El wow, quien ven y pervive el eslamado.

El eslamado, uno o otra vez.

Hace algunos años atrás, mientras estaba el frente de aquel entonces

en la catedral de cristal, me sucedió uno de esos momentos parte de aguas espiritual,

un momento de shock de esos que te cambian la vida.

Uno de esos eventos, al que algunos denominan una epifanía, no fue en un monte de duración

o en un Congreso, sino en una cafetería, de una cadena justamente de café muy importante,

que la gran mayoría conoce, pero fue un momento muy sobrenatural.

Era un día que debía escribir un mensaje para la iglesia,

yo estaba en las oficinas justamente del campus de la catedral,

pero tenía unos 15 minutos para tomar un descanso mental

y dije voy a tomarme un café, cerquita allí del campus.

Entonces me formé feliz en la fila, porque había muy poca gente para la hora,

había relativamente poca gente.

Y en ese momento descubrí que la mujer que tenía adelante estaba pidiendo un café especial

con una leche especial, ninguna que le ofrecían era la que ya quería

y preguntaba también algo para comer, pero que tenía que tener ciertas proteínas

y si no tenían gluten y etc.

No sólo eso sino que hablaba tan despacio, que me lo quecía.

Y estaba mirando esas cafeterías que realmente tienen como un menú arriba,

a espalda de quinar tiende, y ella miraba el menú de las distintas opciones de café

como si tuviera soñando despierta, así en estado catatónico.

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