5 • 1.7K Ratings
🗓️ 6 September 2025
⏱️ 36 minutes
🧾️ Download transcript
Un viaje a las ruinas de la memoria, una visita familiar que destapa algo que nunca se fue, y una leyenda escolar que jamás debió probarse. Tres relatos que cruzan generaciones y ciudades —Zacatecas, Jalisco y la Ciudad de México— para recordarnos que hay promesas que insisten, voces que llaman desde los árboles y palabras que, si se dicen en el orden equivocado, abren puertas que nadie sabe cerrar.
Este episodio explora la frontera entre la nostalgia y el miedo: la lealtad a los ausentes, lo que heredamos sin querer y los juegos que no son juegos. Escúchalo con calma, sin curiosos cerca, y con la certeza de que, a veces, lo más peligroso no es lo que vemos, sino lo que decidimos repetir. ¿Te atreves a escuchar?
—
📖 Ya puedes conseguir nuestro libro en librerías físicas y digitales. Búscalo en tu tienda favorita o sigue el enlace: https://www.amazon.com.mx/Relatos-noche-Uriel-Reyes/dp/6073836201/
🎧 Disponible también en audiolibro.
🖤 Gracias por ser parte de esta comunidad.
See omnystudio.com/listener for privacy information.
Click on a timestamp to play from that location
| 0:00.0 | Ya por la noche cuando nos acomodamos para dormir, mi hermanito volvió a ponerse rara. Yo estaba medio despierto cuando escuché que se levantó y empezó a caminar hacia la puerta. Le pregunté qué así ahí me contestó. La señora me está hablando. La señora del árbol. Muy buenas noches comunidad. Les agradezco una vez más porque nos dejan entrar a sus dispositivos. Les agradezco que sean suficientemente valientes para escuchar. Las siguientes historias que crean mí les han mostrado que lo paranormal es más real de lo que creen. que los supernaturales están mucho más cerca de lo que se imaginan. Les voy a pedir mucha tranquilidad y mucha madurez al escuchar. Algunas historias van a escribir sus esos fuertes, algo violentos, así que si hay niños cerca le recomendamos que no escuchan este episodio, no hay necesidad. Si tú eres fácil de su cuestión de ver o si estás viviendo en este momento lo que crees que es un fenómeno paranormal, en casa también quizás sea mejor saltarte este episodio. Y bueno, si es lo último, yo no escucharía nada que llevar a más miedo a ese lugar, porque dicen que estasías de esos alimentan del miedo. Y bueno, ustedes saben que intento mantenerme séptico que yo no soy experto, pero aún así siento que es una recomendación que debes hacerles. Una vez repetidos es momento de comenzar. Tienes una última oportunidad de dejar de escuchar este episodio, porque ya comienza relatos de la noche, en 5, 4, 3, 2. Esta historia va a ser de hace mucho, mucho tiempo, me la contaba en mi abuelita, y este cuando ella estaba muy jovencita, así que imagínense. Desde aquel entonces ella siempre creyó que su tío sefería inorarraro, pero entre más viejos se hacía más extraño se volvía. Hablaba solo, le hablaba el monte. Pocas veces contaba de su infancia, del pueblo donde habían ha sido, ojo de agua de la palmenza catecas. Mi abuela llegó a ir alguna vez, decía que desde ese entonces el lugar estaba prácticamente abandonado, con casas y acasides ruidas y caís de tierra que parecían el mismo monte. Una tarde anublada, en un cumpleaños de mi abuelita, su tío Sepherino le confesó que a él le ponían muy tristos los cumpleaños. Y viendo sobre tedor, asegurándose de que nadie |
| 2:25.9 | les escucha... un plaño se me abuelita, su tío Seferino le confesó que a él le ponían muy triste los cumpleaños, y viendo a sobrecedor asegurándose de que nadie le escuchara, le contó por qué. Cuando él era niño tenía una hermana llamada Clarita, una madrugada la sorprendió hablando con alguien debajo de su catre, no se veía nada ya abajo por los curo, pero El curaba que después un ratito de estar despierto, de poner atención al silencio, empezó a escuchar voces, varias, susorrando al mismo tiempo, como si varias gargantas repetieran las mismas palabras en coro. Movido por la curiosidad, decidió espiarla todas las noches, intentaba despertar cada que les escuchaba hablando sola, y siempre después es un rato, siempre, las buses empezaban a contestar, en una ocasión les escuchó salir de la casa por la ventana, caminar hacia el baño de pozo, y el se salió atrás de ella y trató de ver de lejos, claramente en eló al baño. Se fue para atrás. Hacia los maquelles, y ahí supo que algo rare estaba pasando. Fue entonces cuando los vio. Creatoras pequeñas, del tamaño de sus muñecos de trapo, con rostros que parecían de piel marchita y manitas huesudas. Vestían ropas sencillas como campesinos |
