La semana pasada, te conté acerca de mi experiencia, si estuviste aquí o viste el vídeo,

de mi experiencia como aprendí de conductor junto a mi padre y su preciado Fiat 1500.

La historia sí son más viral de lo que yo hubiese soñado, recorre algunos editaron ese segmento

y lo pusieron al aire, parece que les divertió mucho, a mí no me divertió recordar los

gritos de lo que pasé para aprender. Pero en honor a la verdad, la verdad se ha dicho,

el primer auto que le conocía a mi padre era un viejo Gordini, era un viejo Gordini modelo 1962

de la fábrica Ica, reno, ese fue su primer auto, el que cuando yo en así, ese auto ya estaba,

antes que yo, ese fue un auto deseado, yo fui un hijo que vino de casualidad, pero ese fue un auto

buscado. Y esta semana, recordaba la relación estrecha y casi simbiótica que mi padre tenía con

ese viejo imítico auto, una relación casi extraña, no digo enfermiza, pero sí simbiótica.

Si querías captar la atención de mi padre, tenías que sacarle el tema de su viejo Gordini, cualquier

tema referente a su preciado automóvil y tenía su atención. Entonces te decía mi papá, así como

lo es, le hice miles de kilómetros, nunca me dejó de a pie, me decía así como orgulloso dándole

loas a su automóvil, nunca me dejó de a pie, en la mañana bajo la escarcha con el peor frío,

los invierno más crudos, más álgios, siempre me arrancó, nunca jamás me dejó de a pie, me arrancaba

bajo 10 grados en tígrados bajo cero, lo decía con el pecho, el seno de orgullo, pechito de paloma,

bueno había nacido antes, cuando yo ya me iba hasta la capital, porque nosotros vivíamos en la

provincia de Buenos Aires, ir hasta la capital era un viaje a lo mejor de media hora, pero ir a la

capital no era para cualquiera, tenía que tener un auto más o menos digno, sino no entravas a la

capital cosa de viejo, y yo me fui con ese auto tal como lo ves, que la historia para mí, porque yo

estando vivo, nunca habíamos ido a la capital, con ese auto yo me fui a la capital Ida y vuelta con un

cuarto de tanque de gasolina, no gastan nada, es una maravilla y después siempre sea lo mismo, decía

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