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🗓️ 23 September 2025
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En este episodio nos asomamos a miedos muy distintos pero igual de cercanos: una casa donde algo espera en silencio, un encuentro nocturno en la Zona Rosa de la colonia Juárez con un hombre que “no es real”, que no existe, y la presencia de un visitante antiguo que nunca se ha ido. Historias de ciudad y, sobre todo, de hogar que te harán dudar de cada sombra.
¿Te atreves a escuchar?
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| 0:00.0 | Te has topado con un cartel con una fotografía en la calle que te pregunta si has visto al hombre que aparece en ella, que te advierte que no es real. |
| 0:12.0 | Más allá de ser una simple broma o una especie de leyendo urbana de la ciudad de México, puede haber algo mucho más macabro detrás, y hoy lo vas a descubrir. Hoy, hoy es una noche aterrador a comunidad, hoy hay historias que les prometo en serio, les prometo no les van a dejar caminar tranquilos de vuelta a casa, les aseguro que no les van a dejar dormir. espero que estén listos y listas para lo que viene porque ya no hay marcha atrás. Suscríbete si no lo has hecho y cierra los ojos, date la oportunidad de solo escuchar. Ya estás entrando en los siguientes relatos. De la noche. historia no es paranormal, creo, pero sin lugar a todas un episodio macabro y atarrador para mí. Cuando vivíamos en Guadalupe no volión, mis papás se la pasaban trabajando. Yo pasaba por mi hermanita al negocio de mis padres y me la llevaba a la casa al salir de la escuela. A veces yo salía tarde, ya llegábamos noche a la casa a las dos olas, pero nunca nada nos asustó. En una ocasión llegamos como sin nada, como siempre, y yo me fui directo preparar algo de cenar. Ella la mandé arriba a cambiarte el uniforme. Les escuché subir las escaleras normalmente. Después de unos segundos regreso rápido |
| 1:46.9 | de mi hijo. Dile mi papá que no se le olvide a mi mochela, está ahí en el carro. Yo no entendí pero ya insistió. Déjame decirle entonces yo. Se asumó la puerta y gritó. ¿Para? ¿Traede mi mochila por favor? |
| 2:06.4 | Me acerqué para ver qué pasaba. ¿Por qué si a eso si mi papá no estaba conozotras? Estaba trabajando. Y ella solo me jaló hasta la calle, repitiendo muy despacio. Había un señor de abajo de la cama de mis papás. Había un señor de abajo de la cama de mis papás! |
| 2:27.0 | Antes de que pusiera preguntarle más al llegar a la calle, ella salió corriendo gritarla a nuestros vecinos y yo escuché un cuido tremendo por toda mi casa. Luego vi como una silueta salió corriendo, brincando entre los techos, haciéndola a dar los perros y alertando a toda la gente de la calle. |
| 2:45.5 | Mis papás llegaron pronto. |
| 2:49.0 | Los vecinos nos ayudaron a revisar. No encontraron nada forzado, pero alguien de alguna forma se metió y nos estaba esperando. Gracias a Dios, mi hermana volteó hacia la habitación de mis papás al pasar por |
| 3:05.2 | ahí y vio su cara de sabajo de la cama, viéndola. Y sí, quizás no es nada para normal, pero nunca volvimos a estar tranquilas, al estar solas en esa casa. Le quiero encontrar algo muy extraño que me acaba de pasar apenas unas semanas. Aunque si soy completamente honesto, empezó unos días antes de eso con algo que le pasó a una compañera de trabajo. Para empezar, debo contarles que soy mecero en un famoso restaurante de alitas en la zona rosa de la ciudad de México, más precisamente en la Colona Juárez. Los habitantes de esta ciudad y muchos de los que han visitado la reconocerán por ser un lugar lleno de puntos interesantes para ver, culturales, restaurantes y cafés y también de antros y bares, sobre todo para turistas y la comunidad LGBT. En ciertas calles a ciertas horas, puede volver a un lugar oscuro peligroso, sobre todo si no lo conoces bien. Y yo sentía que ya dominaba todos después en par de años trabajando ahí, porque incluso, no salir tan tarde del restaurante, no fueron pocas las veces que al terminar un día pesado, aprovechamos con los amigos para ir por un trago por ahí cerca. Sentía que ya no me sostaba mucho, pero pues por algo precisamente estoy contando esta historia. No. Mi ex no le trabaja muy cerca de mí, pero desde que terminamos nuestra