| 4:06.4 | leantes y son rellena pretando los dientes. Clara les ofrecía flores, pan, hasta alguno de sus juguetes, y ellos recibían todo con un gesto solemne como si fueran ofrendas. Seferino volvió corriendo a su cama y ahí y se escondió muerto de miedo. |
| 4:03.5 | Con los días, |
| 4:05.0 | Clara le dijo que ya no se iban a ver, |
| 4:07.5 | que no... Seferino volvió corriendo su cama y ahí se escondió muerto de miedo. |
| 4:25.0 | Con los días, Clara le dijo que ya no se iban a ver, que no se iban a ver por mucho tiempo. Le pidió que no llorar y que no le dijera nadie, que tenía que confiar simplemente en que se iban a volver a encontrar. Esa misma noche, Seferino la vio bajar al pato y perderse entre los maquillas, y Clarita |
| 4:27.0 | nunca volvió. Eso fue la razón por lo que su familia se fue del pueblo, por la tristeza de haber perdido a Clara. Pero a él lo ponía muy triste la promesa de su hermana, de que se iban a volver a ver, pensaba que por eso al mejor iba a regresar, que le iban a llevar de vuelta a la escritura a buscarlo y que se iban a encontrar nada más con una casa vacía. Después de contarle esto mi agolita, el pobre de su tío Sepherino se puso llorar y luego se faca a mi narzo, siempre estaba triste, pero cada vez le notaba más. Un día lo fueron a buscar a su cuarto y ya no estaba. Cuando le empezaron a buscar por el pueblo, alguien dijo que salió muy temprano, diciendo que iba a buscar quién lo llevara hasta ojo de agua de palma a su pueblo, a donde habían ha sido. Hasta allá fueron a buscarlo, la ruina de su casa. La viago y a recientes en la tierra blanda que se perdían entre los maquelles, como si alguien recién hubieran dado por ahí, y a alguna estesía que había sido seferino, se sentía su presencia, pero nadie lo vio salir, nadie lo vio entrar o salir de ese pueblo. |
| 6:07.4 | El hermano menor de mi abolita que también andaba y buscándolo, le dijo después que cuando |
| 6:12.3 | estaban en esa casa, escuchó al tío seferino hablar y reír. |
| 6:18.7 | No lo vio, pero puedo escucharlo, como si se fuera de entrando hacia el monte, nunca lo volvieron a ver. Muy buenas noches comunidades, antes de empezar quiero decirles algo por lo mucho que confío en esta comunidad, porque confío en esta comunidad con mi vida. Yo escucho relatos en la noche desde hace varios años y para mí fue muy importante en un momento complicado del universidad. Mayosó a sentirme acompañado en noches en las que no podía dormir y en las que me sentía completamente solo. Y creo que eso es lo que me anima a contarles esto, porque es algo que me pasó a mí y a mi familia se llevó varios años, aquí en Jalisco. Todo comenzó porque mi papá quiso llevarnos a conocer el rancho donde él creció. Ya tenía muchos años que se habían ido de ahí, desde que era niño. La casa hace mucho que ni siquiera era suya. Alguien la compró de la convertir en su casa de campo, pero él quería que la vieramos, que supieramos como había sido su vida de niño. No sé cómo le hizo para contactar a nuevo dueño y se le aquí solquilar, pero cuando le contó porque quería llevar a su familia, el señor le dio permiso de ir a pasar el fin de semana, gratis. Al fin y al cabo la casa estaba vacía. En ese entonces yo tendríamos nuevos diez años, y vamos mi papá, mi mamá, yo y mi hermanita que apenas tenía 3 años recién cumplidos. Corría de un lado otro, no más no se quedaba quieta. Recuerdo que salimos temprano de Guadalajara. Todavía estaba fresco y el camino se amizoterno. Me mareaba mucho un carreterebo mitaba, pero esa feza hasta me aguanté. Y es que mi papá iba muy contento, como emocionado, como si fuera niño, hablando no sé cómo era antes todo ese rumbo, de las cosechas, de los animalitos que cuidaba, extrañaba mucho la vida de campo. Confirmímos avanzando por que carretera se notaba como cambiaba el paisaje, el aire se sentía hasta más