Hace varios años, cuando recién empezaba a predicar por el mundo,

recuerdo que tenía que ir a una conferencia en Puerto Rico con escala en Miami.

Salía de Argentina, si escalen Miami y viajaba a la isla del encanto.

Cuando llegué a Florida, fui hasta la banda de equipaje y sin querer tome una maleta

equivocada, se le parecía mucho, a la mía, el mismo tamaño, el mismo color, la misma

textura, la misma márrica, muy parecida, la toma del carrucel y me apresué a tomar

la conexión. Pero mientras corría a la siguiente puerta de embarque, siento que el peso es

diferente, miro la tiqueta y me esperca que no era mi maleta. Entonces para quitarme

toda duda para ahí la abro y me di cuenta que la mayoría del contenido era ropa femenina,

calzones, brazieres. Así que eso lo tenía dos opciones. Ponerme a ropa femenina y dar

mi conferencia igual en Puerto Rico, lo que lo hubiese sido todo un suceso, un escándalo,

o regresar y rastrear mi maleta original. Así que regresé, pero perdí la conexión.

Y como era un orador, no va a torresina, estaba empezando, mucha chisto, al no poder recuperar

rápido. Mi maleta original, suspendí mi viaje a Puerto Rico, suspendí al viaje ahí,

hablé con los sanfitrón, le dije, no puedo llegar, me dijeron veinte que te compraramos

ropa igual, pero yo estaba muy aferrado a mis cosas, tenía inclusive la biblia, en ese

entonces yo no tenía la destreza que tengo hoy para viajar, que todo lo llevo con

mío, nadie me pierde nunca más nada. Gracias a los chicos de avianca, yo aprendí, que

todo va con mío, todo, calzones, ropa de haceo, biblia, todo. Pero en aquel entonces

no, yo despachaba todo, pasé la noche en el aeropuerto, de Miami y al día siguiente me

regresé frustado a mi argentina, no lo deavianca hace una broma porque después me llaman

la gente de avianca, el otro día puseado, me llamo otra la gente de avianca que sacara

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