relación, desde que ella la terminó, intenta evitar que nos encontremos a pesar de que salimos casi a la misma hora, pero hace un par de semanas la vieja esperando a mi afuera de mi trabajo cuando ya me preparaba para salir. Imaginé en media que algo no estaba bien, la veía como nerviosa, aunque intentaba disimularlo. Me dijo que le chocaba a tener que pedirme eso, pero que si podía caminar con ella al metro, a la estación de insurgentes. Le dije que por supuesto y le pregunté si todo estaba bien. Me dijo que había visto alguien muy raro. Ahora bien, una persona rara no es algo fuera de lo normal en la zona rosa, así que algo más debió haber pasado. Le di espacio por si me quería contar y empezamos a caminar el metro. Nos alcanzó una compañera que también esta vez no quería caminar sola. Eso le repito no era algo usual porque los que trabajamos por ahí nos acostumbramos y conocemos la zona y sus calles más oscuras, las que tenemos que evitar. A Y Mix no vianos a empezar a relatar lo que acababa de pasarle. Un señor, dijo, un señor, creo que gringo, muy raro y me asustó. Cuando caminaba hacia el metro pasó por una calle muy oscura. Cuando caminaba hacia el metro tenía la opción de ir por una calle oscura o en el minada. Pero como vio a unos señores algo tomado si haciendo escándalo en la que tenía luz, pienso que sería mejor opción la oscuridad que pasar por ahí para que no la fueran a molestar. En embargo, mientras se adentraven los cura, yo que alguien cruzó la calle en frente |
| 6:28.6 | de ella, alguien que iba en su misma dirección, volteó hacia atrás para verla y siguió corriendo hasta dar la vuelta a la izquierda hacia donde ella se dirigía. Los extraños que parecía ser un señor, flaco, alto, de más de un 85, que tenía el |
| 6:47.8 | pelo muy blanco y muy largo, como la mitad de la espalda. |
| 6:52.8 | Dice que llevaba un sombrero chiquitito y un sacorrojo, todo un personaje de los muchos |
| 6:58.4 | que se encuentran por ahí. |
| 7:01.0 | A pesar de que se voltó a verla, ella siguió caminando sin temor., le parecía hasta gentil cuando los hombres hacían eso, al encontrarse con una mujer sola en una calle oscora y solitaria, caminar por el otro lado haciendo ruido para no sustarla llegando de pronto. Sin embargo cuando se acercaba a la esquina, lo vio a asomarse. Ese hombre extraño se asumó rápidamente, una fracción de segundo nada más, cerca del piso, como si se estuviera rastrando. Y ahí, si le dio miedo pero ya estaba muy cerca de la esquina, no podía regresar. Metió la mano en su bolsa para encontrar con tu antes su gastimiente y tener un listo. se Cuando llegó el esquina y teó la vuelta, el hombre estaba tirado boca arriba a unos cuatro metros de la esquina. Parecía que se había desmayado pero, en cuanto ella de un paso hacia él, el hombre levantó la cabeza y se rió. Dijo que había algo en él que le parecía sumamente raro, parecía ser al vino pero era más allá de eso. Su ropa, colorida, su pelo extraño, y que le sonrieras y desde el piso le hizo saber que algo no andaba bien. Se dio la vuelta y empezó a correr de vuelta a la calle escuora por la que había llegado. Voltó a la mitad y vi a lumbres sumándose de nuevos desde la esquina, sacando la cabeza. Ahí fue cuando corrió hasta mi trabajo, sabiendo que yo estaba por salir. Mi amiga, la que lleva con nosotros, dijo entonces que una de nuestras compañeras había tenido también una experiencia, que caminándose a venida |
| 8:46.4 | a Chopultepeca, también se había encontrado un nombre con la misma descripción. Ella dijo que estaba parado a la mitad de la banqueta por donde ella caminaba, simplemente parado al medio, lo cual le pareció amenazante por la hora, ya deberían pasar de las dos de la mañana. Al verlo se de tu momento, y estaba por cruzarse la calle cuando el hombre le hizo una señal con las manos, abriendo las palmas y moviendo las frente a él, como diciéndole, no te voy a hacer nada. Acto seguido se dejó caer hacia atrás, y se fue caminando en cuatro patas hasta dar vuelta a la calle y sí, aunque es posible caminar así, en cuatro patas boca arriba, dice que lo hizo rapidísimo, para nada como si fuera alguien de su edad, también jito. Así quedaron ambas historias, las compañías se tomara el metro y luego yo me fui a tomar el |
