¿Qué tal, comunidad? Muy buenas noches de verdad, espero encontrarles muy bien, de muy

buen ánimo y si no, vamos a intentar que los siguientes minutos puedan disfrutar de estos

relatos encuentros con lo paranormal, con lo inexplicable. ¿Te atreves a vivir con nosotros

las siguientes experiencias? Por ahora no hay nada más que decir, apaga la luz y déjate

llevar, estás escuchando, relatos, de la noche.

Hay un puente que pasa por la venida que llega a mi casa. Bueno, la casa donde crecí.

Siempre me llamó la atención, desde niño, sobre todo por un detalle muy particular, por

algo que hacía a mi papá, cada que pasábamos por ahí. Siempre se hacía la señal

de la cruz, se percinaba, y guardaba silencio cuando pasábamos por debajo. Por la parte

de Riva no recuerdo que hubiéramos atravesado, esa conecta a dos colonias donde no conocíamos

a nadie, pero por debajo era el menos una vez a la semana, y siempre pasaba lo mismo.

Me parecía extraño, sobre todo porque mi papá no era de esas personas que se percinaran

ni cuando pasaba frente a una iglesia, como así a mi mamá y mis abuelos.

Nunca le pregunté por qué, cuando él se murió apenas unos meses después de mi madre,

me di cuenta de que había muchas cosas que no llegue a conocer, detalles como ese que

quizás no tenían importancia, pero que en ese momento me dolieron.

Yo no hablaba mucho con mi papá, era una persona muy seca, muy poco expresiva, pero hubiera

sido lindo tener ese tipo de pláticas, de esas cosas bobas, detalles sin importancia.

Supongo que por esa razón yo adopte la misma costumbre sin darme cuenta, y cada que pasaba

por el puente me hacía la señal de la cruz. Luego lo olvidé, me mudé de esa casa y

ya nunca pasaba por ahí. Pasaron años hasta que lo hiciera de nuevo,

pero tuvió una novia que vivía en una de esas colones que conectaba que el puente,

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