué nos están contando un sueño raro si aquí no reunimos a narrar historias para normales y no sueños? Verán, no, no creo que ya ha sido simplemente un sueño. Siempre sentí que no fue así, ya ahora puedo comprobarlo. Después de ese sueño, desde maldito sueño aquella noche, en que las pastillas me hicieron dormir más profundo de lo normal, más profundo de lo que yo puedo, se acabaron los timbres en la madrugada, en la mañana, esos que se metían en mis sueños se quedaban por unos segundos al despertartar se fueron, no volví a escucharlos ver mi hermana como eso visitarme como siempre empezó a venir a mi casa, no por extrañarme sino porque algo le preocupaba y en el fondo en el fondo yo soy la única persona en el mundo en quien puede confiar para decirle la verdad para decirlele por qué se preocupa. Había al corraro con Santiago y Marco, estaban cambiando mucho. Cuando me dijo que el menos dos veces al mes se iban a la playa y pasaban la noche allá, y distintivamente me vacía mi sueño para empezar a dar le pistas de que hacer, de que preguntar. Y noó dando secuentes de que estaban en una secta, en una muy mala, en una secta horrible. Como llegaron ahí, no lo sabemos, pero no era un juego de muchachos. Mi hermana le pidió al papá de mis sobrinos que viniera a la ciudad cuando ya estaba segura de lo que estaba pasando. Los dos se rompieron en una de esas ceremonias. Ahí, junto a adultos y viejos, estaban ellos dos, formando parte de ese esqueroso ritual. A pesar de que los muchachos eran mayores de edad, mi hermana y su papá decidieron que era mejor que él se los llevaron tiempo, que los alejar a lo más posible de ese círculo en el que habían caído, de esas amistades. Yo no es siquiera tuve tiempo de verlos, de despedirme, pero... Empecé a vivir con miedo. Sabía. Sabía que ese sueño tan raro que había tenido? Ahora tenía algo de verdad. Sí, las sectas, los cultos oscuros son más comunes de lo que pensamos. No es nada raro que alguien que conocemos, alguien de quien jamás os pecharíamos. Forme parte de algo así, pero mis obrinos jamás habían dado algún indicio de una pego de ese tipo de creencias, al contrario siempre habían sido muy católicos. hace unos cuatro meses ya estando sola, y hermana rentó su casa, ese lugar enorme donde vivía con sus hijos, ya no necesitaba ese espacio. y con lo que les acol alcanso para rentar una casita aquí, muy muy cerca de donde yo vivo y le quedaba para vivir cómodamente nada más del resto de la renta de la suya y yo iba muy poco a ver a mi hermana allá al fondo de la calle esa zona me parece muy oscura, solitaria, casi como otro mundo pero mi hermana dice que es muy tranquilo, muy callado, que casi parece que no tuviera vecinos. Y bueno, hace unas semanas el sueño me siguió dando muestra se que era más real de lo que pensaba, y es que tuve un accidente automoblístico bastante grave. Sin embargo, no fue por un error al tomar una salida como soñé, no, sufrió una baja de azúcar, algo que no sabía lo que yo era propeso y perdí el conocimiento en una carretera. Mi carro fue perdida total pero yo tuve mucha suerte, de no haber muerto y de no haber la estimada nadie, pero mucha suerte. Cuando perdió el conocimiento, mi carro se salió a su acotamiento. Luego empezó a rodar entre la vegetación alrededor, que frenó un poco la velocidad para que les trellarme finalmente con un árbol, no me quedara ahí prensado. Tuve mucha suerte despertar un día después, adolorido pero consciente, y de que una semana después ya me estuvieran dando de alta para volver a casa. También tuve la suerte de que mi hermana esteta en cerca de mí, de que desde el primer momento hubiera venido cuidar de mis plantas y de mis peces para no dejarlos morir, pero hay algo que me preocupa. Y hermana viene todos los días a cuidarme. A mí me es difícil hacer muchas cosas con una pierna enllasada y le clavícula rota. Mis manos aún están torpes. Puedo sobrevivir pero me he ayudado mucho que ella está aquí. Me habla mucho de esos vecinos, de la gente del fondo de la calle. Dice que por primera vez se ha abierto acerca de lo que vivió con sus hijos, con ellos, y que ha tenido mucha comprensión, sobre todo de la vecina salado, una vieja cita ciega que se la pasa tejiendo, que teje de memoria de forma vigísima, aun sin ver, cuando le menciono, quería ir reconocerla. Me dijo que le platicó de mí, y que la señora tiene muchas ganas de venir a verme otra vez. Como que verme otra vez, si yo no lo conozco, le pregunté. ¿Qué? ¿De qué hablas? Me dijo mi hermana con su cara muy extrañada. Te digo que me dijo que tiene que nace a conocerte. ¿Qué escuchaste? No te me vayas a volver loco, eh. Y si quizás, quizás se escucha mal, como idada. Pero ya algo que me preocupa es mucho. Algo que me hace prometerles que les fuiste a escribir pronto y si no, si no escribo es que algo me pasó, se descompuso mi timbre los días en que estuve enfermo, mi hermana lo cambió, Este timbre que tengo ahora lo conozco, suene exactamente como dice que sonaba mis sueños.