| 9:45.5 | metro bus. No era tan tarde pero ya estaba solo y mientras esperaba en el andén vacío, veía la calle alrededor, pensando que este señor todavía andaba por ahí. Me parecía que hasta se había generado un ambiente raro que yo no podía ignorar. Era por lo que que acababa de escucharlo, sí, lo pensé, pero de alguna forma sentía como si, algo |
| 10:09.5 | estuviera cerca, como si algo me estuviera viendo. La siguiente noche, al salir yo solo, me tocó caminar con algo de desconfianza, había algo en ese relato que me incomodaba, lo que menos quería encontrarme con señor, hasta que una amiga, la que no se había acompañado a mi ex y a mi, la que me contó de la otra experiencia de mi compañera, llegó a enseñarme una foto en su celular, algo que quería mostrarme. Miren, se lo encontró mi amiga en la Roma. me mostro entonces una foto que su amiga había tomado de una pared en la Colonia Roma, un barrio muy cerca de nuestro trabajo, del que sólo no se para la avenida Chapulte Peck. Era una mala fotocopia, medio despegada, con pedazos arrancados pero era muy claro el mensaje, decía, la visto a este hombre, no haga contacto, no es real. La foto, la foto que mostraba en el poster, la foto que mostraba el cartel, era la del hombre que había descrito, era una apariencia demasiado específica para que fueron error, le preguntamos a mi ex y dijo que sí, que era él, hace ser una maldita broma de un hipster de la condesa, algún experimento social o algo así, ¡Pendejos! Dijo en o cada, porque de verdad la habían metido un buen susto, pero… no sé, a mí algo me seguía sonando raro, no lo entendía. No quiero mentirles, sí me sugestioné, y en esos días nadie decía por qué, pero todos caminábamos juntos al salir hasta donde se pudiera, hasta que cada quien tuviera que tomar su propia camino. Pero faltaba algo comunidad, porque no les estaría escribiendo si yo no fuera testigo, si yo no hubiera tenido mi propio encuentro. Me invitaron una fiesta en casa de un amigo de una amiga, una reunión que parecía agradable |
| 12:29.3 | y como he estado algo triste desde que corté con mi novia a decidir, aunque no soy mucho de fiestas. Era en la calle Lucerna de la Colonia Juárez, a unos minutos a mi trabajo, así que fui. Tome un par de cervezas y decid dije que ya era hora de irme. Era entre semana y tenía que trabajar el de siguiente. Apenas eran las 11 cuando ya me estaba despidiendo para irme a mi casa. Una chica que conocía allí con la que estuve platicando también se despidió. Me ofrecía acompañarla porque la calle se veía solitaria. ahí va a ser venida a reforma, así que caminé con ella se allá. Ahí la podrá dejar porque ella sumo garmó y se cura cualquier hora. Llegamos a un pequeño parque, uno que está justo en el cruz entre las reformas insurgentes. La puerta estaba abierta e instintivamente nos metimos por ahí para cortar camino. En cuanto lo hice sentí un arrepentimiento poderoso. Yo había visto que ese lugar había servido como refugio de personas viviendo en situación de calle o gente que se drogaba por la madrugada. Creo que por eso empezaron a cerrarlo. No había caído en cuenta de que la puerta estaba abierta esa hora de que eso no era normal. |
| 13:49.4 | No parecía haber nadie pero al llegar a la puerta que daba a reforma, notamos que estaba cerrada. No regimos, ni modo. Por curtar camino, tenemos que regresar de vuelta al otro lado del parque. No es muy grande, lo pueden buscar en Google Maps como parque Jesús reyeseroles. Regresamos a la otra puerta y les juro. Les juro por Dios, que la puerta estaba cerrada, completamente bien cerrada. La chica yo nos miramos totalmente sacados de onda, llegamos a otra que también estaba cerrada, queriendo ignorar el hecho tan extraño |
