Hola soy Fri, Sergio Cerrano y estás escuchando el podcast La Vivian Un Año, donde escuchamos la voz de Dios y vivimos la vida a través del lente de las escrituras. El podcast de La Vivian Un Año es presentado por Ascension. Usando la cronogía de la Vivian Un Año de Great Adventure, leeremos desde Genesis hasta Apocalipsis, descubriendo cómo se desarrolla la historia de salvación y cómo encajamos en esa historia hoy. Llegamos rápidamente al día 140, wow, el tiempo vuela. Hemos visto la parte final o estamos viendo, la parte final del segundo libro de Samuel, y estaremos en el capítulo 22 y dentro de dos programas más terminaremos este segundo libro que ha sido muy interesante donde nos muestran las altas y las bajas de David y a la misma vez estamos leyendo el libro de crónicas donde todo parece perfecto para David está organizándolo todo todo lo deja bien planeado, maravillosamente puesto, se nota que es un hombre muy sabios, de mucha inteligencia, de mucha capacidad, tanto militar como administrativa, mientras que en el libro de Samuel se nos muestra en sus momentos difíciles de oscuridad, podríamos llamarlo de pecado. El día de ayer vimos un pequeño recuento de los tres días de hambre que hubo en Israel y también nos damos cuenta de algunas necesidades que tenía el pueblo y como una reconciliación con los demás pueblos y ya entra el reno David hoy tendremos algo muy muy muy bello que es como un resumen de la vida de David en uno de sus salmos donde encontramos a un hombre que confía en el señor un hombre que es valiente pero que sabe que su fuerza proviene de su confianza en llave. Vamos a ver cómo las palabras de este salmo se cumplen en los momentos claves de la vida del rey David, como tiene que luchar contra el pecado, contra la maldad, que tratan de esclavizarlo a él y tratan de esclavizarte a ti y a mí, pero siempre tenemos que confiar en el poder inmenso de Dios y ahora pues tenemos de la persona de su Cristo que está con nosotros y nos ayuda y nos da ese poder. Por eso hoy es un día maravilloso con estas lecturas que tenemos. El segundo libro es Samuel, capítulo 22, el primer libro de crónicas, capítulo 27 y el salmo 41. Este es el día 140. Empecemos. 2° Samuel, capítulo 22. David dijo a Yahweh las palabras de este cántico, El día que los salvó Yahweh de la mano de todos sus enemigos y de la mano de Saul. Dijo, Yaweh, mi roca y mi valuarte, mi libertador, mi Dios, la roca en que me amparo, mi escudo y fuerza salvadora, mi ciudadela y mi refugio, mi salvador que me salva de la violencia. Invoco a llave, dingo de la avanza, y me veo libre de mis enemigos. Las olas de la muerte me envolvían, me espantaban los torrentes destructores, los lazos del seol me erodeaban, me guardaban los cepos de la muerte.

En mi angúste, grité a ya vez pedí socorro a mi Dios desde su templo escuchó mi voz, resonó mi socorro en sus oídos.

La tierra arrujó, retenbló. Desde su templo escuchó mi voz, resono mi socorro en sus oídos.

La tierra rujió, retembló. Las bases de los cielos retembraron, vacilaron bajo su furón. Desde su nariz salía una humaneda, de su boca un fuego abrazador y lanzaba carbones encendidos. Inclinó cielos y bajó con espeso anublado a sus pies. Volaba a lomos de un crevín, sostenido por las salas del viento. Se puso como tienda un cerco de tinieblas, de aguas oscuras y espesos nobarrones. El brillo en su presencia despedida granizo y ascoas de fuego. Tronó llave desde los cielos, lanzó el altísimo su voz, disparó sus aetas y los dispersó. La cantidad de rayos los desbarató, el fondo del mar quedó a la vista. Los cimientos de Lorbe aparecieron a causa de tu bravido, ya ven. Al resolar, el aliento en sus narices. Lanzó su mano a lo alto y me agarró para sacarme de las aguas cautelosas. Me libró de un enemigo poderoso, de adversarios más fuertes que yo. Me aguardaba en el día de mi ruina. Más llave fue un apoyo para mí. Me sacó a campo abierto. Me quería y me salvó. Mi rectitud recompensa llave. Retribuye la pureza a mis manos, pues guarde los caminos de

llave y no me revelé contra mi Dios, pues tengo presente sus normas, sus preceptos no

aparto de mi lado.

He sido irreprochable con él y de incurrir en culpa me he guardado.