Cada que mi hermana se va en la noche a su casa

después de darme de escinar me da favor de verdad de verdad un favor indescriptible de escuchar ese timbre de nuevo otra vez en medio de la noche. La historia anterior comunidad tiene mucho inexplicable y habrá que indica que es más de misterio que terror, pero nunca hay que subestimar el miedo que puede provocarnos el de encontrarnos ante una situación que no podemos comprender, que vamos allá de todo nuestro entendimiento de lo que es real, de lo que es posible.

Y si, como muchas de las historias aquí en relatos de la noche, al ser historias reales pues no hay una conclusión,

son historias que siguen desarrollando y de verdad le deseamos, creo que a nombre de toda la comunidad la mejor de las fuertes a este protagonista, esperamos pronto saber de ti y que sean buenas noticias, que ya no tengas más relatos que contarnos. La siguiente historia puede ir en un sentido parecido pero bueno, no les voy a adelantar nada, adentren sus ustedes solos y no se pierdan en oscuridad. Hola comunidad, no sé si esto que me pasó, tengo explicación, espero que alguien al escuchar encuentre una porque la verdad, la única que yo encuent me aterra y me deja más confundido que si no la tuviera trabajo como mensajero pero una compañía muy grande de esas que todos conocemos que seguramente muchos usan para comprar por aquí y si ya sé que en ese tipo de trabajo eso no ve de todo pero lo que me me pasó hace unas semanas todavía no me deja tranquilo, todavía no lo supero. Ese día tenía pocos entregas así que me fui con calma, y la última de ella era una colona a la que voy muy poco. La dirección es toda hasta el límite de esta zona, ese de hecho ya era un camino rural. Empecé a meterme en él, las pocas casas que había parecían abandonadas. Y la verdad, lo primero que pensé fue que podía ser una trampa para saltarme. Eso ya me pasó una vez cuando reparte a comida, pero no con ese tipo de empresas, no es tan fácil que pase. todo cuando pides con una cuenta registrada, además el faquete se veía caro, ya está buscureciendo cuando llegué, la callera de tierra y solo esa casa tenía una luz encendida, el resto estaba completamente oscuro, me estacioné frente a un cerco de madera, bajo que apenas marcaba el terreno. Saca que el teléfono para llamar y confirmar pero no tenía señal, aunque la dirección era correcta, la ubicación era correcta. Toque en el cerco de verse a alguien salía. A los pocos segundos una señora abrió la puerta de la casaas un poco y se asomó. Me preguntó quién era. Le dije aquí va a entregar un paquete y ella me preguntó que para quién. Le dije el nombre que tenía registrado y otra vez con la misma cara confundida me volvió a preguntar. ¿Para quién? Yo repetí el nombre y entonces me dijo que lo iba a aceptar, que lo dejará dentro. Le pregunté si no podía salir por él y me contestó que no, que la cerca estaba abierta y que entraría, que ella no podía salir. No me encantaba la idea pero, el último paquete del día y ya quería acabar, asíbe pero apenas y unos pasos dentro vique al fondo los señores se metió rápido en un cuarto y ya no la vi más deje el paquete sobre una mesa que estaba junto al entrada pero no pude evitar mirar un poco el retedor. Todo se veía viejo.

Solo puedo decir que como de otro tiempo.

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