Hola, buenos días. Gracias por estar aquí en despertando podcast. Iniciemos este día, presentes y conscientes. A veces decir a Dios es una de las decisiones más difíciles que podemos tomar. Soltar a alguien a quien amamos es doloroso, pero hay momentos en la vida en los que debemos elegirnos a nosotros mismos y aceptar que eso implica dejar ir a las personas que ya no nos humana. Es normal que al principio nos resistamos a la idea de dejar ir a alguien que nos ha acompañado por cierto tiempo. A veces nos aferramos a las personas por el cariño, por la historia, o por la costumbre. A veces mantenemos viva la esperanza de que todo cambié y mejore, pero a veces la única forma de seguir adelante es diciendo a Dios y dejando ir. Quizás hemos estado en una relación que nos hacía más daño que bien. O tal vez, hemos estado sosteniendo una amistad que ya no nos hace sentir bien, que nos desgasta en lugar de nutrirnos. Sea cual sea la situación, hay veces en las que el amor no es suficiente para mantener a dos personas juntas. Besir a Dios no significa que ya no amamos a la persona, sino que reconocemos que nuestra felicidad y nuestra bienestar también son importantes. Es elegirnos a nosotros mismos y darnos cuenta de que esta relación ya no es una espacio en el que podemos seguir creciendo y recibiendo el amor que queremos y merecemos. Soldar a alguien no es fácil, pero a veces es necesario para que podamos crecer y evolucionar. Es una oportunidad para darnos cuenta de nuestra fuerza interior. Y de que somos capaces de tomar decisiones difíciles que nos permitan avanzar en nuestro camino. Recuerda que cada persona que entra en tu vida lo hace por una razón. Y cada una de ellas te enseñan algo importante. Agradece por el tiempo que compartieron, por los momentos felices y los aprendizajes. Pero también agradece la oportunidad de seguir creciendo y avanzando a nuevas facetas y etapa de tu vida. decidimos dejar ir a alguien, no significa que el amor desaparezca de la noche a la mañana. El amor siempre estará ahí. Solamente se transformará y evolucionará. Pero es importante recordar que el amor propio también debe estar presente.

Debemos recordar que merecemos amarnos a nosotros mismos tanto como amamos a las demás personas.

No te culpes por decir adiós y dejar ir a alguien aquí nada más.

Recuerda que no es un signo de debilidad, sino de fortaleza y coraje. A veces, el mayor acto de amor que podemos tener es dejar ir a alguien para que pueda encontrar su camino y para que nosotros podemos encontrar el nuestro. La vida es corta. no podemos permitirnos pasarla a ferrándonos a personas o situaciones que ya no nos hacen felices. Debemos ser valientes y elegirnos a nosotros mismos. Aunque eso significa decir a Dios a alguien a quien amamos. Al final, lo más importante es que nos sintamos bien con nosotros mismos y que vivamos la vida que deseamos. Respira. Toma la decisión que necesitas tomar y confía en que todo va a salir bien.

Quizás en un futuro puedan volver a encontrarse. Quizás no.

Pero lo importante es que ahora estás haciendo lo que es mejor para ti.

Gracias por estar aquí.