Y Sabela tocó la puerta del cuarto en la madrugada.

No dejamos pasar esa como doconos otras en la cama.

Por alguna razón todas estábamos asustadas.

De pronto alguien tocó nuevamente a la puerta.

Y escuchamos ahí afuera la voz y Sabela.

Otra vez, pidiendo que le dejáramos entrar. Muy buenas noches comunidades, sabemos que disfruten de las historias cortas de los episodios con múltiples relatos para normales diferentes, pero también que debes en cuando les gustan mucho cuando una sola historia larga se cuenta durante todo el episodio. Hoy tenemos una muy especial que nos mando ojénesis valades de las que más nos han impresionado este año y bueno, esperamos que escuchen con atención la siguiente historia de terror. De una casa realmente embrujada o quizás poseída, en la que nuestra protagonista tuvo que pasar un fin de semana. Listas, listas, apague en la luz y dejen se llevar, ya estás escuchando relatos de la noche. Duran y niñas se le a dormir con mis tíos los fintes de semana, porque disfrutaban mucho pasar el tiempo con mis primos que eran mayores que yo. Era casi rutinario que los viernes me recogieran del escuela y me quedara con ellos todo el fin de semana. Su hogar era como mi segundo hogar. Me compraravan cosas, me consentían y nos hibertémos mucho. Yo solo tenía 10 años, mi prima y sabera tenía 14, mi nerva 16 y orlando mi primo mayor 20. Pero el casi nunca estaba en la casa. Todavía recuerdo bien ese fin de semana del 2010, como si hubiera sido solo hace un par de días. La familia se había mudado de casa recientemente a una de dos pisos pero bastante amplia. Arriba hasta en las habitaciones de mis primas imustíos y una sala de televisión. Abajo había dos habitaciones más, una era la durlando y la otra adaptó para tener su batería y su guitarra eléctrica. No era músico ni se dedicaba a la música, pero era un excelente baterista. Ese viernes mis tios nos encontraban en casa, ya que los tos tuvieron que salir de la ciudad por un evento. Así que dejaron ahorrando a cargo de locar y de nosotros.

Afuera en el caraje, aún se encontraban cajas y cosas de la mudanza, así que a mis primos se pusieron manos a la obra para desempacar y acomodar todo lo que pudieran.

A mí no me pedían nada, siempre se ocupaban de que yo me relajara y estuviera cómoda,

pero me puse y odarle de cualquier forma.

Que yendo en la tarde, yo un poco cansado siempre entus, orlando nos dijo que nos invitaba

los tacos para no cocinar esa noche.

Así que mi nerva y yo los acompañamos.

Y Sabé las decidio quedarse para darse un baño.

Toda la casa se cerraba con un control.

Claro que cada quiente en esos llaves, pero ese control era para

emergencias o para casos en los que se llevaba mucha prisa y tenía que cerrar todo.

Mis primos decidieron que no se llevaran a llaves, al cabo se quedaba Isabela.

Solo le pidieron que cerrar la casa con el control y que nos abriera cuando volvieramos.

Tardamos unos 30 minutos. Cuando volvimos, venera le envió un mensaje a Isabela, comentándole que ya estábamos afuera para que nos abriera. La desesperación y Minerva comenzó a notarse pasado los 5 minutos sin ninguna respuesta. Tal vez siguen el baño, dijo Orlando, mientras mirabas el balcón de la habitación principal, que era la de mis tíos, en donde Isabel le dijo que se iba a bañar. Desde ese donde estábamos parados a fuera del portón, pudiamos ver bien esa habitación. Las puertas de balcón eran grandes, de cristal, y las cubrieron unas percianas blancas rectangulares en dirección hacia abajo, por lo que si alguien abría las percias podríamos verlo de cuerpo completo. Así que ahí estábamos, esperando ver a mi prima a través del cristal para que no sabriera las puertas. Minerva le llamó una vez más, y hasta entonces fue que vimos a Isabel a somarse a través del cristal de la puerta del balcón, con un hermano sosteniendo la perciana, y con

la otra el celular. Tenía el que ve yo mojado y una toalla rodeando su cuerpo. ¡Abre la condenada puerta! Te dije ese rato que ya llegamos. Y merva ya estaba desesperada y molesta. El hambre que todos teníamos nos ponía nervioso o ser irritables. Queremos Suntar directamente a comer.

Esperen si es que no encuentro el control.

Y... que todos teníamos nos ponían nerviosos e irritables. Queremos entrar directamente a comer.

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