eco, los caminos se angostaban, la tierra se levantaba en polvo roco con cada carro que pasaba, cuando por fin llegamos al rancho mi papá se quedó un buen rato en silencio, mirando todo nada más, yo no sabía si estaba triste o feliz, era era una cara que nunca antes le había visto. La casa estaba de pie, pero ya le habían pintado de otro color. Las ventanas eran distintas y hasta bien levantado unas vardas que antes no existían. Le habían puesto un porche muy bonito. Aún así, para él seguir haciendo su casita. Nos enseñó donde estaba el corral, donde tenía animales, el patio donde jugaba con sus hermanos, el podoso el que iba por agua. Y mientras lo escuchábamos, yo sentía como si todo estuviera lleno de recuerdos invisibles, como si todavía se respirara la vida que alguna vez tuvo ese lugar. Como si casi pudiera verlo corriendo por ahí, siendo un niño de mi edad, pensaban si me quería bien esa edad mi papá, a la mía, me perdí en esos pensamientos, imaginando lo siendo mi amigo de niños, pero algo raro pasó desde que llegamos, yo me di cuenta de que mi hermanita andaba como confundida, caminaba con nosotros pero parecía distraída, como si estuvieras escuchando alguien más. Al principio no les de importancia, ya ven como solo los niños chiquitos que se quedan viendo cualquier cosa, pero luego durante la comida sí me sacó de onda. Estamos en una banquita a un costado de la casa principal, cuando la vile, levantando la mano, saludando. ¿A quién saludas? La pregunté. Y ella, muy seria. Señaló hace un árbol grande que estaba unos metros. Mi papá voltió de inmediato. La tomó de la mano y la jaló hacia donde estábamos los demás. No dijo nada, pero su cara cambió por completo. Después trató de seguir platicando como si nada, pero yo no te que no le quitaba los ojos encima el árbol. En la tarde seguimos caminando por el rancho y mi papá nos contó más de su infancia. Se le veía feliz, aunque de repente como que se apagaba, como si los recuerdos también doliaran, como si al arribar ahí le hubieran llegado todos arrepente, no nada más los felices. Ya por la noche cuando nos acomodamos para dormir, mi hermanita volvió a ponerse rara. Yo estaba medio despierto cuando escuché que se levantó y empezó a caminar hacia la puerta. Le pregunté qué hacía y me contestó. La señora me está hablando. La señora del árbol. En ese momento se levantó mi papá más rápido que yo. La carguembra sus inocidos que ya era hora de volver a Guadalajara, que no quería que |
| 11:25.5 | pasáramos la noche ahí. Mi mamá evidentemente protestó porque ya era tarde, porque el camino estaba largo, pero le estaba decidido. ¡Vamos, ya! ¡Rupteonojado! Y cuando escuchábamos ese tono sabíamos que había que ser caso, así que lo hicimos. |
| 11:25.4 | El camino de regreso fue silencioso. Yo veía por la ventana las luces lejanas de los pueblitos, las sombras de los herros. Nadie hablaba. Al poco rato mi hermanito se quedó dormida. Fue hasta entonces cuando mi papá, sin quitar la vista del camino empezó a hablarnos. Nos dijo que cuando él y sus hermanos eran niños, también veían una mujer colcada en ese árbol, que no siempre se dejaba ver completa. A veces era una sombra, a veces nada más su silueta balanceándose. Pero que nocasiones les hablaba, con una voz, bajita, llamando a cada quien por su nombre. Al principio pensaron que era un sueño, pero cuando platicaban entre ellos se daban cuenta de que todos habían visto lo mismo. Su abuelita, mi visabuela, a la que yo ya no conocí, se explicó en aquel entonces que mucho antes de que esa casa existiera, cuando toda la puro monte, la gente del pueblo había colgado ahí a una bruja, que decían que se aparecía todavía para llamar a los niños para que se acercaran al árbol. Yo escuchaba todo eso con la piel de gallina, ¿Ultendos de reja mi hermanita que dormía tranquila, Si me enterarse de nada. Mi papá dijo que en cuanto la vio saludándose al árbol, Sintio que todo volvía, que aquello no había terminado. Por eso decidió que lo mejor era irnos inmediato y no jugarle, Antes de que algo peor pasara. Nun nunca volvimos ese rancho. |
| 13:27.0 | Y una vez pasé por ese pueblo, nada más, hace poquito, y fue imposible no recordarlo. |
| 13:34.0 | Luego es que mi hermana ya no se acuerda de nada. |