| 14:47.7 | que acababa de pasar, le dije que había que saltar por la puerta. No sabía tan difícil, saltaría yo primero y luego le ayudaría bajar. Cuando estaba viendo cómo saltarse en el estimarme sentí algo. No sé, hasta el día de hoy no sé cómo describirlo, pero sentí algo en mi nunca, como si me clavaran algo, como si tuviera que voltear. Creo que ella sintió lo mismo que yo porque volvió al mismo lugar, el mismo tiempo en en el mismo instante, como si fueron reflejos de ambos. Sentado en una banca vimos, una figura de pelo largo, muy largo, tan blanco que parecía brillar en la oscuridad. Se ve alto, flaco, con la cara muy alargada, blanquísima. Tenía las manos en las rodillas, recorriendo sus dedos del mení que al pulgar, como si tocar un piano. Lo hacíamos rápido y veía hacia el frente, hacia reforma, en dirección contraería nosotros. Parecía no haber notado que estábamos ahí. Pero en ese momento, sin esperar a que yo me brincara antes para ayudarla, la chica se metió por entre las regas y saltó hacia la banqueta, y sin esperar me al llegar allí empezó a correr. Yo volteé de nuevo hacia la banca donde estaba que el hombre. Ahora, estaba viendo directamente a mí. Salte en ese momento, salte. En ese momento, salte y me hice pedazos el tobillo, pero una sí seguí corriendo hasta llegar en surquentes. Donde vi que la muchacha me esperaba cruzando la calle, haciendo meseñas de que me purara, de que me acercara a ella. ¿Cómo pude crucer hacia donde estaba? El tobillo me dolié cada vez más. Pense que ella se iba a disculpar por haberme dejado ahí, por haber sido corriendo sola, pero no. Simplemente me dijo, casi nos alcanzaba. No pudimos hablar mucho más porque pasó su uber. |
| 17:05.0 | Yo me dirigí caminando como pude a la estación del Metrobús, intentando caminar cerca de una pareja que iba adelante de mí, y que seguramente pensó que yo era uno de esos personajes raros, cojando, caminando un metro de hechos, pero, de verdad tenía mucho miedo de caminar solo. Esa noche más tarde me mensageó mi amiga, la de la fiesta, la que me había invitado. Se me hizo raro que me escribiera en la madrugada, tan tarde. Oye, ¿quieres pasó? Todo bien? Dejé que sí, o que ya estaba en casa. Me dijo que la chica que me acompañó había llegado muy asustada y le llamó por teléfono, que le contó lo que nos pasó en el parque pero con una diferencia. Ella le dijo que el señor que vimos allá adentro estaba recargado en sus brazos como si subiera caído hacia atrás, que nos fingía con el cara volteada, que su pelo rosable suelo, que lo hubió a rastarse a nosotros, impulsado con sus brazos y piernas, en esa posición como una araña, boca arriba, como un contorseonista de circo. Y sí, puede que estuviera vestido como tal, puede que todo fuera una broma de un un cirquero. Alguien jugando en la noche con los que tengan la mala suerte de encontrarse lo peor, entonces ¿por qué? ¿por qué vimos algo distinto? si todo es una broma ¿por qué al mismo tiempo en el mismo lugar ella había una cosa y yo otra, porque yo solo lo he visitado |
| 18:46.4 | ahí, viéndome, ella lo vio a estar secorriéndose a nosotros. De esto han pasado un par de semanas como les digo, he intentado caminar acompañado ahora más que nunca porque hemos encontrado un par de carteles más, quienes han de por esa zona no me van a dejar mentir, los hay. Al menos hemos visto un apegado en un túnel para llegar al metro insurgente, otros sobre reforma cerca de la Diana, y uno más atrás del centro comercial de 22. No sé quién se está pegando, ni con que intención ni sé quien sea ese viejo. |
| 19:27.1 | Todavía le pido a Dios que todo sea una broma, pero si lo ven, hagan el caso al cartel por ningún motivo, hagan contacto. Vamos a imitar a toda la gente que ande por esa zona, por la colonia Juárez, por la Roma Condesa, Chapultepec, Reforma, Colotémoc, que si ven unos de estos carteles no solo pasen por favor y si llegan a ver a este señor pues no sé, yo les recomendaría también que no hicieran un contacto sobre todo si lo ven en una noche oscura gracias por seguir por aquí ojalá que estén disfrutando de este episodio con un cafésito ustedes que pueden tomécelo o con un té o con un mate con algo calientito que les haga sentir en casa porque relatos a la noche intenta hacer eso para ustedes, una segunda casa, un lugar donde sentirse agusto en familia. Si aún no se suscriban pero les gusta este contenido, ágalo nos ayuda muchísimo a seguir con este proyecto y a ustedes a no perderse nada nuevo ni una sola historia. Una suscripción, un pulgar arriba o una calificación de cinco estrellas y un comentario son toda la ayuda que necesitamos de ustedes. Nada de Patreon, nada de eso con sus pulgales arriba y comentarios apoyo es más que suficiente. Recuerda que como siempre |
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