En pocos días el mundo celebrará un embarazo no deseado. Alguien que entró en el planeta

sin ninguna dignidad, un hijo ilegítimo, porque sus padres no estaban casados, nacido en un

comedero de animales, por nueve meses, mínimamente fue el hijo de la vergüenza, destinado a la muerte

desde que nació, creado en fuga, y al optar por nacer en la oscuridad absoluta, el rey del universo

pasó por alto las expectativas convencionales, el mismo día de su nacimiento no cumplió con las

conjeturas de la gente. De Nazaret preguntó Natanel, pues salir algo bueno desde el lugar, y en

consecuencia Jesús se convertió en piedra de tropiezo para mucho de sus contemporáneos. La imaginación

con judía domesticada se horrorizó ante el pesebre, se escandalizó ante la salvación sin costo

de un dios humilde. Un rey nacido entrapo era un insulto para el intelecto refinado de los

fariseos y la mentalidad de los maestros de la ley. Las multitudes ingenuas que no conocían

la ley podían equivocarse, pero aquellos que estudiaron las escrituras no podían ser engañados.

Ellos pensaban así, y aquí existe un fascinante principio de la religión. Mesías obtendrás

nuestra lealtad sólo cuando cumplas con nuestras expectativas. Yo leía la historia de

Vallacir, un místico musulmán, que solía actuar deliberadamente contra los hábitos y rituales

del Islam. Y la historia dice que una vez regresando de la mezquita se detuvo en un pueblito y los

hábitantes del pueblo lo reverenciaba, se apresuraron a hacerle la bienvenida, a traerle regalos,

y Vallacir se dirigió al mercado y a pesar de ser un día de ayuno que todos se estaban ayunando,

se compró un pedazo de pan y comenzó a saborear los frente a todos sus seguidores y admiradores.

Y entonces los fieles estaban tan escandalizados por su comportamiento que lo abandonaron diciendo que

era un falso profeta. Y Vallacir le dijo a su discípulo, fíjate que en el momento que hago algo

contrario a sus expectativas la veneración hacia mí desaparece. O sea que la veneración es

condicional, la adoración es condicional si haces lo que yo espero. Y Jesús escandalizaba a sus

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