| 13:38.0 | Si pienso lo que vio me da mucho miedo, me da miedo imaginar una señora ahí, colgada, llamando a los niños. |
| 13:47.0 | Comunidad, gracias por haber llegado hasta este punto y gracias por seguir compartiendo |
| 13:57.7 | este proyecto, por ayudarnos con sus comentarios, con sus pulgares arriba, con sus calificaciones |
| 14:03.4 | cinco estrellas, con todo lo que hacen sin importar la plataforma donde no se escuchen. ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡, me has escuchado del mundo, solo gracias a ustedes. Gracias al boca a boca a que no se han cansado de recomendar este espacio. U espacio ustedes saben que prácticamente no hacemos colaboraciones y esto es por mi ansiedad social que me caracteriza así que todo el crecimiento que tenemos se debe únicamente a ustedes les vamos a dejar en la descripción de este episodio un enlace para que nos sigan en redes para que encuentren el libro para que nos manden su historia todo está por allá y sin más, vamos a pasar a la siguiente historia o una historia larga esta noche. Tenga mucho cuidado con las leyendas de escuelas. Según el próximo relato, alguna puede ser verdad. muy buenas noches comunidades, me llamo Ilse R y antes de empezar quiero aclarar que esto no es una historia inventada ni exagerada. Sí son increíble y... ojalá que fuera exagerado. Esto pasó cuando llevan secundaria en un colegio católico de mojas de la ciudad de México. No voy a decir el nombre porque no solo todavía existe, es famoso, y además varias de las personas que salimos en esta historia siguen por aquí tratando de hacer su vida. Unico que diré es que el plantel tiene un patio muy grande con un árbol todavía más enorme. Creo que es un fresno, pero no estoy segura. |
| 15:46.3 | A veces en primavera solta una especie de polvito que se te pegaba en la ropa y nos quejábamos porque la falda azul quedaba llena de puntitos. Allí estaba el árbol, como parado en medio de todo, con raíces que rompían el piso y una banca de cemento a un lado. la banca que siempre estaba ocupada no solo porque era fresca sino el espacio favorito |
| 15:45.2 | de la gente popular. Desde primero había un rumor, decían que si te acercabas al árbol después de la tardecera y resaba cierta oración al derecho y al revés tres veces, algo iba a pasar. La vieja quien decía que se apareció no mujer, una chica seguraba que escuchabas tu nombre en el oído. Habíamos muchas versiones, pero todos llegamos a escuchar alguna. La parte que nunca cambiaba era la de la elaboración. Yo no lo voy a describir aquí ni en la voy a decir, en serio. No quiero que alguna niña del colegio o de cualquier otro, la escucha y se ponga a jugar a ser valiente. No. Y si la conoce no lo hagan por favor. En segundo yo tenía una amiga muy cercana, Valeria. Eramos de las que siempre se quedaban en hallar cuando venían los festivales en la escuela. Tenemos una obra de teatro malísima de esas que hacen para fechas especiales |
| 17:05.7 | y nos pidieron que darnos varias tardes seguidas para repasar nuestras líneas. Esta primera tarde nos juntamos por equipos. Estamos ya cansadas, muertas de risa porque una compañera decía, mamá como si fuera la locutora y cuando por fin nos soltaron Valeria me dijo, hoy,en! Y si hoy lo intentamos. Y yo sabía que se refería, le dije que no, que mejor no, que el mujer ese ritual tenía a menos de Bloy and Mary, de María la Sandrienta, y más de jugar con la huiga, más de algo real. Y ¿qué por quién damos llamando cosas al patio, a la escuela, a este plano? Como si no tuvieramos suficiente con los matemáticas. Ella sacó una libreta chiquita y me enseñó algo escrito al apís. Miren, solo les escribi por si acaso. Me dijo, para practicarla. La tengo al derecho y ya la puse al revés y con marcas para no equivocarme. |
... |
Please login to see the full transcript.
Disclaimer: The podcast and artwork embedded on this page are from Sonoro, and are the property of its owner and not affiliated with or endorsed by Tapesearch.
Generated transcripts are the property of Sonoro and are distributed freely under the Fair Use doctrine. Transcripts generated by Tapesearch are not guaranteed to be accurate.
Copyright © Tapesearch 2025.