Buenos días. Gracias por estar aquí en despertando podcast. Iniciamos este día presentes y conscientes. Muchas veces has escuchado la frase aparente a fluir con la vida? ¿Y cuántas veces has escuchado también que tienes que tener metas en la vida y que hay que construir un plan de acción para lograrlas? Dependiendo de a dónde voltez y con quién estés hablando, en esta vida puedes recibir mensajes muy confusos e incluso contrario sobre la manera en la que se supone que debes enfrentar la vida. Y como saber a quién hacerle caso? Yo te diría a todo si a nadie. Déjame te explico a que me refiero. Cuando tenemos dos opciones opuestas, como esta visión de fluir con la vida y esta otra de aprender a planear, hay que reconocer que ninguna de las dos es la forma correcta o incorrecta de vivir. En realidad ambos enfocan en parte de razón y podemos tomar lo mejor de cada uno. Habrá momentos en la vida, en los que lo ideal será poder relajarnos un poco y confiar en que la vida nos va a llevar por buen camino. En esos en los que no nos quedará más que fluir con lo que está pasando y saber adaptarnos a lo que tenemos alrededor.

Pero también habrá otros momentos en los que será vital que sepamos como usar de forma assertiva, todo si cada uno de los recursos a los que tenemos acceso. Y así poder hacer un plan de acción que nos lleve a donde queremos llegar. Dependiendo de lo que estamos viviendo, será muy importante cambiar la fórmela que nos enfrentamos a todas las situaciones, sobre todo para poder tener el resultado que queremos o el resultado que necesitamos. Así que cuando nos preguntemos, ¿cuál es la mejor forma de hacerle frente a una situación?

Recuerda que la respuesta será, depende de la situación y del hogar en que te encuentres en ese momento. No es sostenible pensar que cada paso que damos tiene que estar perfectamente planeado. Imagínate vivir así. Sin hacer espacio nuestra vida para ningún tipo de sorpresa o para la espontaneidad. A lo mejor podemos pensar que esta es la manera de tener una vida super organizada y bien controlada. Cuando en realidad sólo nos estaríamos asegurando de tener muchísima frustración y de aburrarnos bastante con nuestra vida. Tampoco es sostenible pensar que en todo momento podemos simplemente fluir y no tener ningún tipo de plan. ¿No es buste o no? Hay que reconocer que de repente es necesario tener cierta estructura en la vida. Esa estructura que impida que todo se salga de control en cualquier momento. Una vida sin estructura no nos da la libertad que pensamos. Solamente nos genera todo tipo de caos y de desorden. Cuando elijas fluir, elige confiar en el proceso que estás viviendo. Y si a la mitad del camino te das cuenta que necesitas un pequeño plan para continuar. Desarrollalo. Por otro lado, cuando elijas planear, elige visualizar bien hacia donde quieres llegar, pero abrete la posibilidad de siempre ser flexible y adaptarte a lo que venga. El chiste está en contra de un balance entre ambas posturas, poder usar las herramientas que más nos sirvan de cada una de las dos y de poder responder a cada momento de nuestra vida de la mejor manera. Recuerda lo que siempre te digo. No se trata de encontrar una fórmula a seguir o un paso que completar. Se trata de explorar y deponer a prueba, de experimentar con todas las diferentes maneras que hay de hacer las cosas y de

encontrar que es lo que realmente te funciona a ti.

Que tengas un gran día.