Hola, buenos días. Gracias por estar aquí en despertando podcast.

Iniciemos este día, presentes y conscientes. Te has dado cuenta de que los árboles siempre

dejan espacio para que otros árboles crezcan. Has notado como no chocan entre sí y cada

uno tiene su propio lugar. Se comunican a través de sus raíces y ramas y respetan el espacio que cada uno necesita

para crecer.

La naturaleza, en toda su perfección, logra esta armonía.

Y hoy te quiero invitar a imaginar cómo sería el mundo si nosotros hicieramos lo mismo.

Vivimos en un mundo que nos hace creer que tenemos que competir todo el tiempo,

que tenemos que llegar antes que otras personas y lograr los mejores resultados posibles. Creemos que tenemos que competir y competir para destacar y ser la mejor o el mejor.

Pero en realidad, en este mundo hay espacio suficiente para que todas las personas crezcamos

y tengamos el éxito que buscamos. Sólo porque alguien más brille

no significa que no puedas brillar también.

¿Qué tal si dejamos de ver los talentos y habilidades

de quienes nos rodean como una amenaza

y empezamos a verlo como una fuente de inspiración?

¿Qué tal si elegimos hacer comunidad y compartir nuestras herramientas

con quienes las necesitan y usamos las de otras personas para impulsar nuestro propio crecimiento?

Imagínate cómo sería el mundo si dejáramos de vivir desde la invidia y uníéramos fuerzas.

Si eligeramos el camino de la motivación y la inspiración.

Seríamos capaces de lograr cosas increíbles y de crear una sociedad más

justa y equitativa. Pero esto solo es posible si aprendemos a dejar del lado nuestro ego y nuestra necesidad de competir.

Es fácil sentirse intimidado o intimidado por las habilidades y logros de otras personas.

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