Ya ve, retribuye en mi rectitud, según mi pureza que está ante sus ojos. de la forma de la forma de la forma de la forma de la forma de la forma de la forma de la forma eres puro y sagaz con el adino. Tú que salvas a la gente humilde y abates los ojos altaneros. Tú ya Ya V, eres Milán para. Mediós que alumbran mis tinieblas. Con tu ayuda, yo esfuerzo el cerco. Con mi Dios, asalto la moralla. Dios es íntegro en su proceder. La palabra Ya V ha crezolada escudo de quienes se acogen a él. Pues quienes Dios fuera a ya ve, quién roca si no solo nuestro Dios, el Dios que me siña de fuerza y hace mi conducta irreprochable, que hace mis pies como de siervas y en las alturas, me sostiene en pie, que adiestra mis manos para la lucha y mis brazos para tensar el arco. Tú me das, tu escudo victorioso, multiplicas tus cuidados conmigo, al andar en sanchas mis pasos, mis tobillos no se tuercen. Perciigua mis enemigos, los desago, no vuelvo hasta que acabo con ellos. Los machacos no pueden levantarse, sucúmen debajo de mis pies. Me signes de valor para el combate. Sometes bajo mi pie a mis agresores. Pones en fuga a mis enemigos, exterminas a los que me odian. auxilio y nadie los salva, a ya ve y no le responde. Lo reduzco como polvo de la tierra, los piso como barro de las calles. Me libras de los platos de mi pueblo, me pones al frente de naciones. Pueblos desconocidos me sirven. Los extranjeros me adultan. Todo oídos me obedecen. Los extranjeros se acobardan. Dejan temblando sus refugios. Viva, ya ve, bendita sea mi roca. Se ha ensalzado mi Dios Salvador. el Dios que me concede la venganza y abate los pueblos a mis plantas. Tu melibras de mis enemigos me exhalta sobre mis agresores, me salvas del hombre violento. Por eso te la varé entre las naciones, en tu honor ya ve cantaré. Él en noblesse las victorias de su rey y muestra su amor asumgido. Adavid y su lineaje para siempre. 1 Chronicas Capítulo 27 Por lo que se refiere al número de los hijos de Israel. Los cabezas de Casas Patarnas, los jefes de Miyahari de Sien y sus escribas atendían a servidicio de todo el que acudiera. Las secciones intervenían en todos los asuntos de la Rey y se tornaban todos los meses del año. Cada sección tenía 24.000 hombres. Al frente de la primera sección, que era la del primer mes, estaba Yasovane, hijo de Sapdiel. En su sección había 24.000 hombres.

Pertenecía a los hijos de Pérez y era que fe de todos los comandantes del ejército del primer mes. Al frente de la sección del segundo mes estaba Dodai. El ajíta, su sección tenía 24.000 hombres. Hefe del tercer ejército para el tercer mes,

era Benayas, hijo de El Sacer Dote, jugada.

En su sección había 24.000 hombres.

Este Benayas era uno de los 30 valientes y se hallaba al frente de ellos.

En su sección estaba su hijo amizabado. El cuarto para el cuarto mes era a él, hermano de Joab, le sucedió su hijo se vadías. En su sección había 24.000 hombres. El quinto para el quinto mes era el jefe Sama, el Sarejita, cuya sección constaba de 24.000 hombres. El sexto para el sexto mes era IRA, hijo de IQES, del tecohita y en su sección había 24.000 hombres.

El séptimo para el séptimo mes era Geles, el pelonita de los benhaminitas. Su sección constaba de 24.000 hombres. El octavo para el octavo mes era si ve cae de juzan el sarejita. Su sección constaba de 24.000 hombres. El noveno para el noveno mes era avía ser de Anato de los vengaminitas. En su sección había 24.000 hombres. El décimo para el décimo mes era Maga Rae, de Netofa, Saarejita. Su sección constaba de 24.000 hombres. El un décimo para el mes un décimo era Venaías, de Piratón, de los Efraínitas. Su sección tenía 24.000 hombres. El duodésimo para el mes duodésimo era Heldai de Netofa de la estirpe de O'Neal. Su sección comprendía 24.000 hombres. Jefens de las tribus de Israel. Jefens de los Rubenitas, el Ezer, Hijo de Cicri. Deimeonitas, se fatías, hijo de Maaka. De los Levitas, Hazabías, hijo de Kemuel. De Aron, Sadok, de Judat, el Yu. Uno de los hermanos de David, de Isaacar, Henri, hijo de Miguel. Desabulón, Gizmaías, hijo de Abdias, de Neptali, Jerry Mott, hijo de Arriel, de los Efrenitas, Oceas, hijo de Asacías, de la media tribu de Manacés, Juel, hijo de Pedallas, de la media tribu de Manacés, en Galad, llido, hijo de Zacarías.

De Benjamin, ya así él, hijo de Abner.

De Dan, a Israel, hijo de Jerohan.

Estos son los jefes de las tribu de Israel.

David no hizo el senso de los que tenían menos de 20 años,

porque ya había dicho que multiplicaría a Israel como las estrellas del cielo.

Hoab, hijo de Sárbia, comenzó a hacer el senso, pero no lo acabó.

Pues con ese motivo la cúlera descargó sobre Israel.

Por eso su número no alcanza el número de los anales de la raíz de David. As Mabet, hijo de Adiel, tenía su cargo los depósitos reales. Sobre los depósitos del campo, de las ciudades, de las aldeas y de las torres. Estaba Jonathan, hijo de UCías. ¿Sobre los labradores del campo que cultivaban las tierras? Es R, hijo de Kloop. Sobre las viñas, Smeyi de Arrama. Sobre las provisiones de vino de las bodegas, Sapji de Sefan, sobre los olivares y los psicomoros que había en la tierra baja, Val Hanan de Gether, sobre los almacenes de aceite, hoas, sobre las vacadas que pasían en Saron, si trae el Saronita, sobre las vac de los valles, Zafat, hijo de Atlai, sobre los camillos, Ovil, el Ismailita, sobre las burras, Jack-Dee-As, de Meronot, sobre las ovejas, Yasis, el Agareno, todos estos eran intendentes de la sienda del rey David. Una tanti o David, hombre-prudente instruido, era consejero. Él y llegí él, hijo de Jackmony, cuidaban de los hijos de rey. Ajitófel era consejero del rey, hijos aí la arquita era amigo del rey.

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