Buenas, bienvenidos a esta serie sobre la historia de los alimentos en colaboración con

www.colombia.

Esto es un viaje por la naturaleza de los alimentos y la cultura para entender cómo llega

la comida a nuestros platos y por qué comemos lo que comemos.

¿Qué tal su café, cómo estuvo su huepanela, qué buenas arepas las que prepara a

Doña Rubiela, qué tal el ajiaco con el frío de la mañana y el sabor de la

papa que traje fresquita y el asabana.

Discúlpeme sin terrumpos su desayuno, vas a salir de las dudas es el momento más oportuno.

Dígame usted, si conoce la molienda, vuelas a su cara solo una bolsa que le compran en

la tienda.

Y cuénteme, que sabe de su tierra, cuénteme, que sabe de su abuela, cuénteme, que sabe

de el maíz o a que ha solvido sus antepasados y sus raíz.

Hoy vamos a empezar una serie sabrosa, deliciosa, vamos a hablar de la historia de los

alimentos.

Venga, le cuento los cuentos del huerto y de la malanga, la lluca, la llota, los chuntaduros,

la quinoa, la sabas y la guatina.

Le traigo el guantú, las arrakachas y la calabaza, le traigo guineos, también chachaprutos

y unas papitas en la mochila.

Y cuénteme, que sabe de su tierra, cuénteme, que sabe de su abuela, cuénteme, que

sabe de el maíz o a que ha solvido sus antepasados y sus raíz.

Vamos a empezar una serie familiar, una serie de amigos, una serie de encuentros, una

serie de rutas lejanas, una serie de historias exóticas.

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