Buenos días, gracias por estar aquí en despertando podcast.

Iniciemos este día presente y conscientes. Hoy quiero hablar contigo de un tema que es más complicado de lo que parece.

Hablemos del arte de dar consejos.

Y es que sí, es todo un arte al cual no le damos la importancia que requiere.

Solo piensalo por un momento. Al estar aconsejando a alguien,

le estás diciendo lo que crees que debería ser con su vida.

Opinamos sobre el estilo de vida de otras personas, sobre la manera en que deberían

manejar sus relaciones. Opinamos sobre temas laborales e incluso sobre la salud de cuerpos que no son nuestros.

¿Te das cuenta de lo delicado que puede ser dar un consejo?

Justo por eso es que quiero que busquemos maneras de hacerlo de una forma cuidadosa,

respetuosa y amorosa.

Punto número 1

Nunca hay que dar un consejo cuando no se nos ha pedido.

A veces pensamos que tenemos la respuesta para todo.

Y de pronto cuando vemos situaciones ajenas desde afuera,

creemos poder entender todo aún mejor que las personas involucradas. Cuando esto pasa, la tentación de opinaria consejar puede ser más grande, pero como dice el dicho,

no hay que meternos donde no nos llaman. También hay que recordar que el hecho de que alguien nos cuente sus problemas no significa que tenemos que decir nada.

A veces lo mejor que podemos hacer es simplemente acompañar en silencio de esa persona.

Cuando nos desagugamos, no siempre estamos buscando un consejo. A veces sólo queremos hablar y sacar todo eso que llevamos adentro.

Ahora, ¿qué pasa cuando alguien si nos pide un consejo?

Antes que nada, es muy importante que realmente escuchemos

y que estemos conscientes que eso se trata de la otra persona y no de nosotros.

...