Hola, buenos días.

Gracias por estar aquí despertando pocas.

Inicimos este día presentes y conscientes.

Hoy hablaremos del perdón, una de las palabras más difíciles que tenemos dentro de nuestro vocabulario.

Hay a quienes les cuesta mucho trabajo disculparse y también hay personas para las que es

todo un reto poder perdonar y soltar.

¿Por qué están complicado?

A pesar de que equivocarnos es una de las cosas más humanas que nos puede pasar,

es algo con lo que a veces nos cuesta trabajo hacer las pases. Reconocer que cometimos un error puede ser difícil y es es toda

la esencia del perdón. Para poder aprender a pedir perdón, primero hay que

darnos permiso de equivocarnos. Hay que lograr darle la vuelta a la situación y ver en los errores oportunidades de crecimiento

y aprendizaje.

Cuando logremos ver que esto es parte inevitable de la vida, no será mucho más fácil aceptar

que nos equivocamos.

Para entonces poder hacernos responsables de la situación.

Y dentro de esa responsabilidad es que entre el perdón.

Para poder llegar esta aceptación es necesario que hagamos a un lado emociones como el orgullo.

Ya que pueden intentar frenarnos y llevarnos a tomar una postura la defensiva, en la

que incluso intentamos buscar otros culpables.

También es importante que dejemos de ver el acto de reconocer nuestros errores como

una debilidad. Al contrario, es sumamente valiente poder decir perdón, o me equivoqué.

Aunque salga de nuestra boca la palabra perdón, pueden no significar nada.

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